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Viviendo en la precariedad
Mientras aguarda por una respuesta al oficio enviado el pasado fin de semana, Pedro Edmunds relata el dramático día a día que deben afrontar los habitantes de la comuna. Al respecto, comenta que son más de mil las familias que hoy por hoy no cuentan con ningún ingreso por el fin del turismo, dependiendo netamente del ya mencionado subsidio al empleo y otro tipo de ayudas.
"No es una buena situación y el ánimo afecta a todo el mundo", asevera el alcalde, quien lamenta además que "hay mucha gente que no tiene qué comer, están viviendo en la intemperie en una carpa, porque no tienen dónde vivir, no tienen para pagar arriendo. Varios de ellos están viviendo en casas de familiares que los han acogido y ellos mismos no tienen ingresos, así que entre todos se miran las caras".
Pero la autoridad no se queda ahí y detalla que prácticamente todos los hoteles, residenciales y hospedajes tuvieron que finiquitar a sus trabajadores y cerrar sus puertas; mientras que del total de patentes de restaurantes que tienen en sus registros apenas un 10% sigue en pie, pero habiéndose reinventado al delivery aunque con escaso movimiento, "porque quien tiene el poder adquisitivo para ese tipo de negocios son los servicios públicos que están en la isla, que son los únicos que tienen economía, ya que dependen de un cheque mensual que llega del Estado".
Edmunds tampoco deja pasar la oportunidad de repasar a la administración de Sebastián Piñera, a quien le endosa la responsabilidad de no concretar las mejoras en el aeropuerto Mataveri, aun cuando -según él- estaban los recursos disponibles, restringiendo lógicamente la cantidad y capacidad de vuelos que lleguen en el futuro. A ello suma críticas por el IFE Laboral, que a su juicio no fue factible de implementar buena forma en el territorio, remarcando que "los proyectos de ley que se enviaban, no consideraban a la isla y así, para todos los otros beneficios".
Por todo esto que describe y aunque se pudiera llevar a cabo algún plan de reapertura, su mirada del futuro no es la más positiva. "Pensamos que por la difícil situación económica que hay a nivel nacional e internacional, porque dependemos de ambos turismos, considerando toda esa realidad que pasa en el mundo y con los conflictos encareciendo todo, no vemos recuperación total en menos de tres o cuatro años. Y eso, siendo un poco optimistas y dependiendo del escenario mundial, pero por ahora, no se vislumbra una economía rápida y recuperándose rápido de un mes a otros", advierte.
"es una necesidad de urgencia"
La preocupante evaluación que hace el jefe comunal respecto del empleo en la isla es respaldada por el presidente de la Cámara Regional de Comercio de Valparaíso, José Pakomio. De acuerdo con el empresario -cofundador de Eastern Island Eco Lodge, el único hotel nativo sustentable de Rapa Nui-, la situación en el territorio insular es crítica a dos años de su cierre, tomando en cuenta la abrupta pausa que ha tenido el turismo, del cual dependen directa o indirectamente cerca del 90% de la población isleña y que repercute también en áreas como la agricultura, pesca, artesanía y gastronomía, entre otros.
"Según información entregada por el Ministerio del Trabajo, en la isla existe una renta promedio mensual de 600.000 pesos y desde el inicio de la pandemia se han registrado más de 400 trabajadores suspendidos y más de 40 personas que sufrieron una reducción de su jornada laboral. En esa línea, actualmente quienes residen en la isla manifiestan encontrarse en un momento culmine para sus actividades y locales comerciales, viéndose sobrepasados por la crisis económica", lamenta Pakomio.
Es por este delicado escenario que para el timonel de la CRCP "prolongar la condición en la que se encuentra Rapa Nui significa un deterioro mayor aún, desestabilizando el funcionamiento de gran parte de la isla y preparando un escenario del que será cada vez más difícil recuperarse".
Por lo mismo, deja en claro que "evaluar la reanudación de vuelos que no sean de carácter humanitario, no sólo es positivo para nuestro territorio insular, sino que es una necesidad de urgencia para quienes se encuentran enfrentando esta complicada situación. De esta manera, creemos que es momento de enfocar los esfuerzos en impulsar acciones concretas que se adapten al contexto que está enfrentando la isla, teniendo en cuenta qué prioridades hoy abrirán paso a su desarrollo en el futuro".
Reapertura "lo más responsable posible"
Quien también se cuadra con toda esta potencial planificación, es la consejera regional Elizabeth Arévalo Pakarati, que valora la cita solicitada por el jefe comunal y comparte ciertamente el diagnóstico sobre lo que debe afrontar la población isleña. "Palpamos a diario, al igual que el alcalde que lo ve aún más cerca, las dificultades socioeconómicas, mentales, que ha tenido la pandemia sobre este territorio", sostiene.
En la misma línea Arévalo asegura que, entre las ayudas estatales y los ahorros, algunos lugareños han logrado sortear de mejor manera la crisis sanitaria, sobre todo en 2021. Pero de todas formas dice que desde diciembre a la fecha "todas esas ayudas cesaron y seguimos con un turismo en cero, los ahorros se acabaron, por lo tanto, esos efectos que ha conllevado la pandemia se sienten cada vez más y eso lo vemos todos los días en la calle. De hecho, la implementación de los programas pro empleo, que ha sido una forma de mitigar los efectos de la pandemia, hoy ya no son suficientes".
