El sostenido aumento en los precios de productos básicos durante los últimos meses mantiene en alerta a los consumidores y así lo expresaron ayer alcaldes y legisladores que apuntan a dos de los más imprescindibles: el gas y el pan, que por diferentes razones viven una escalada en sus valores.
El gas es fundamental para los hogares ya sea para calentar agua, calefaccionar o cocinar. Ante las importantes alzas tras el inicio de la pandemia de covid-19, la Fiscalía Nacional Económica emitió un informe en octubre del año pasado un informe en el que se recomendaba a prohibir la distribución de gas licuado a las empresas Gasco, Abastible y Lipigas, y también sacar del mercado del gas natural a Metrogas. Según el organismo, esto permitiría disminuciones de entre 15% y 20% en el valor del combustible.
De ello se valieron alcaldes de todo el país para buscar la posibilidad de que las municipalidades se conviertan en distribuidoras de gas para sus vecinos. La iniciativa "Gas a precio justo", del jefe comunal de Chiguayante y a la que se sumaron sus homónimos de más de 100 municipios, se entrampó durante el fin del Gobierno anterior y por eso ayer volvieron a buscar apoyo de las nuevas autoridades.
Partieron por el Congreso, que debe encargarse de aprobar una normativa para que esta idea avance. Ayer una comitiva se reunió con los presidentes de la Cámara, Raúl Soto, y del Senado, Álvaro Elizalde (PS).
Todo sube
El alcalde de Chiguayante, Antonio Rivas, explicó que llegaron "a decirles a los parlamentarios que todo Chile espera que hagan la tarea, que pongan una ley que le permitan a los municipios distribuir, transportar y vender gas a precio justo".
"La ley que nosotros promovimos junto a cinco bancadas (de la Cámara) está hoy día aprobada en general y falta aprobarla en particular, esperamos que en este mes puedan ser aprobadas en su totalidad para luego poder implementar la ley. Los municipios estamos preparados para esta implementación, creemos que ese es el camino", agregó.
El alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, expresó preocupación porque "la vida sigue subiendo su costo: sube la bencina, sube la parafina, sube el pan, sube la canasta básica, la carne, el pollo, las papas, en fin. Lo interesante de esta iniciativa es que va al corazón de las familias, porque lo que busca es poner fin a un mercado abusivo, que se ha puesto de acuerdo para definir un rango de precios y de esa manera meterse en el bolsillo de las familias".
PARAFINA Y pan
Paralelamente, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, concurrió al Parlamento para asistir a la votación que busca aumentar los recursos para el Mecanismo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Mepco), como forma de atenuar las alzas en los precios de los derivados del petróleo generados por la guerra en Ucrania.
En ese mismo rubro el senador DC Iván Flores le pidió al secretario de Estado que se busque una solución al alza de la parafina, el combustible más usado para calefacción por los chilenos en invierno y que no está incluido en el Mepco, por lo que su precio ya superó los mil pesos por litro.
Además, debió enfrentar requerimientos de algunos legisladores que piden establecer un subsidio al precio del pan, que también está vinculado al conflicto armado en Europa del este, porque tanto Rusia como Ucrania son dos de los mayores productores de trigo del mundo.
Diputados y diputadas del PPD e independientes le hicieron la petición a Marcel, quien respondió que más que buscar un control sobre el precio del pan, "es la política antiinflacionaria la que puede ser más eficaz en ese sentido".
