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Día del Abuelo
El mundo está cambiando para siempre y la Era Digital actúa como reflejo de las transformaciones. La más reciente tiene relación con el denominado "metaverso", un concepto recogido por los gigantes tecnológicos a nivel mundial, y que lo posicionan como la nueva manera de interactuar en la red.
Metaverso servirá para estudiar, comprar, vivir, distraerse y también para trabajar, generando prácticamente una realidad virtual paralela al mundo como lo conocemos. Pero, en medio de toda esta revolución del Internet, ¿Qué rol juegan las personas? Uno clave, y tiene que ver con la humanización de sistemas que cada vez son más automatizados.
Estamos viviendo el fenómeno de escasez de talento más grande de los últimos 15 años y actualmente el 69% de los empleadores del mundo no pueden encontrar personas que cuenten con los atributos necesarios para administrar este nuevo escenario tecnológico, en el que predominan las habilidades blandas, justamente para contrarrestar la inminente y tan en boga automatización.
El nuevo metaverso se está recién configurando, pero es de suma importancia dar al talento humano el espacio que merece en esta nueva forma de vivir y consumir, y se vuelve más necesario no solo cuidar e impulsar ese talento escaso, sino que también fomentarlo en las nuevas generaciones. Reclutar talentos para un puesto en base a sus videojuegos favoritos hace 20 años era visto como algo imposible, pero hoy ya es una realidad. Eso es metaverso: la valoración de las personas, ante todo. Es el gran desafío que tenemos por delante.
Mathilde Cordier-Hüni, Gerenta de Experis Chile
No estamos blindados
Nos convencimos de que el exitoso programa de vacunación nos sacaría de la pandemia y otra vez pensamos que seríamos la excepción mundial. Sin embargo, la realidad nos derrota y estamos frente a un alza de contagios y hospitalizaciones de covid-19 en aumento.
Los datos disponibles del Minsal indican que más del 60% de personas que están llegando a la UCI están vacunadas con el esquema completo. Resulta evidente, por lo tanto, que las vacunas no nos dejan blindados y obviamente podemos infectarnos e infectar a otros, es decir, las vacunas no son infalibles.
Por otra parte, los datos también muestran que, del pequeño universo sin esquema de vacunación completa, una mayor proporción, mayor incidencia, termina en UCI, o sea, las vacunas funcionan. Hoy los datos indican que la variante delta corresponde a más del 95% de las nuevas infecciones comunitarias y debemos considerar que tener una sola dosis tampoco es una solución. El solo hecho que hayamos tenido que ponernos una dosis de refuerzo para poder aumentar el número de anticuerpos anti-SarsCov2 nos debiera dejar claro que la vacuna con el esquema completo no nos protege eternamente. Razón por la que es imperioso que todos aquellos que no se han puesto el refuerzo lo hagan.
Más de 10 casos por cada 100 mil habitantes en la RM es un indicador que el nivel de contagios es alto y que no teníamos desde hace un par de meses. Peor lo es la velocidad con que aumentan los casos: más de un 50% en los últimos 7 días, una velocidad solo comparable a mayo de 2020 cuando la capacidad de testeo limitada y creer en una nueva normalidad nos pasó la cuenta. El escenario actual es inestable por muchos motivos. Uno clave es la vigilancia.
Creemos que somos como Israel o Reino Unido de Sudamérica, pero nos olvidamos de que ellos hacen cerca de 4 veces más test por millón de habitantes que nosotros. La vigilancia genómica de Reino Unido es referente a nivel mundial y en ambos países presentan programas de testeo, trazabilidad y aislamiento (TTA) consolidados.
En cambio, en Chile, TTA ha sufrido debilitamiento desde el 1 de octubre con la noticia de exclusión de APS de esta labor. Considerando que la mayor parte de las nuevas infecciones son por la variante delta y su transmisibilidad es muy alta tal cual se ha visto en otros países, sumado a la gran apertura a la que estamos expuestos, más las deficiencias de TTA hacen un buen caldo de cultivo para que el contagio suba sin control.
Claudia Saavedra, Microbióloga Universidad Andrés Bello/ Rafael González, académico Centro de Tecnología Aplicada Universidad Mayor
Anti
Algunos programas presidenciales de izquierda se definen , en una palabra, como "anti-neoliberales". Por razones obvias , Maduro es el gobernante más anti-neoliberal del planeta y todos sabemos cómo le va. Entonces, ¿qué queremos, ser Pro-Maduro? En Chile estamos, según la ONU, en el primer lugar en Índice de Desarrollo Humano en Latinoamérica, es decir, estamos bien en relación a nuestro barrio debido al sistema liberal (o neoliberal, si se quiere) y no necesitamos políticas anti-neoliberales fracasadas. Y eso después de 30 años de haber sido sometidos a un demoledor bombardeo de la izquierda, que nos tiene con un sistema (neo)liberal relativamente exitoso a pesar de lo maltrecho, distorsionado y contradictorio que está en muchos aspectos.
José Luis Hernández Vidal