Cambiar las cosas en el día a día de las mujeres
A tres días de instalarnos como gobierno, iniciamos este 8 de marzo con la certeza de que la experiencia de más de la mitad de la población no puede seguir encapsulada en la categoría "temas de mujeres". Así nace la necesidad de incluir al Ministerio de la Mujer y Equidad de Género en el Comité Político, donde una de nuestras primeras acciones fue convocar a las 24 carteras para encomendarles que integren la perspectiva feminista en cada aspecto de su gestión.
Comenzamos este proceso con una lista de tareas inmensa y que debemos abordar paso a paso. Una de ellas es el retroceso de al menos una década en términos de participación laboral femenina, que como señala el Instituto Nacional de Estadísticas, afectó principalmente a las mujeres de rubros como las ventas, servicios y trabajo doméstico pagado, que cayó en un 46,3% en el segundo trimestre del 2020. Un 58% de aquellas que tenían empleos remunerados antes de la pandemia de COVID-19 no ha vuelto a buscar, debido a que el trabajo doméstico y de cuidado, que recae tradicionalmente en las mujeres, se puso cuesta arriba con el cierre de escuelas y jardines. Otro aspecto es la calidad de los empleos disponibles. Para una recuperación que alcance al menos las cifras previas a la pandemia, es menester mejorar la calidad de los empleos que se ofrecen.
Otro punto es la violencia contra las mujeres, y, dentro de ella, la violencia aguda. Según indica el registro de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, este año lamentablemente ya se han consumado ocho femicidios. Durante el año 2020 sólo en mayo aumentaron en un 314% las llamadas al número 149, que es el teléfono de emergencia de Carabineros que recibe denuncias de violencia intrafamiliar. Esto demuestra la urgencia de que los hogares sean espacios seguros, misma suerte que corren las calles, los ambientes educativos y muchos de los espacios públicos.
Estos ejemplos dan cuenta de la magnitud de la labor que como ministerio, gobierno y sociedad tenemos que abordar, acompañando a una población que, cada vez más conscientes de sus derechos exige -enhorabuena- respuestas más ágiles por parte de las instituciones encargadas de protegerlas. En eso se juega que los cambios que se han exigido no queden sólo en el papel y signifiquen una mejora significativa en el día a día de las mujeres, niñas y mayores.
*Futura Ministra de la Mujer