Correo
Cuidar es una tarea compartida
Desde el punto de vista de la división sexual del trabajo y los modos en los que se organiza tradicionalmente la vida familiar en Chile, la responsabilidad del cuidado de otras y otros ha recaído históricamente sobre las mujeres, implicándonos una gran dedicación de tiempo y sobrecarga de labores y deberes.
De acuerdo con datos del INE (2021), el porcentaje de mujeres que no buscó trabajo remunerado argumentando como principal causa la responsabilidad de cuidado de otras/os aumentó a un 593% durante el peak de la pandemia. Frente a ello, es imperativo replantearnos una nueva forma de organizar el trabajo, así como reforzar la instalación de un nuevo modelo de división del trabajo, donde las labores de cuidado queden repartidas bajo un criterio equitativo entre los géneros.
Si la responsabilidad del cuidado recae principalmente en las mujeres, pronto se ahondará en un déficit de cuidadores, porque nosotras estamos participando del mercado laboral de forma activa y sostenida en el tiempo. Si los hombres no cuidan a sus hijas e hijos, a sus padres y abuelos; si no enseñan a cuidar, como consecuencia habrá menos personas dispuestas a hacerlo en el futuro.
Si los hombres, las instituciones y la sociedad no se incorporan al cuidado, ¿quiénes cuidarán a una población cada vez más envejecida? En definitiva, si la comunidad -en su amplio espectro- no se incorpora de manera extensa al cuidado, perdemos todas y todos, y en ello, la corresponsabilidad se convierte en un deber ético.
Alina Muñoz Rojas, Académica de Vinculación con el Medio, Ingeniería Comercial USS
Apuntemos al 100% de inclusión
Según los resultados del informe realizado por la Fundación Chilena para la Discapacidad (FCHD) sobre la incorporación laboral de personas en situación de discapacidad, a propósito de la implementación de la Ley 21.015, casi un 60% de los encuestados declaró haber sido contratados bajo esta regulación. La efectividad de la normativa es evidente, pero ¿qué sucede con el otro 40%?
Se estableció que los organismos públicos y las empresas con 100 o más trabajadores deberán contar con al menos el 1% de personas con discapacidad en su dotación. Para aquellos que tienen razones fundadas de no hacerlo existen alternativas que benefician, por ejemplo, a fundaciones, cuya actividad se oriente a fomentar la inclusión laboral, lo cual tiene un resultado indirecto en la empleabilidad.
Si bien puede ser una medida oportuna, el efecto podría ser mucho más directo si empresas pequeñas pudiesen recibir este tipo de donaciones, y así ofrecer más opciones para que personas con discapacidad accedan al mercado laboral. En un ecosistema donde las micro y pequeñas empresas están en el centro del futuro nacional, es importante promover culturas corporativas inclusivas.
Francisco Larraín
Elecciones
Esta es una de las elecciones más abiertas que ha tenido nuestro país, desde el retorno a la democracia. Nadie puede garantizar el resultado electoral y, lo objetivo, es leer el balotaje en clave en lo que respecta a los indicadores de escepticismo ciudadano y la desconfianza institucional.
Esta incertidumbre, es la que debe estar acompañando a muchos ciudadanos, particularmente a esa mayoría que no votó. Por eso, es importante que los candidatos y sus programas, no sobredimensionen las expectativas de la ciudadanía, ya que la realidad es de austeridad fiscal y con una pandemia, que continúa.
Debemos asumir, que tenemos una fragmentación en la forma común de vida que nos aunaba, como parte de un mismo proyecto país y esto se ha visto reflejado en la pérdida de ciertas convicciones, entre ellas la mirada del crecimiento económico como vía al desarrollo, la pérdida de la focalización como justicia redistributiva antes que el universalismo, y el saber técnico ha sido sobrepasado, por el político y los consensos se han perdido.
Es la hora que reflexionemos y que retomemos el diálogo, como un actor fundamental, por sobre el juego adversarial y que las pequeñeces, comencemos a mirarlas "subiendo el escalón", por que se viene un período difícil para cualquiera que nos gobierne, y no existe otra forma de reorganizarnos para salir de la crisis, que encontrar un marco político común. El resultado electoral del 19 de diciembre, comienza una nueva etapa donde deberemos, cuidar y preservar la convivencia democrática.
Marta Canto Castro