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Trabajador o Asistente de la Educación
En Chile, a partir del Decreto Supremo N°615, promulgado en 1993 por el Presidente de la República: Patricio Aylwin Azocar, se conmemora el 01 de Octubre el "Día del Trabajador de la Educación". Posteriormente, en 2006 el Ministerio de Educación modifica el nombre de esta conmemoración a "Día de los asistentes de la educación", de manera de focalizar las funciones que ejercen en estas labores de acuerdo a la legislación vigente. En general, la promulgación y vigencia de este decreto busca homenajear a un grupo heterogéneo de profesionales, técnicos, administrativos y auxiliares que coadyuvan efectivamente en el proceso de enseñanza y aprendizaje de los y las estudiantes, en todos los niveles y modalidades de la educación. De acuerdo con la Ley N°19.464, en el Artículo 2, letra a y b, las funciones de carácter profesional y de paradoncia de los trabajadores de la educación, se orienta a la complementación de la labor educativa en apoyo y control del proceso de enseñanza y aprendizaje.
Más allá de estas determinaciones legislativas de las funciones adscritas a sus labores, existe en la conciencia colectiva de las diversas instituciones educativas, la calidez, la eficiencia y responsabilidad en el servicio prestado de estos profesionales en pro de la educación chilena. De esta manera, es momento propicio para resaltar su participación en el trabajo interdisciplinario que subyace en la formación integral del estudiantado, especialmente en la educación Superior. Es por ello, que la UTEM enaltece este homenaje, especialmente a todo su personal trabajador o asistente de la educación, como pilar fundamental en el desarrollo del servicio educativo, dentro de una visión coherente con toda la institución, en atención al Modelo Educativo institucional.
Janeth Valecillos Pereira
El turismo al servicio del crecimiento inclusivo
El lema que entrega para este año 2021 la Organización Mundial del Turismo, llama a una profunda reflexión respecto al desarrollo de la actividad turística, la cual debe considerar una distribución amplia y justa, para todos quienes formamos parte de esta actividad.
Se deben redefinir las acciones que cada ciudadano está dispuesto a generar, sensibilizar a la población formando ciudadanos conscientes, crear alianzas que permitan mirar con optimismo, considerando las oportunidades que estamos otorgando a nuestros adultos mayores, a las personas en situación de discapacidad y a los segmentos vulnerables de la ciudadanía.
Además, del comercio justo o la acción que estamos llevando a cabo para mitigar el cambio climático, como contribuimos con la igualdad de género, los derechos indígenas, la inclusión laboral y las oportunidades que estamos entregando a nuestros niños y juventud para conocer, disfrutar y valorar nuestros recursos naturales y culturales.
Es importante destacar el trabajo que ha venido desarrollando la Subsecretaria de Turismo y operacionalizando a través de SERNATUR en todas sus direcciones regionales, pero se requiere hacer más visible el trabajo con otros organismos públicos, dada la transversalidad que esta actividad tiene.
Por ejemplo, conozco de cerca el trabajo que lleva la CONAF en nuestro país, aportando a lo que es el turismo asociado a la naturaleza e inclusivo social, los diversos servicios educativos ambientales y recreativos con accesibilidad universal que se han implementado en las áreas silvestres protegidas del Estado. Un gran aporte a lo que es la salud mental de los habitantes de nuestro país, donde se aborda la sustentabilidad y los nuevos desafíos en materia de Política Forestal y Ambiental, la equidad de género. Acciones como las anteriores, son las que conducen a un desarrollo forestal, ambiental inclusivo y sustentable.
¿Cómo aportamos desde la academia en este desafío? Sensibilizando en la formación que entregamos, reforzando lo que dan desde sus hogares las y los estudiantes, con la debida sensibilización social. El trabajo que se articula bajo el modelo de cuádruple hélice (C4H), constituye una oportunidad para organizarse, ya que hace posible la interacción de cuatro ejes principales: la academia, la administración pública, la empresa y las personas, ejes fundamentales que promueven e impulsan un trabajo colaborativo, en sinergia, e invita al intercambio de experiencias en cada uno de sus ámbitos, para un desarrollo amplio, justo e inclusivo.
En este último tiempo, con la megacrisis provocada por la pandemia Covid-19, la peor parte se la han llevado los grupos marginados y las personas más vulnerables, para quienes se requiere el respeto, la participación efectiva, la sensibilización y el valor social, cultural, político y económico del turismo y la contribución que el sector puede hacer al desarrollo sostenible de las economías locales para su reactivación.
Marfilda Sandoval , jefa de Carrera Ingeniería en Gestión Turística