"Veremos una campaña de primera vuelta muy ambigua para no ahuyentar a nadie"
Sostiene que las elecciones se ganan por el centro y que la conquista de ese sector clave del electorado definirá las estrategias en la carrera a La Moneda. Se declara optimista sobre la labor de la Convención, aborda el caso Arancibia y la exclusión del término República.
"En todas partes del mundo, y Chile no será la excepción, las elecciones se ganan por el centro y apelando al mayoritario voto moderado", sostiene el abogado y columnista Jorge Navarrete al analizar la pesada pista de la carrera hacia La Moneda, donde la conquista de ese sector clave del electorado ya entró a disputarse con estrategias minuciosamente elaboradas que apuestan a excluir cualquier error.
Por una parte, plantea, todo parece apuntar a que los hasta ahora empatados Gabriel Boric y Sebastián Sichel tienen la primera opción de pasar a la segunda vuelta, escenario en que "enfrentaríamos un balotaje muy competitivo y de pronóstico reservado". Por otra, el triunfo de ellos en las primarias de sus respectivas coaliciones "estrechó por ambos lados las fronteras de las posibilidades de la centroizquierda", con la paradoja de que "la candidata de ese sector es la que mejores posibilidades tiene de ganar en una segunda vuelta, pero también es -entre las tres más importantes candidaturas- la que menos chances tiene de llegar al balotaje".
Por eso, proyecta una campaña de primera vuelta marcada por la impronta de no ahuyentar a nadie, mientras que en la de segunda "todos querrán ser moderados y reformistas, explotando el temor y la incertidumbre por los extremos".
Navarrete también aborda aquí los últimos episodios más bullados en la Convención Constitucional, desde la exclusión del término "República de Chile" en el reglamento, planteada por una de las subcomisiones, hasta el polémico cuestionamiento al exsenador y excomandante en jefe de la Armada, Jorge Arancibia, para formar parte de la Comisión de Derechos Humanos, en lo que ve despropósitos y errores de lado y lado.
Participación electoral será clave en noviembre
- ¿Hasta cuándo cree que puede durar el empate técnico entre Gabriel Boric y Sebastián Sichel que están registrando las encuestas en las últimas tres semanas? ¿Reflejan realmente los niveles de apoyo de candidatos y candidatas?
- Ya no deberíamos sorprendernos por las sorpresas que nos están entregando los resultados electorales. Hace un buen tiempo que las encuestas vienen equivocándose de manera sistemática, a resultas de un escenario volátil y fragmentado, donde el tradicional paradigma izquierda derecha es complementado por nuevos clivajes que se instalaron en el debate público. A primera vista, todo indica que Boric y Sichel tienen la primera opción de pasar a la segunda vuelta y, de verificarse ese escenario, enfrentaríamos un balotaje muy competitivo y de pronóstico reservado. El tema de la participación electoral será clave para el resultado y todavía no sabemos si se restablecerá el voto obligatorio.
- ¿Con la incorporación de la carta de Unidad Constituyente deberían empezar a cambiar las cosas o a esta candidatura le va a costar posicionarse por la tardanza con que llega a la carrera presidencial?
- La ex Concertación lo hizo todo mal. Después de los resultados de las elecciones del 15 y 16 de noviembre, protagonizó un patético espectáculo que la llevó a nuevamente no tener primarias legales, acrecentando su crisis y deterioro. Y lo que antes parecía un ancho y caudaloso río de posibilidades entre Jadue y Lavin, se transformó en un modesto riachuelo, ya que el triunfo de Boric y Sichel estrechó por ambos lados las fronteras de las posibilidades de la centroizquierda. Hoy, la candidata de ese sector enfrenta una paradoja: es la que mejores posibilidades tiene de ganar en una segunda vuelta, pero también es -entre las tres más importantes candidaturas- la que menos chances tiene de llegar al balotaje.
Protagonista de lo que termina, no de lo que viene
- ¿Otra vez las candidaturas presidenciales van a librar la batalla por el centro? ¿Hacia dónde pueden crecer Sichel y Provoste, dadas las aspiraciones de los "extremos" por la derecha y por la izquierda?
