Apoco más de un mes para que se cumpla el segundo año del diagnóstico oficial del primer caso de covid-19 en Ñuble, el director del Servicio de Salud Ñuble (SSÑ), Ricardo Sánchez Opazo, da una mirada sobre lo que se han avanzado en la región para poder dar respuestas sanitarias oportunas, donde al mismo tiempo reconoce que ha sido un período de aprendizaje no sólo de los funcionarios que laboran en el área de la salud y donde los desafíos por dar respuestas a otras patologías es una tarea pendiente que se debe reactivar, todo ello en medio de la mayor ola de contagios que se ha registrado en el territorio.
-Ante el elevado número de contagios en la región, donde un porcentaje de pacientes termina haciendo uso de los servicios asistenciales, ¿el SSÑ ha previsto nuevos escenarios de trabajo o con los ya implementados, se seguirá funcionando?
-Una de las lecciones aprendidas de esta pandemia, es que los escenarios son dinámicos y que nuestra capacidad de adaptación se ha puesto a prueba. El comportamiento epidemiológico de un virus, sus variantes y la transmisión comunitaria, son factores que nos condicionan a una evaluación constante de la respuesta del sistema de salud, sobre todo en la atención que le damos a la población. Así ha sido hasta ahora. Tal como en las olas anteriores, donde el foco estuvo centrado en aumentar la capacidad para el tratamiento intensivo y logramos triplicar nuestra capacidad; hoy tenemos el desafío de fortalecer aún más nuestra atención primaria y los sistemas de atención de urgencia, puerta de entrada al sistema que ha visto incrementada su capacidad de manera notoria.
-¿Cuál es la situación de los profesionales de la salud que ya van a cumplir en marzo 2 años trabajando bajo este escenario?
-Existe un desgaste natural porque se trata de un escenario muy complejo y prologado, donde hemos requerido de un esfuerzo constante de nuestros equipos que en muchos casos han tenido que redoblar sus jornadas y también cambiar de funciones. Por esta razón hemos sido categóricos en agradecer de forma permanente su trabajo, porque tenemos claridad que es el recurso más valioso e irremplazable; y por eso también, hemos insistido siempre en el autocuidado de la comunidad, pensando en nuestros equipos y sus constantes esfuerzos y exposición al virus.
-¿Se ha logrado precisión, experiencia y pericia?
-Indudablemente. Recordemos que cuando comenzó la pandemia, este era un virus nuevo y, por ende, no existía mayor evidencia científica ni tratamiento. Por esta razón el aprendizaje también se ha construido sobre la marcha, hemos aprendido a convivir en pandemia, la ciencia ha aportado con las vacunas y los equipos clínicos con la expertiz en el tratamiento, que ciertamente hoy tiene mayor precisión, sin que deje de ser un desafío la manera cómo nos mantenemos observando su evolución.
-¿Usted como director que rescataría de esta pandemia?
-Rescato nuestra capacidad de adaptación a los nuevos desafíos; también que esta emergencia ha significado en muchos casos también una oportunidad para crecer y robustecer nuestra red de salud, para que nuestros establecimientos se pongan pantalones largos y desarrollen la innovación, y para darnos cuenta de que la salud es y seguirá siendo un enorme desafío para quienes la lideramos, pero también para la población, que ha entendido que su comportamiento y compromiso también son fundamentales para controlar escenarios tan adversos.
-¿Qué se va a hacer desde el SSÑ para poder dar respuestas a las pacientes que tienen patologías preexistente y que ameritan tanta atención como los que presentan complicaciones por covid- 19, tomando como referencia los retrasos?
-Afortunadamente el primer escenario que vivimos el 2020 y parte del año pasado, donde debimos suspender cirugías electivas y consultas de especialidad, no se ha repetido en la actualidad, por ende, las atenciones se desarrollan de forma más normal. Sí tenemos la tarea de continuar la reactivación asistencial de todo lo pendiente y que disminuyó bastante nuestra producción sobre todo durante el primer año de la pandemia.
A pesar de lo anterior, un punto destacable es que el tratamiento de enfermedades graves, garantizadas por el AUGE, se siguieron entregando sin mayores cambios; lo mismo ocurre con el control de las enfermedades crónicas, donde sí reconocemos que es necesario revisar y retomar con mayor frecuenta este tipo de atenciones, para evitar complicaciones futuras.
"Existe un desgaste natural porque se trata de un escenario muy complejo y prologado". "Tenemos la tarea de continuar la reactivación asistencial de todo lo pendiente".