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Cambio climático

Chile está haciendo lo suyo, en especial en el sector energético, con el cierre de plantas termoeléctricas a carbón. El planeta registra récords de temperaturas, desde 2015 hasta el presente año, que son considerados los más cálidos de la historia.
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Recientemente se han cumplido cinco años desde que entraron en vigencia las normas del Acuerdo de París en el que los países se comprometieron a impulsar medidas para reducir el cambio climático y efecto invernadero. A pesar de que ha habido confinamientos en muchas ciudades del mundo debido a la pandemia de covid 19, la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera no ha tenido avances notorios a nivel mundial.

El Acuerdo de París fue adoptado como parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que estableció medidas que adoptarán los países para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. La concentración en la atmósfera de los principales gases de efecto invernadero -dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O)- marcó un récord durante 2018. En el caso del CO2, el principal de estos gases responsables del calentamiento global, habría que retroceder al menos tres millones de años para encontrar una concentración tan grande en la atmósfera, cuando ni siquiera existían los seres humanos. El planeta registra récords de temperaturas, desde 2015 hasta el presente año, que son considerados los más cálidos de la historia, desde que hay mediciones fiables.

Chile es un país pequeño e influye poco en esta realidad, pero está haciendo lo suyo, en especial en el sector energético, donde en un plan por etapas se están cerrando las plantas generadoras termoeléctricas a carbón, junto con desarrollar energías renovables no convencionales, especialmente las solares. Hay un compromiso de electrificación del transporte público antes de 2040 y la reforestación y protección de los bosques para alcanzar la carbono neutralidad antes de 2050. Más allá de los grandes tópicos medioambientales, existen aquellos más particulares y domésticos, pero no por ello menos importantes, confinados a las comunidades, en las que la conciencia ecológica es escasa o tal vez no existe. Es importante tomar conciencia del problema en el que estamos involucrados y asumir compromisos individuales y colectivos que garanticen la vida de las personas y del planeta.

Navidad 2021, que no sea rutina

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La fecha fue elegida por diversos motivos, más allá de éstos, trasciende la historia, el cristianismo y el mundo religioso. Existió un hombre que, en tres años de enseñanza, logró tal impacto que, a más de dos mil años, seguimos celebrando su nacimiento. Acontecimiento nada espectacular, los avatares sociopolíticos obligaron a sus padres a un traslado, y a ser peregrinos fuera de su lugar de residencia, allí les sorprende el parto, sin tener un lugar para el nacimiento, se refugian en una establo o gruta donde guardaban animales y la pesebrera sirvió de cuna. Al recordarlo, año tras año, bien podríamos pasar por alto la profundidad del acontecimiento y ni siquiera preguntarnos por qué celebramos. La novedad de la celebración la entrega el contexto en que celebramos.

No es lo mismo celebrar navidad si, durante el año tuviste una enfermedad, una tragedia o perdiste un ser querido. Si lograste un título o terminaste un proyecto. El hito de la navidad hará que recuerdes y valores de mejor manera lo que has vivido. Sin embargo, no es solo un tema individual. No vivimos solos, y al igual que lo sucedido en aquel nacimiento, la realidad social y colectiva nos afecta y nos abre a nuevas realidades.

No salimos de una pandemia que desnudó nuestras debilidades, nos llenó de incertidumbres y sacó lo mejor y lo peor del ser humano a la luz de todos.

En nuestro país, acabamos de elegir presidente de la república entre dos candidatos inesperados, sorprendidos ellos mismos, con una gran polarización previa y una masiva concurrencia a votar. Fue el final de una maratón de elecciones que logró un record de eventos eleccionarios, cada uno con sus sorpresas, triunfos, derrotas y aprendizajes.

En todo lo anterior hay una constante, la revelación de la fragilidad humana. La fragilidad de la vida, de nuestra rutina, de nuestros proyectos, cada acontecimiento que hemos vivido derrumbó seguridades y arrogancias, no somos los poderosos que pensábamos. Paradojalmente, todo esto nos conecta frontalmente con la navidad. El nacimiento del niño Jesús es la revelación de la esperanza en una de las formas más débiles y tiernas de nuestra condición, la vida al nacer. El papa Francisco nos decía durante la semana, en la catequesis del miércoles invitaba a contemplar el pesebre y agregaba: "debemos pedir la humildad como una gracia: "Señor que no sea soberbio, que no sea autosuficiente, que no crea que yo soy el centro del universo, hazme humilde, dame la gracia de la humildad, y con esta humildad pueda encontrarte". La humildad posibilita el encuentro con los demás y también nos abre a la posibilidad de encontrarnos con Dios. Ha pasado mucho en el último tiempo, esta navidad no puede ser una más, lo más probable es que no todo ha sido como hubiésemos querido, también que hayamos recibido más allá de lo que esperábamos; que la humildad nos permita vivir la novedad, la navidad nunca es rutina.

Luis Flores Quintana Sacerdote

El mayor anuncio en materia cultural

Un Museo Regional es considerado un espacio relevante e imprescindible para la educación
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Un museo regional para Ñuble, fue a mi juicio, la mayor noticia en materia cultural, para el año 2021 en la nueva región, creada el 5 de septiembre de 2017.

¿Qué es un museo?. Un museo es una institución pública o privada, que adquiere, conserva, estudia y expone piezas de valor relacionados con la Historia, Ciencias y Artes, culturalmente importantes para la observación y reflexión del desarrollo del conocimiento humano.

¿Qué significa que sea regional?. Un museo regional albergará los objetos y dará cuenta de un relato histórico de un territorio, que en este caso de Ñuble, formó parte del hábitat de los pueblos originarios, que luego devino en territorio conquistado por el imperio español, para luego ser habitado, en los siglos posteriores, además de los mestizos (chilenos), por grupos inmigrantes de distintas nacionalidades, que conformaron la provincia de Ñuble por 170 años (1848-2017) y de una naciente región.

Un Museo Regional es considerado un espacio relevante e imprescindible para la educación y el afianzamiento de la identidad de sus habitantes en primer lugar y para mostrar los que somos a los visitantes. Hasta ahora, no existe ese lugar donde leer ese relato completo de quiénes somos; donde mirarnos como en un espejo; un lugar donde conocer cómo vivieron los habitantes de Ñuble desde hace siglos; donde identificar los elementos y las personas que lo forjaron. Un espacio, donde los visitantes, sean conscientes de la importancia histórica de toda la evolución, la creación de otros hombres y mujeres y de cómo los seres humanos han ido mejorando su entorno, su realidad física, creativa y artística. Contar con un sitio donde encontrarnos con el pasado y el presente para poder pensar y visualizar el futuro.

Los anuncios han sido de tanto en tanto: la decisión de construirlo; la elección del recinto; los estudios; la licitación de la construcción y el equipo ganador de la propuesta. El proyecto contempla la reconversión de las ruinas, de las que fueron las bodegas de la Estación de Ferrocarriles de Chillán, hoy capital regional, ubicadas tras la Estación ferroviaria, contribuyendo así, no solo a consolidar la identidad regional, sino también en colocar en valor, una zona urbana ligada a la historia del ferrocarril longitudinal del finisecular siglo XIX.

Museo tendremos para las generaciones que vendrán. Noticia que nos colma de alegría a todos los ñublensinos, pues habrá difusión cultural y patrimonial en los años venideros. Sin lugar a dudas la mejor noticia del año 2021 en materia cultural.

Alicia Romero Historiadora