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Gobernar es escuchar
El domingo pasado Gabriel Boric Font pasó a la historia: es el presidente más joven, el más votado en la historia de Chile, y el que movilizó a un electorado que, tal vez, nunca antes votó en su vida. Los jóvenes y las mujeres cambiaron el destino de una segunda vuelta que parecía derrota, en una victoria amplia.
En su década de trayectoria política, el otrora líder estudiantil ha demostrado saber cruzar puentes en momentos claves. Lo hizo solo, sin la venia de su partido, el que al día siguiente le llamó a su tribunal supremo. Fue públicamente denostado. Pero su firma, entre otras, hizo posible el actual proceso constituyente.
Ese rasgo vuelve a aparecer en su primer discurso: agradeció a quienes le precedieron... "soy heredero de una larga trayectoria histórica", como claro gesto de concordia hacia la Concertación; llamó al consenso "con un Congreso equilibrado, hay la obligación de dialogar". También apeló al gradualismo: "Iremos paso a paso, construyendo la patria justa", y a enfrentar la realidad sin caer en voluntarismo ciego señaló que "no todo puede hacerse al mismo tiempo". Él mismo se definió como "un presidente abierto a escuchar y a incorporar distintas visiones", y en su discurso emergieron estratégicamente las palabras encuentro y participación.
Quien estudia la política sabe que los atributos personales son esenciales. El carisma es fundamental para ganar elecciones, y las percepciones sobre honestidad, credibilidad y cercanía, adquieren mayor relevancia en muchos votantes más allá de la ideología. A la luz de los resultados es fácil de leer que, en esta elección, el ánimo dialogante y escuchar el murmullo de la calle fueron cruciales.
Pero tras ello, emerge la realidad política, y si bien para algunos el pragmatismo puede sonar a renuncia, ampliar las miradas más allá de su coalición será un imperativo en su gobierno. Hace tiempo Winston Churchill lo resumía: "Se necesita coraje para pararse y hablar. Pero mucho más para sentarse y escuchar".
Andrea Gartenlaub, Universidad de Las Américas
Desaprendizaje escolar y vacaciones
Luego de los últimos dos años fuera de lo común que hemos vivido, los niños se vieron envueltos en una rápida adaptación en la forma de asistir a clases y de estudiar, lo que provocó en más de alguno estrés o cansancio en exceso, por eso no es de sorprender que a estas alturas del año salgan de vacaciones y no quieran tomar un libro en dos o tres meses hasta regresar a clases. Sin embargo, y si esto sucede, existe el riesgo de comenzar el periodo escolar con vacíos importantes por estar "fuera de training".
Pero no se trata de que los niños lleven sus cuadernos escolares durante las vacaciones. Una de las mejores formas de fomentar el entrenamiento del cerebro en casa es alentar a los niños con juegos de memoria, simples ejercicios matemáticos de la vida diaria, que lean un libro que les llame la atención durante el verano, adivinanzas y aprovechar las plataformas virtuales de enseñanza, como nuestro método, que funciona con inteligencia artificial y está gamificado, así es que fácilmente puede ser parte de lo que el niño entiende como diversión.
El llamado es a que la familia se involucre en este tema para que sea mucho más llevadero y entretenido para los más pequeños del hogar, quienes no verán como una tarea lo que están haciendo, siempre y cuando lo pasen bien.
Javier Arroyo, cofundador de Smartick.com
Navidad, instante de silencio
Navidad es un instante de silencio solemne: "en la tierra paz"; de atención reverente para entender "que ha nacido un Salvador que es Cristo el Señor"; pues esto significa: "buena voluntad de Dios para con los hombres". La voluntad humana es mala. Herodes y Pilato al igual que Mateo o Pablo no podían no ser ambiciosos de poder, aunque eso significara matar inocentes o arruinar a los más humildes. Pero Mateo y Pablo tomaron una resolución frente a Jesús que no tomaron Herodes ni Pilato. He ahí la diferencia. Porque la voluntad humana siendo mala, Dios no la exime de responsabilidad moral individual porque todo hombre es capaz de "tomar decisiones". Todo esto hay que entender, y para eso se da a algunos hasta 80 y más años.
El evangelista Lucas dice que un ángel entregó a los pastores: "las nuevas de gran gozo", la noticia del Nacimiento de Jesús y "repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios y decían: "Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres" (Lc. 2:1-14).
Entonces fue un canto de ángeles comunicando un mensaje esquematizado en tres partes: primero, alabanza a Dios; segundo, llamado de silencio para entender bien: "en la tierra paz"; tercero: "buena voluntad para con los hombres". Desgraciadamente ha ocurrido aquello que los ángeles quisieron evitar. Hemos entendido mal. Hemos preferido acomodar ese mensaje a nuestra humana manera de pensar, decimos: "paz en la tierra a los hombres de buena voluntad". Así, el sentido del canto angelical cambia por completo. Lo hemos inutilizado, desfigurado, destruido si no caotizado. Nos hemos centrado en el hombre en vez de centrarnos en Dios. Acaso, ¿proclamaron los ángeles un mensaje discriminatorio, solo para los buenos? ¿No inició Jesús su Ministerio diciendo: "Arrepentíos, y creed en el Evangelio"? (Mr. 1:15). Además dijo: "No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento." (Lc.5:32).
Feliz Navidad 2021, en Cristo el Señor.
Sergio Liempi Marín