Carrère sigue huyendo de las etiquetas y, por ahora, de la autocensura
LITERATURA. El escritor, guionista y director francés recibió ayer el Premio Princesa de Asturias de las Letras.
Agencias/Redacción
El escritor francés Emmanuel Carrère, sucesor de la canadiense Anne Carson como ganador del Premio Princesa de Asturias de las Letras, ayer llegó hasta la ciudad de Oviedo, España, para recibir el galardón de manos de la princesa Leonor.
En su comparecencia ante la prensa, el galo dejó entrever que sigue huyendo de las etiquetas para definir una obra como la suya, que borra las fronteras entre realidad y ficción y en la que, en ocasiones, se sitúa como protagonista. "Son relatos, un poco de todo", asegura a la vez que celebra haber evitado hasta ahora la autocensura, aunque vea más cercano el riesgo de tener que hacerlo.
Tras agradecer el "inmenso honor" que representa el galardón, repasó una trayectoria que es crónica del tiempo y de sus experiencias, y centrada ahora en la cobertura del juicio contra los autores de los atentados islamistas de 2015 en París.
Ese seguimiento a un proceso judicial que se prolongará durante un año se refleja en las crónicas semanales que publica en Le Nouvel Observateur y "probablemente" se convierta en libro.
La idea es un regreso al origen de su éxito de crítica y ventas que arrancó con "El adversario", la crónica de la vida y el pensamiento de Jean-Claude Romand, el hombre que asesinó a su esposa, sus hijos y sus padres.
En ese caso, recordó, lo que se planteaba detrás de esa "tremenda" historia eran las relaciones humanas y sicológicas entre personas que tenían un vínculo "fuerte e íntimo".
Ninguna razón
La situación está "en las antípodas" de lo ocurrido en la sala Bataclan, dado que entre asesinos y asesinados "no había ningún vínculo, no se conocían y las víctimas fueron asesinadas de manera arbitraria".
"Esa es casi la denominación del terrorismo y lo que es aterrador es el hecho de que uno no se puede apartar de ello", apuntó el también guionista y director de cine.
Para Carrère, "no hay ninguna razón, por pequeña que sea, que pueda explicar el crimen" cometido por un grupo de hombres "que no son figuras, que no están realmente a la altura del mal", por lo que cabe preguntarse por la banalidad de este.
Un juicio como el que ahora está cubriendo constituye "una dramaturgia muy fuerte" y su seguimiento, pese a su larga duración, se convierte "incluso en adictivo", indicó.
El autor de "El Reino" advirtió además que su obra se compone de "relatos" que prefiere no etiquetar y que son "un poco de todo: novela ficción, no ficción, nuevo periodismo o autoficción". En ellos, por el momento, no ha caído en la autocensura, "pero cuanto más tiempo pasa, mayor es el riesgo de tener que hacerlo".
Tras señalar que "muchos juicios expresados por grandes escritores hoy en día se condenarían", Carrère reconoció que en su última publicación, la autobiográfica "Yoga", aparecían aspectos en los que "a lo mejor debió ser más prudente", después de verse obligado a retirar algunos extractos al no obtener el consentimiento de su mujer para salir mencionada.
Otro indignado
El contrato que entonces firmó con su exesposa "seguramente" no lo publicará nunca, dado que prefiere "pasar página" de ese proceso, aseguró Carrère, que no podrá presentar en la Fábrica de Armas de Oviedo como tenía previsto su última incursión en el cine, "En un muelle de Normandía", una historia de cesantía y exclusión social que dirigió y guionizó a partir de una novela de la periodista francesa Florence Aubenas.
El autor, que asegura sentirse indignado "como cualquier ciudadano" con la desdicha relacionada con la desigualdad y la miseria económica o política, aseguró sentirse tan cómodo trabajando con los personajes que desarrolla en su obra literaria como los actores en el ámbito del cine.