Achiga por elevados precios de la comida: "El aumento en los alimentos ha sido brutal"
RESTAURANTES. Líder de Asociación Chilena de Gastronomía se refirió a cambios que ha sufrido el sector, ante críticas de los consumidores por altos valores.
Tras la imagen compartida por una usuaria de Twitter con el valor de una cuenta en una de las tradicionales cocinerías de Angelmó, Región de Los Lagos, ($162 mil, "no entregan carta y después te asaltan con la cuenta"), se sumaron otros reclamos similares en redes sociales.
Debido a esta situación, producida principalmente por el encarecimiento de la vida debido a la inflación (el IPC escaló 1,2% en enero) y a la pérdida de poder adquisitivo de las personas, el presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía, Achiga, Máximo Picallo, señaló a Emol que, en primer lugar, "los negocios tienen la obligación de informar sus precios, no puede ser que tú llegues a un negocio y no haya disponible una carta, puede ser física, puede ser un QR, pero basta con una pizarra. O sea una cocinería de Angelmó bastaría con que tuviera una pizarra con sus precios, porque claramente ahí puede incluso haber una discriminación".
En esa misma línea, sostuvo que "eso es muy malo para nuestra industria, malo para el turismo, es una pésima práctica si se hace así. No estamos para nada de acuerdo con lo que pasa cuando alguien ni siquiera tiene disponibles los precios y esa información, además de que es parte de lo que significa los derechos que tiene el consumidor".
No obstante, Picallo explicó que el sector gastronómico ha experimentado una generalizada alza de los costos asociada a los protocolos implementados para poder funcionar en pandemia y como consecuencia de la inflación: "Con respecto a los costos nuestros, bueno efectivamente la pandemia ha significado un alza de costos en muchos sentidos".
El líder de Achiga añadió que "lo primero es que, operar hoy día en un restaurante, en modo pandemia, tiene un alza de costos por todos los protocolos covid, o sea desde que hay que tener alcohol gel, hay que tener una serie de medidas sanitarias que no son baratas (…) todo eso encarece de forma significativa la operación".
Agregó que se suma "el hecho de que al tener menos aforo, esos costos los tienen que diluir entre menos comensales y, por lo tanto, la aplicación de un costo fijo de lo que significaría, por ejemplo, el cubierto cuando uno entra a un restaurante, sube por el lado de que, efectivamente, aumenta el costo, pero luego también porque yo lo tengo que prorratear entre menos comensales, y eso evidentemente que hace subir el precio".