Del digital al físico
El 3 de marzo del 2020 se detectó en Chile el primer caso de covid-19. En poco tiempo este virus tomó la calificación de pandemia, repercutiendo mundialmente y modificando la forma que interactuamos. El mundo digital tomó gran preponderancia, ejemplo de ello es el incremento de diversas plataformas que, en su origen, eran utilizada por grupos particulares.
Hoy miramos la pandemia un poco más lejos, el proceso de vacunación ha sido exitoso en nuestro país, lo que permitió flexibilizar considerablemente las restricciones sanitarias, gatillando nuevos desafíos, sobre todo en el mundo físico. Un caso interesante de analizar es cómo diversos retailers adoptaron el concepto de "click and collect", donde los clientes realizan sus compras desde la aplicación o página web de la marca y luego van al punto de venta a retirar sus productos. El proceso cuenta con una gran experiencia uniendo estos dos mundos a través de la tecnología QR, tecnología que hoy también está siendo utilizada en otros rubros como la gastronomía.
En este rubro hoy podemos reservar en línea, el sistema genera un código QR de validación y una vez que vamos al restaurant nos escanean el código para validar nuestra reserva. Este proceso tiene muchas ventajas, no se generan aglomeraciones en el punto de venta, se tiene una mejor gestión del tiempo permitiendo una trazabilidad del servicio.
Si bien el concepto phygital no es algo nuevo, no ha sido de rápida adopción, las razones son varias, pero podemos destacar tres: adopción de tecnología, comportamiento de los usuarios e integración de los procesos. Por esta razón, se asocia mucho este concepto con la "Industria 4.0" donde se busca interconectar las áreas de una empresa, mayormente operativa para disponibilizar servicios y una mejor experiencia a los clientes o potenciales consumidores.
Tenemos un largo camino que recorrer, debemos mirar estos temas de forma estratégica y no como acciones puntuales, pero por sobre todo debemos poner al consumidor en el centro, solucionando problemas en el llamado viaje del cliente.
Felipe Ramírez, CTO de Rompecabeza
Ser solidario es pagar sueldos dignos
El Día Internacional de la Solidaridad Humana, proclamado el 2006 por la Unesco, se celebra este 20 de diciembre. Por definición, la solidaridad es un valor que se traduce en la colaboración entre individuos para superar desastres. En Chile hemos sido testigos de la ayuda desinteresada en terremotos, campañas de distinto tipo -como la Teletón-, ollas comunes durante los peores momentos de la pandemia, la ayuda ante los incendios forestales en 2017 o los aluviones en Copiapó, etc..
Sin embargo, hay un problema que está presente todos los días y se ha agudizado con la crisis sanitaria. Se trata del sueldo mínimo actual, que mantiene a un grupo importante de trabajadores por debajo de la línea de la pobreza.
Hoy, más que nunca, tenemos que ser solidarios con quienes han sufrido en esta pandemia, las familias que han perdido el trabajo, las empresas que han quebrado y los que están en búsqueda de un sueldo digno. No es solidario que más de 890 mil personas trabajen 45 horas semanales por 337 mil pesos.
El Día de la Solidaridad se celebrará justo unos días antes de Navidad y Año Nuevo. En general, estos son días de contemplación, alegría y reflexión. Tomemos esta oportunidad para practicar y contagiar la solidaridad en torno al mejoramiento de sueldos.
El cambio ya está en desarrollo, pero es importante que crezca y se mantenga en el tiempo a través del compromiso y la voluntad de empresas de distintos sectores. La mejoría en las políticas salariales debería ser parte esencial de la recuperación económica que el país experimentará en el mediano y largo plazo, sin importar las circunstancias. Una mejor repartición de los beneficios de las empresas a favor de los trabajadores puede transformarse en un eje que, de manera progresiva, sirva para que empresas y sus colaboradores crezcan en conjunto.
Catalina Valiente directora ejecutiva Desafío 10X
Qué atrasados estamos
En pleno siglo 21, cuando un estallido social y una pandemia nos han enseñado que la salud, la familia, los afectos, el medioambiente, son los temas que realmente importan, no pude menos que encolerizarme hace unas semanas, cuando en un paseo por las orillas del río Cautín me encontré con una familia sentada sobre las piedras, y donde el adulto varón portaba un rifle, supongo que de postones, mientras vigilaba los pequeños islotes que se forman en el río y donde anidan numerosas especies de pájaros, especialmente patos.
Quise hacer patente mi indignación, pero mi acompañante me sugirió que lo dejara pasar, pues podía ser hasta peligrosa la reacción de este sujeto.
Mientras todo el mundo lucha por preservar los humedales, limpiar los ríos y cuidar la flora y fauna, cuesta creer que aún exista gente capaz de matar animales prácticamente por matar.
Alejandra Pérez