Gloria Münchmeyer: "Para mí el humor ha sido una constante"
TEATRO. La actriz regresa a Viña del Mar, la ciudad que la vio crecer, con uno de sus grandes éxitos del último tiempo: la comedia "Viejas de mierda".
La actriz local Gloria Münchmeyer reconoce que obtener el Premio Nacional del Humor 2021 la dejó bastante "sorprendida". "No entendía mucho el premio, así que tuve que averiguar. Porque yo decía '¿por qué humor? Si yo soy actriz, no soy humorista'. Después averigüé a quien le habían dado anteriormente el premio, y encontré que estaba en muy buena compañía", cuenta al teléfono.
Ello porque el listado incluye nombres como Andrés Rillón, Jaime Celedón y Delfina Guzmán, por nombrar algunos. "Me sentí muy honrada", añade, "porque en realidad para mí el humor ha sido una constante. A pesar de que no soy humorista, hay una veta de la actuación que es la comedia que a mí se me da mucho, sobre todo el humor absurdo, entonces me sentí muy halagada", sostiene.
El drama y la comedia
Esta actriz nacida en el hospital Deformes -donde hoy se emplaza el Congreso Nacional-, y que creció en Viña del Mar, marcó a toda una generación en su rol de La Vick" en el sketch que realizó con Rebeca Ghigliotto ("La Vicky y la Gaby") para los programas "Mediomundo" y "Venga conmigo".
"Aparte de esos hitos de los que todo el mundo se acuerda, yo tengo muchas obras de teatro en que mi personaje era comedia, de humor. De Molière hasta los sketches de 'Sábado gigante'", dice. Y asegura: "A mí me gusta mucho la comedia. Para mí no hay diferencia en el enfrentamiento al trabajo entre el humor, es decir la comedia, y el drama".
"Incluso creo que cuesta más hacer humor que drama para un actor. Porque un actor sabe que, si aprieta un poco la emoción, la va a transmitir al público al tiro. En cambio, el humor significa que tú como público tienes que hacer una asociación de lo que estás viendo en que eso hay verdad y reírte. Es más complejo, más elaborado", explica.
Ella sabe bien hacer todo el espectro. A nivel masivo se hizo conocida por sus papeles de Estrella, la asesina de Patricia en "La madrastra"; Adriana en "Los títeres", cuya última escena provocó el nacimiento de la frase "peinando la muñeca"; y el de Lucrecia en la película "La luna en el espejo", una viuda que se involucra con un hombre que está bajo el yugo de su padre, y por el cual ganó la Copa Volpi en el Festival de Venecia.
- ¿A usted que le gusta más el humor o el drama?
- Las dos cosas. No tengo preferencia en ese sentido. Encuentro que es tan difícil lo uno como lo otro.
Regreso a escena
Sin embargo, es la comedia la que la traerá de regreso a la Ciudad Jardín gracias al exitoso montaje "Viejas de mierda", que tendrá una doble función en el Enjoy de Viña del Mar el próximo 9 de febrero: 18.30 y 21.00 horas.
Esta visita a la región es parte de un calendario que la tiene regresando a los escenarios con sus partners en esta obra: Gloria Benavides y Gabriela Hernández. "Tener público es completar un acto artístico, porque nosotros lo que hacemos es exactamente es comunicar, pero en el presente. Entonces, por eso que es intangible lo que hacemos porque sucede en el presente, termina y se acabó, no existe más", reflexiona.
Y añade: "Yo personalmente pienso que una de las cosas más afectadas dentro de las artes (por la pandemia) es el teatro por la falta de público presente". Porque si bien entiende que se pueden hacer presentaciones en forma virtual -incluso este mismo montaje tuvo una temporada online durante el peor periodo de la pandemia-, "no es lo mismo. Tú no tienes el feedback que te produce el público en el momento, y que es capaz de modificar tanto al actor como al público. El público se puede poner a llorar de repente o se ríe, entonces nosotros nunca hacemos la misma función de un día para otro porque nos modifica la misma reacción del público".
- ¿Cómo definiría ud. la sensación de estar sobre el escenario?
- Una comunicación que no se da en otras situaciones. Una comunicación que es molecular diría yo, y sobre todo la gracia de esta comunicación es que es ida y vuelta. O sea, es una comunicación que no solo va de un punto al otro, sino que es unir y venir entre el público y el actor.
Esta semana las protagonistas de "Viejas de mierda" retomaron los ensayos, aunque como la misma Gloria Münchmeyer dice "siempre nos pasa con las tres actrices que nos juntamos y nos empezamos a reír de las mismas cosas, porque nos acordamos. La tenemos muy grabada, porque la ensayamos un año, después la dimos otro año entero y posteriormente hemos hecho funciones esporádicas en distintas partes. Pero la trabajamos durante tanto tiempo, que la tenemos absolutamente grabada en el cerebro".
En cuanto al regreso a la región, y en especial a Viña del Mar, dice que para ella es especial porque creció en la zona, específicamente su casa se emplazaba en 6 Norte con Libertad cuando la comuna "era la Ciudad Jardín" y estaba mucho más "desocupada diría yo". Por eso dice que "la verdad, la verdad, con la mano en el corazón, cuando voy ahora no la reconozco".
Sin embargo, mantiene un cariño especial con la ciudad cuyos vecinos podrán asistir a las funciones para las que entradas ya se encuentran a la vente por Puntoticket.
"Creo que cuesta más hacer humor que drama para un actor. Porque un actor sabe que, si aprieta un poco la emoción, la va a transmitir al público al tiro. En cambio, el humor significa que tú como público tienes que hacer una asociación de lo que estás viendo en que eso hay verdad y reírte. Es más complejo".
Gloria Münchmeyer, Actriz