Cuento ruso
Un viejo cuento ruso, relata una de las muchas maneras de enfrentar momentos difíciles en el ejercicio de un Gobierno. En las postrimerías del actual, ad portas de la asunción del presidente electo Gabriel Boric y su futuro gabinete, me parece pertinente recordarlo.
Al tomar posesión del cargo, el nuevo gobernante encuentra en el cajón principal del escritorio de su antecesor tres sobres con un mensaje: "Abrir en caso de crisis". Después de un tiempo de gestión, enfrenta las turbulencias del ejercicio del poder. Busca el primer sobre que contiene una breve instrucción: "Échame la culpa a mí". Así lo hace: señala que su antecesor le "heredó" un desastre político-administrativo. La opinión pública comprende, le da más tiempo y libra la coyuntura.
Más tarde, se presenta una nueva crisis. Abre el segundo sobre que dice: "Reorganiza tu gabinete". De nuevo, el consejo da frutos. La renovación de su equipo le permite despedir a quiénes según la percepción pública, no han tenido una buena evaluación y despegarse de la estructura política no deseada impuesta por su conglomerado.
Cuando se agota el impacto de la "renovación" y su programa no tiene asidero en la realidad, surge un nuevo momento crítico que parece no tener salida. Entonces abre el último sobre que lo sacaría de apuros. Este dice escuetamente, "Escribe tres cartas y prepara el adiós".
Lectura veraniega sugerida para el nuevo presidente y su gabinete. El presidente saliente, abrió su tercer sobre el 18 de octubre de 2019.
Luis Santibáñez Bastidas
Justicia social
La justicia social es un valor que promueve el respeto igualitario de los derechos y las obligaciones de cada ser humano en determinada sociedad, y se enfoca generalmente, a la repartición justa y equitativa de los bienes y servicios básicos necesarios para el desarrollo y el desenvolvimiento de una persona en la sociedad como, por ejemplo, el bienestar socioafectivo, la educación, la salud y los derechos humanos.
El Día Mundial de la Justicia Social, que conmemoramos este 20 de febrero, fue establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como una forma de relevar este valor social tan fundamental.
En este mismo sentido, es importante destacar que los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU constituyen un llamado a toda la comunidad internacional para adoptar medidas concretas con el propósito de erradicar la pobreza, el hambre y la desigualdad; garantizar el acceso a la salud, la educación, agua y saneamiento, trabajo decente e igualdad de género; proteger el medio ambiente, promoviendo energía no contaminante, un desarrollo industrial y consumo responsables, y una mejor calidad de vida en ciudades sostenibles. Todo lo anterior dentro del marco de un estado de derecho que asegure la paz y la justicia, y la cooperación internacional.
Por eso, también es necesario entender que la justicia social es un macro-objetivo que requiere el apoyo de otras esferas de protección como la justicia ambiental, complementando así el enfoque tradicionalmente antropocéntrico de la justicia social..
Paula Leiva, directora Escuela de Trabajo Social, UDLA
El costo de vivir en Chile
Históricamente, nuestro país y, específicamente nuestra capital, se ha ubicado como uno de los lugares más costosos para vivir en América Latina. Hay estudios que hoy sitúan ciertos barrios de Santiago como los con el metro cuadrado más caro de la región, superando a ciudades como Montevideo o Buenos Aires.
Estos precios altos han limitado las opciones de quien pretende comprar una propiedad, además de las restricciones crediticias: mayores tasas de interés y una UF que no detiene su avance. Adicionalmente, estos factores producen un efecto dominó e impactan en los precios de los arriendos.
Lo anterior, principalmente por dos causas:
La primera es una mayor demanda, -debido a que las restricciones crediticias actuales obligan a muchas personas que planificaban comprar, a continuar arrendando casas y departamentos-, y la otra está ligada al déficit habitacional que existe en Santiago que hace que la demanda sea inelástica.
Con los factores mencionados anteriormente, este año podríamos ver alzas en los valores de arriendos rondando un 15%. Considerando este escenario, el llamado es a comprar o invertir en propiedades si se tiene la capacidad financiera y de crédito ya que, a pesar de la ciclicidad, es muy poco probable que el alza se detenga y el acceso a la vivienda se haga cada vez más difícil.
Valentina Pardo