- En todas partes del mundo, y Chile no será la excepción, las elecciones se ganan por el centro y apelando al mayoritario voto moderado. Sin embargo, en la campaña de primera vuelta los candidatos Sichel y Boric deben encontrar un adecuado equilibrio para impedir que las opciones más radicales los desfonden electoralmente por las orillas, como es el caso de Kast en la derecha, y probablemente Cuevas por la izquierda. Por lo mismo, veremos una campana de primera vuelta muy ambigua, de muchos símbolos y generalidades, cuyo propósito será no ahuyentar a nadie y procurando que los electores escuchen lo que quieran oír. Distinta será en segunda vuelta, donde todos querrán ser moderados y reformistas, explotando el temor y la incertidumbre por los extremos.
- ¿Cuál ha sido a su juicio el error más grave de la centroizquierda después del plebiscito? Tras la derrota en convencionales se reposicionó en gobernadores ¿o ese fue un resultado efímero?
- Los errores de la centroizquierda son muy anteriores al plebiscito. Por una parte, equivocó su estrategia al intentar refundarse renegando de su historia, sus logros, como también de sus errores; y, por la otra, todavía peor, algunos pocos supusieron que podría prolongarse esa coalición reiterando antiguos discursos y códigos que hoy poco y nada les hacen sentido a los ciudadanos. Si sumamos a lo anterior los nuevos clivajes que dominan el debate político -élites versus ciudadanos, lo nuevo por sobre lo viejo, y la irrupción de la "política de las causas"- no es de extrañar el paupérrimo resultado electoral que la ex Concentración tuvo en las elecciones convencionales. Aún así salvó en algo los muebles en la elección de gobernadores y alcaldes, aunque lo atribuyo más a la inercia que a un cambio de tendencia significativo. La ex Concertación fue un protagonista de lo que termina, pero no de lo que viene.
Proyecto de indulto y cuarto retiro de fondos
- ¿Cuál es su posición respecto del cuarto retiro de fondos previsionales y cómo cree que va a impactar en términos de apoyo la postura que tengan los presidenciables al respecto? ¿El Gobierno y Sichel lograrán ordenar esta vez a sus legisladores?
-No hay dos opiniones sobre lo negativo de los retiros previsionales, y no sólo por el impacto en las futuras pensiones, sino también por la derrota que significa decirles a las personas que la crisis deben afrontarla echando mano a sus propios ahorros. Sin embargo, la necesidad de los retiros, con cara de hereje, también fue gatillada por otra derrota: la de un Estado que no pudo llegar de forma eficiente y oportuna en auxilio de su gente. Hoy la situación es algo diferente y así lo han entendido algunos candidatos. En particular, Sichel jugó una carta interesante, aunque riesgosa, poniendo su patrimonio político para forzar la unidad y disciplina de su sector. Mi pronóstico es que esta vez la derecha, en lo grueso, se ordenará detrás del rechazo al cuarto retiro, dándole un triunfo inicial a su candidato.
- ¿Es partidario del indulto a personas detenidas por delitos cometidos durante el estallido social? ¿Cómo cree que evolucionará el proyecto en el Congreso? ¿Será aprobado en definitiva?
- No soy partidario de ninguna amnistía legislativa, pues siempre que se generaliza, se termina favoreciendo a la impunidad y blanqueando o protegiendo a los culpables en nombre los inocentes. En cambio, sí soy partidario de revisar caso a caso, corrigiendo las evidentes injusticias que se han cometido en muchas situaciones donde la prisión preventiva ha sido excesiva, en las que no hay juicios todavía o cuando las pruebas son insuficientes para presumir un grado de culpabilidad. Pero no estoy de acuerdo y menos disponible para, en una ley general, confundir a personas inocentes privadas de libertad, con otros que afectaron la integridad física, destruyeron y quemaron la propiedad pública y privada, o para qué decir de los narcotraficantes que aprovecharon esta situación para tomar territorios y consolidar el crimen organizado. Desgraciadamente para el país, sospecho que esta ley sí será aprobada en nuestro Congreso, generando un serio e irreparable precedente para el futuro.
