The Oz baja el telón tras 16 años de historia
EMBLEMÁTICO. Problemas económicos generados por la pandemia fueron el golpe de gracia a la sala de cine.
El espacio nació como un videoclub en la ciudad de Chillán en el año 2005, pero siempre con la intención de transformarse en un cine a largo plazo.
Sixto Valdés, ingeniero comercial, dueño y fundador de Cine The Oz comentó las causas que los llevaron a tomar la decisión de cerrar uno de los cines más icónicos y queridos por los chillanejos, sin embargo, fue enfático en que la intención es volver a abrir.
"Nuestra intención es poder volver a abrir en algún momento, pero la realidad de hoy lo hace imposible, hasta el momento no existe una posibilidad muy cercana de hacerlo y los motivos tienen que ver con el factor económico y el contexto pandémico".
De todos modos, el ingeniero amante del cine comentó que "mientras tanto vamos a seguir trabajando de manera online con talleres y actividades, y también vamos a utilizar espacios del Teatro Municipal para hacer actividades o exhibiciones como lo estamos haciendo hasta el momento", puntualizó.
Respecto a si ha recibido alguna ayuda para que el espacio no deba cerrar sus puertas, Valdés se lo toma con calma y aclaró que, "no hay conversaciones con ningún organismo estatal y sinceramente no espero una colaboración de ellos porque entiendo que no es posible. Lo que nos serviría hoy son dos cosas, conseguir un espacio donde poder movernos con las características que necesita el cine siendo un espacio más o menos amplio, o fondos, y entiendo que para eso uno postula a proyectos o a fondos concursables. Así que de parte directa de ellos no esperamos nada, solo intentar postular a esos proyectos".
Proyecto de vida
Para Sixto Valdés el tener que tomar esta determinación representa un golpe fuerte, que va más allá de lo meramente económico, mezclandose varias emociones. "Es triste y duro, porque en realidad he dedicado mi vida a armar The Oz. Al salir de la universidad prácticamente al mismo tiempo comencé a formar este proyecto y ya han pasado 16 años desde ahí entonces no es solamente un negocio, es un proyecto de vida y que se esté terminando es fuerte. Hay un tema emocional muy potente en lo personal pero también a nivel comunal. "En la comunidad hay un grupo de personas que también les debe afectar, ese grupo que es más cercano al cine y que había participado en muchos proyectos que hemos hecho en la última década o desde que abrimos, se genera un vinculo emocional más que comercial, eso es lo que más duele", reflexionó con un dejo de resignación.
¿ Plazos para una posible reapertura?
Si bien el presente es complicado, por eso optó por el cierre, Valdés todavía guarda la esperanza de un regreso, para el cual no pone fecha. "Todo depende de los plazos en realidad, porque si me preguntan si abrimos de aquí a un año o seis meses, hay un 0% de posibilidades. Pero de aquí a un año o un año y medio puede haber un 50 a 60%. Lo que ocurre y justamente lo que más duele, es que lo que habíamos construido en este espacio fueron años de sacrificio con mucha inversión que se fue, y volver a poder juntar los recursos para de nuevo invertir, va a ser largo", finalizó con pesar.