En plena ebullición de las diferencias entre Chile y Argentina tras la actualización de límites de la plataforma continental de nuestro país en su carta náutica y que el Gobierno trasandino ha calificado como "una pretensión que no es aceptable", el Presidente Sebastián Piñera iniciará una gira de trabajo por Europa junto al canciller Andrés Allamand, quien desde ayer ya se encontraba en Madrid.
El viaje comenzará este viernes y se extenderá hasta el próximo 12 de septiembre, periodo en el cual el Jefe de Estado visitará España, Francia, Italia y Reino Unido, donde se reunirá con el rey Felipe VI y el presidente Pedro Sánchez; el premier británico Boris Johnson y con el presidente francés Emmanuel Macron, además de una visita al Papa Francisco.
La gira retoma el itinerario fijado en la visita que originalmente el mandatario realizaría al Viejo Continente el pasado 5 de junio y que debió suspender en plena alza de contagios de covid-19 en Chile.
Entre los objetivos de la gira están el impulso a una modernización del acuerdo de asociación entre Chile y la Unión Europea; el abordaje de materias relativas al medioambiente y protección de áreas marítimas; y medidas de recuperación económica después de finalizada la pandemia.
Luego de su retorno al país, Piñera viajará a participar en la Asamblea General de Naciones Unidas, a fines de septiembre en Nueva York; y tendrá una visita a Glasgow, Escocia, donde será parte de la cumbre del cambio climático COP26.
Polémicas
En la antesala del viaje se conocieron dos peticiones que podrían marcar la gira que comienza hoy.
La primera: ayer un grupo de 11 diputados de la UDI, entre ellos Juan Antonio Coloma, Gustavo Sanhueza, Sergio Bobadilla y Jorge Alessandri, entregaron al jefe de Estado una carta que esperan sea entregada al Papa Francisco, con el fin de que el Pontífice pueda pronunciarse sobre los hechos de violencia ocurridos durante el estallido social -con foco en los templos religiosos incendiados durante la crisis- y en particular sobre el proyecto de indulto a detenidos durante la revuelta.
"Sabemos que las situaciones de desigualdad deben ser corregidas y que las protestas sociales pacíficas son una legítima muestra de descontento social ante las autoridades. Pero lo que resulta inaceptable es que, bajo el pretexto de la manifestación, quienes claman por una vida de dignidad y derechos, sean capaces de afectar justamente los derechos de terceras personas, como lo es el derecho al trabajo, a la libertad de culto, a la conservación de templos y lugares religiosos", indicaron los legisladores, según La Tercera.
La segunda: ayer Amnistía Internacional informó que, a raíz de la gira, solicitó a los líderes de España, Francia, Italia y Reino Unido abordar el tema de las violaciones a los Derechos Humanos cometidas durante la crisis social de 2019, y que reportes de la entidad consideran "hechos no aislados". "La comunidad internacional no puede ser cómplice de esta impunidad", aseguró la directora del organismo.