El caso arancibia y el concepto de república
- ¿Qué le parece la decisión de la subcomisión de Estructura y Funcionamiento de la Convención Constitucional que aprobó excluir el término "República de Chile" del articulado del reglamento, lo que ha generado bulladas reacciones?
- La expresión República no sólo se opone a la Monarquía, radicando el origen del poder del Estado en la soberanía popular, sino también hace referencia a cosa (res) Pública, es decir, al espacio de común donde nos encontramos los ciudadanos. Y no imagino algo más
La plurinacionalidad o multiculturalidad del Estado será un tema que definir en nuestra nueva Constitución. De una y otra opción se siguen consecuencias diferentes. Los países que han tenido este debate devinieron en diferentes derroteros, algunos virtuosos y otros muy dolorosos".
No soy partidario de ninguna amnistía legislativa, pues siempre que se generaliza, se termina favoreciendo a la impunidad y blanqueando o protegiendo a los culpables en nombre los inocentes. Sí de revisar caso a caso, corrigiendo las injusticias que se han cometido en muchas situaciones".
compartido y propio que una nueva Constitución, donde nos reconocemos con nuestras diferencias como parte de algo que es de todos. Por lo mismo, en nada se opone la palabra República al presente o futuro reconocimiento de los diferentes orígenes culturales que dan lugar a la Nación o al Estado. Por el contrario, la República garantiza que esa diversidad pueda expresarse y reconocerse de manera armónica e integral. Con todo, es necesario precisar que estamos frente a una discusión de procedimientos y no de fondo, ya que recordemos que uno de los límites para elaborar nuestra nueva Carta Fundamental, expresada en el acuerdo del 15 de noviembre, es justamente, entre otros, el que Chile no puede dejar de ser una República y una democracia.
- ¿Chile es un Estado plurinacional, en que "los pueblos están hablando en este momento de refundar la historia con muchas banderas y derechos", como dice la convencional Rosa Catrileo, o es un Estado multicultural con otros reconocimientos?
- La plurinacionalidad o multiculturalidad del Estado será un tema que definir en nuestra nueva Constitución. De una y otra opción se siguen consecuencias diferentes, las que podrían devenir a ciertos grados de autonomía e incluso con independencia territorial. Los países que han tenido este debate devinieron en diferentes derroteros, algunos virtuosos y otros muy dolorosos. Reconozco la deuda y la carga simbólica de esta discusión, como la necesidad de reconocimiento y reparación, pero no estoy seguro de que nuestros actuales convencionales tengan la claridad y plena conciencia sobre las consecuencias de tomar una u otra opción.
- ¿Qué opina del voto político de la Comisión de Derechos Humanos de la Convención que acordó dejar al almirante Jorge Arancibia fuera de las audiencias públicas por "haber celebrado públicamente el golpe de estado cívico- militar y negado las sistemáticas violaciones a los derechos humanos cometidas en ese período", tras lo cual se llegó a una fórmula intermedia?
- Los derechos -en sentido fuerte como decía Dworkin- suponen respetarlos y defenderlos con independencia de nuestro desacuerdo sobre las razones que subyacen a su ejercicio. No tiene sentido que hablemos de derechos, si su reconocimiento está sujeto al acuerdo con la conducta que supuestamente los protege, confundiendo la validez con lo valioso. La designación de Arancibia en esa comisión fue un error, un despropósito e incluso una provocación que a muchos genera gran dolor e irritación; amén de sus declaraciones previas que sólo revelan la indolencia y frivolidad para un momento muy doloroso de nuestra historia. Sin embargo, se trata de un miembro de la Convección elegido mediante sufragio universal, con los mismos derechos y deberes que les asisten a los otros 154 miembros de esa institución, por lo que su censura en dicha comisión me parece un acto ilegal, arbitrario y poco democrático.
- "El tema de fondo es que todos los que están allí es porque fueron elegidos y no pueden sus pares decirles usted no tiene derecho a estar presente en tal o cual reunión. Eso no es propio de un sistema democrático, así de simple", sostuvo al respecto el expresidente Lagos. ¿Está de acuerdo?
