Suicidios en personas mayores
La esperanza de vida de las personas mayores se ha incrementado en nuestro país, pero lamentablemente, también lo ha hecho la tasa de suicidios como causa de muerte no natural en este grupo etario.
Diversos estudios asociados a esta temática nos muestran que la población envejecida está más susceptible a los cambios de la sociedad actual, donde la tecnologización y estilos de vida acelerados nos obligan a mantenernos actualizados en diversos temas que para las personas mayores es algo difícil de comprender.
La vejez es una etapa caracterizada por múltiples cambios físicos y mentales, siendo este proceso un fenómeno gradual que termina en la muerte, ya sea de forma natural o por enfermedades asociadas. No obstante, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada día la tasa de suicidios en este grupo aumenta, siendo esta la causa de muerte no natural prevalente en los adultos mayores de 70 años. Al describir los sentimientos y causales que los llevarían a tomar esta decisión, encontramos una triada relacionada con la soledad, abatimiento y vacío.
Si analizamos el perfil de las personas mayores y esta causa de fallecimiento, podemos mencionar que los intentos de suicidio se dan más en el sexo femenino, en tanto, los suicidios consumados, en el masculino. Las causas más frecuentes están relacionadas con la soledad, las dificultades económicas y los problemas de salud como limitantes para poder vivir de forma óptima.
Como sociedad joven, aún estamos en deuda respecto a cómo abordar un envejecimiento saludable para nuestra población, ya que, a pesar de que existen políticas públicas, programas e incluso organismos como el Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA), la difusión de estas estrategias es aún poco conocida. Sin mencionar, además, que la salud mental en la actualidad es un bien poco valorado, lo que dificulta el acceso a servicios de atención especializados que permitan pesquisar y enfrentar estas situaciones de manera oportuna.
Es relevante enfatizar y reforzar los factores protectores de adultos mayores como un bien de apoyo, incorporando a la familia y sociedad para su inclusión en actividades de la vida diaria, y en los diversos aspectos de la sociedad como, por ejemplo, salud y trabajo. La vejez no es una enfermedad, sino una etapa más de la vida, cuyo valor principal radica en la experiencia.s.
Cynthia Cariaga, UDLA.
Reino Unido, Rusia y Japón
Estos tres países pasan actualmente por procesos distintos respecto de la pandemia de covid-19.
El Reino Unido, exportador de vacunas contra el mal, no puede cerrar la ola que comenzó en junio pasado y tiene un nivel de 40.000 nuevos casos diarios. Partieron como líderes europeos en la vacunación y el proceso se estancó con cerca del 67 % de la población vacunada con 2 dosis. El gobierno británico no impone aislamiento ni incentiva el uso de mascarilla.
Rusia, otro exportador de vacunas, está en pleno rebrote de su ola comenzada también en junio alcanzando sobre 32.000 nuevos casos diarios y en aumento. Tan solo el 32 % de su población está doblemente vacunada. El gobierno ruso no impone aislamiento ni incentiva el uso de mascarilla.
Japón comenzó su última ola a mediados de julio, maximizó en agosto con 25.000 nuevos contagios diarios, en consonancia con los juegos olímpicos y está cerrando ahora con 500 casos: una ola corta. El 67% de su población está completamente vacunada.
Por tradición asiática los japoneses practican el aislamiento social en cualquier epidemia y usan mascarilla.
Las conclusiones parecen claras: la vacunación por sí sola no sirve, tan solo bien complementada con restricciones de movilidad, distanciamiento y uso de mascarilla se logra contener al covid-19.
Eugenio Vogel
Provoste y la pobreza
En un debate la candidata Yasna Provoste dijo que "2.400.000 familias en nuestro país cayeron de ser familias de clase media a ser familias en pobreza, y 300.000 que eran familias en pobreza cayeron a extrema pobreza". Ninguna de esas cifras es correcta.
Según la encuesta Casen 2020 se estima que el número de familias bajo la línea de pobreza aumentó en 171.886 desde el 2017 al 2020, pasando desde 452.000 a 623.886 hogares. En tanto, el número de familias en pobreza extrema aumentó en 124.837, pasando de 131.652 en 2017 a 256.489 en 2020.
Valentina Ramírez