Edad y peso corporal
Se asume que con los años las personas ganamos peso, pero realmente con la edad lo que cambia es la composición corporal, no necesariamente el peso. Una persona puede tener peso normal, pero encontrarse completamente fuera de los rangos de la composición corporal.
Es esperable que nuestro peso sea el resultado entre la composición de la masa grasa (tejido adiposo) y la masa magra (principalmente muscular), sin embargo, con el paso de los años, diferentes estudios han determinado que se produce un aumento de la masa grasa que, dicho sea de paso, es la principal fuente de energía. Junto con este aumento se registra una disminución de la masa magra aproximadamente hasta un 2% por año después de los 50 años.
Entonces, es importante clarificar que las variaciones en el peso corporal de las personas mayores pueden estar siendo absolutamente influenciadas por los cambios en el metabolismo y que, debido a diversos factores, es muy importante analizarlos con los especialistas en profundidad. Nunca debemos confiar sólo en la báscula cuando se trate de medir composición corporal o categorizar el peso en personas mayores.
Nuevamente se vuelve interesante considerar que debe existir un perfecto equilibrio entre el consumo y el gasto energético. Se ha determinado que una persona mayor debiese contar con controles de nutrióloga cada seis meses y nutricionista cada mes para, de esta forma, ir observando los cambios que se presenten e ir planificando las variaciones en la dieta en periodos inmediatos.
Lincoyán Fernández Huerta, director de Kinesiología USS
Riesgos
El 2022 será un año en que los riesgos, al contrario de desaparecer, seguirán. Según el reporte elaborado por Marsh para World Economic Forum, son cinco los principales retos que como sociedad a nivel regional tendremos.
El primer riesgo es el de fenómenos meteorológicos extremos. Durante años hemos venido sufriendo de lluvias extremas, sequías, huracanes.
El segundo es el riesgo de desempleo y la crisis de medios de vida, que en gran medida se ha acelerado por cuenta de la pandemia, con efectos severos especialmente en Latinoamérica. Múltiples sectores sociales han sido impactados como es de las mujeres y la gente joven, que donde mayor participación tenían son sectores fuertemente afectados como es turismo, servicios y restaurantes, entre otros.
Desde hace varios años el riesgo asociado al fracaso en acciones conjuntas efectivas frente al cambio climático es sin duda la clave para la salud del planeta. Pese a que en la última reunión de cambio climático de las Naciones Unidas (COP26), se hicieron importantes anuncios, aún hay poca claridad de cómo se van alcanzar los propósitos y programas acordados.
El cuarto y quinto riesgos, estrechamente relacionados, son parte de los retos que seguimos teniendo para enfrentar la pandemia por el covid 19, donde el cruce de pandemia a endemia dependerá en gran medida del éxito de los programas de vacunación que, aunque en la región hemos avanzado positivamente, a nivel mundial existen brechas significativas donde los países más pobres del mundo tienen tasas de vacunación inferiores al 10% de su población.
Todo lo anterior acelera uno de los principales riesgos que enfrentamos en Latinoamérica y es la erosión de la cohesión social, donde la polarización está restándonos capacidad para construir prosperidad.
Gerardo Herrera Perdomo
Chile y el mar
Complementando las múltiples iniciativas que actualmente están revalorizando nuestro mar, estimo que deberíamos desterrar de nuestra enseñanza la idea de que Chile es una larga y angosta faja de tierra, puesto que ejercemos soberanía en un espacio marítimo que tiene una extensión casi cinco veces mayor que su territorio continental sudamericano, lo que nos transforma propiamente en una "ancha y larga franja de mar".
Ese, nuestro mar, nos une geográficamente con la Antártica y Oceanía a través de Rapa Nui, por lo que podemos decir con pleno derecho que somos un país tricontinental. Además de ser una valiosa fuente de proteínas y de energías limpias, el mar nos ofrece una alternativa a la sequía que nos aqueja y es la principal vía por la que circula el 95% de nuestro comercio exterior.
Esto nos hace abrigar fundadas esperanzas de que prospere la iniciativa presentada por un grupo de convencionales, en cuanto a consagrar el mar en nuestro ordenamiento constitucional. Nos parecería inconsecuente que siendo Chile un país geográficamente marítimo no se reconozca esta característica identitaria. Por lo demás, el derecho comparado muestra que la mayoría de los países del continente han incorporado el mar en su Carta Fundamental.
Miguel A. Vergara Villalobos, Liga Marítima de Chile