- No sólo estoy de acuerdo con el expresidente Lagos, sino además creo que quienes censuraron a Arancibia cometieron un error estratégico, pues su decisión pudiera afectar la legitimidad de la Convención Constitucional. En efecto, hoy la derecha no sólo puede recurrir a la Corte Suprema con los 39 votos que requiere para accionar el reclamo reglamentario, con altas posibilidades de éxito, sino incluso podría ventilar esta disputa en jurisdicción internacional, generándose una innecesaria y evitable disputa sobre el respeto de la diversidad y las reglas del juego democrático. Y resulta más incomprensible que esa censura se haya producido días después de que el propio Arancibia había anunciado que dejaría esa comisión más adelante. Entonces, por razones tanto de fondo como de forma, se cometió un grave error.
- Después de sus primeras semanas de funcionamiento ¿cómo cree que lo ha hecho la Convención Constitucional y cuáles son sus expectativas respecto de su labor?
- Nada de lo ocurrido me sorprende, está dentro de mis expectativas y continúo optimista. Lo reflejo con una imagen. Recordemos el día de la instalación de la Convención el 4 de julio y multipliquemos cada hora por un mes; para así, más o menos, predecir la trayectoria y resultado de esta Convención después de un año. Al principio, fue todo muy caótico, emocional, subjetivo, lleno de informaciones contradictorias, desconfianzas, trifulcas e insultos. Sin embargo, con el paso de las horas, las cosas se fueron aquilatando y ordenando, especialmente por el peso de la responsabilidad que significa la tarea y la importancia de desarrollarla con éxito. Pasaron más horas y todo fluyó de manera institucional, y muchos de los que habían cuestionado el proceso y la autoridad -representados en la abogada del Servel- terminaron aplaudiéndola de pie. Finalmente se culminó votando de forma democrática y republicana (en un cáliz quiero recordar), para elegir a sus principales autoridades. Entonces, recién llevamos una hora y media de ese primer día y ya de a poco este proceso toma forma. 2
sustentabilidad de una fuerza política no se construye desde lo que se rechaza
-¿Cuál es su lectura sobre la actuación de la dirigencia de la Lista del Pueblo? ¿Seguirá perdiendo convencionales?
- Más allá del bochorno que significó la nominación y posterior puesta en duda de la candidatura presidencial de Cristián Cuevas, pudiéramos estar frente a un proceso de desintegración de la Lista del Pueblo, transformando en un predecible fiasco lo que en mayo era una exitosa sorpresa. Digo predecible, ya que los acuerdos políticos son fáciles de organizar desde "lo que rechazamos", eligiendo un enemigo común: sea el neoliberalismo, la derecha, los empresarios o Piñera. Pero la sustentabilidad de una fuerza política se construye sobre "lo que queremos", transitando de la protesta a la propuesta; cuestión que se hace extremadamente difícil en grupos heterogéneos organizados preferentemente en torno a causas. Más todavía, los procesos de institucionalización política imponen grandes desafíos a las expresiones con arraigo en base popular y territorial, pues inevitablemente aquellos representantes terminan pareciéndose a los políticos profesionales que dicen despreciar. Entonces, la energía y novedad iniciales rápidamente se disipan cuando se incorporan al mundo de las reglas y normas, cuestión que intenta evitarse, o a lo menos retrasarse, echando mano a decisiones simbólicas, aunque resulten destructivas para el propio movimiento.
- ¿Usted cree que tiene alguna posibilidad de éxito la iniciativa FA-PC para que los independientes vayan en listas y se repita un escenario como el de la Convención Constitucional?
- Es difícil que una gran cantidad de independientes sean electos en las próximas elecciones del Congreso. Ya no prosperó la iniciativa por bajar las barreras de entrada para personas que no integran las listas de los partidos políticos, tal cual sí se hizo para la Convección Constitucional. Pese al esfuerzo que hará el pacto FA-PC para incorporar rostros nuevos, cuestión que me imagino harán también las otras coaliciones, la perspectiva de un futuro gobierno complejo y difícil, con la necesidad de mayor seguridad y disciplina interna, serán un incentivo para reclutar a aquellos que se ordenen en torno a las candidaturas presidenciales primero y a las fuerzas políticas tradicionales después. 2
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