"El alto costo de la vida se ha triplicado, debido a esta dependencia del continente, que se fue acentuando a raíz de la inflación y todos los problemas económicos que han surgido a nivel mundial, aunque uno no lo crea, repercuten en este territorio insular. Por lo tanto, la situación es casi insostenible, aun si tenemos un pequeño porcentaje de funcionarios públicos que son los únicos que tienen un sustento estable, pero ni siquiera ellos consumen mucho. El tipo de consumo ha cambiado", complementa la core.
A los problemas económicos, la autoridad suma la evidente afectación mental por todo este periodo de encierro, apuntando que se ha acentuado todo tipo de estrés, depresión y ansiedad, que se ve amplificada por la preocupación de muchas personas que debieron dejar que sus hijos siguieran con su formación educativa en el continente, enfrentándose a un ambiente totalmente covid.
Por lo mismo, afirma que "lo que también queremos pretender con esta reapertura es facilitar el desplazamiento de las personas, el reencuentro de las familias, de muchas personas que no han visto a sus seres queridos y hoy muchos llevan tratamientos de años en el continente y, obviamente, sin vueltos regulares, no han podido viajar al continente o de vuelta".
"Como autoridades, paralelamente a eso, sabemos que de acuerdo a todos los índices de vacunación que se han llevado a cabo en el territorio, estamos conscientes de que hoy día estamos cumpliendo con las mejores tasas que permiten una posible reapertura. Hemos iniciado campañas comunicacionales para hacer sentir a la comunidad la confianza y la comprensión de que la mejor garantía que tenemos, ante cualquier tipo de contagio por el covid-19, es justamente a través de los procesos de vacunación que este territorio ha llevado de manera muy activa en los últimos meses", añade.
Tomando todo esto en cuenta, Arévalo estima que "hoy día ya tenemos que tomar medidas y creo que una de ellas es, definitivamente, lograr una reactivación económica a través de la reapertura de la isla al turismo. Lo que queremos como autoridad es que esta sea lo más responsable posible y eso involucra el compromiso político de cada uno de esos ministerios que el alcalde ha convocado".
"es una lucha constante"
Pese a la importancia que remarcan las autoridades y gremios sobre el retorno de la actividad previo a la crisis sanitaria, no todos están de acuerdo con la reanudación de los vuelos. Pachi Pakarati es integrante de Nación Mahoi Rapa Nui Ngavi'e, organización que en este periodo ha tenido un rol bastante activo, participando de algunas movilizaciones en la isla y tomándose el aeropuerto Mataveri en al menos dos oportunidades durante 2021, como forma de protestar por supuesto ingreso de personas que no pertenecían al territorio en medio de los ya mencionados "vuelos humanitarios".
"Es una lucha constante de la famosa reapertura, porque nosotras mismas nos hemos tenido que nombrar mujeres autónomas para controlar un poco la migración que existe respecto de la gente que entra a la isla", recalca Pakarati, afirmando desde el inicio de la pandemia y en pleno tiempo de latencia -cuando la carga demográfica sobrepasó el nivel "óptimo"- "ingresaron siete vuelos y nosotros vimos que era gente que no estaba habilitada, que tenían amigos que los habilitaba, pero la Ley 21.070 dice que en tiempo de latencia no se puede habilitar a nadie y menos en nuestra isla, donde es más difícil vivir".
"Con la reapertura no estoy de acuerdo y así como yo somos muchos más. Mientras no se implemente un hospital como corresponde, mientras los empresarios hoteleros no implementen tres de sus cabañas con oxígeno, no es una apertura responsable. Porque se quiere abrir sin una apertura responsable. Además, el turismo que entre, sería sin cuarentena. Para nosotros no es bueno esto", acusa la dirigente, quien apunta además a que el hospital que tienen no cuenta con los requerimientos para recibir una gran cantidad de pacientes covid.
Y si bien asume el perjuicio tanto económico como mental que han tenido tanto ella como el resto de los isleños, enfatiza en que debe existir un protocolo responsable "con implementación de nuestro hospital, que los empresarios sean parte de este trabajo conjunto, porque no es sólo una competencia de las autoridades, es una responsabilidad de cada uno de los que habitamos acá en Rapa Nui".
Por último y reafirmando la evaluación que hacen también las autoridades, la vocera cuenta que "desde que comenzó la pandemia la gente que vive del turismo se tuvo que reinventar, pero pensando en que Rapa Nui se iba a abrir, pero hasta ahora no se ha podido. Se ha visto muy afectada la parte económica, porque los precios son cada vez más alto, no hay un subsidio que haga que todo lo que se traiga del continente tenga un costo más bajo de lo habitual. La vida aquí es demasiado cara. En la parte sanitaria hemos tenido que aprender a vivir con eso, porque el virus vino para quedarse, pero nos estamos poniendo las pilas para aplicar los protocolos, porque no hay de otra manera". 2
Reactivar la economía, dotar al hospital de mayores recursos y promover un destino seguro nos permitirá volver poco a poco a la normalidad".
Por la difícil situación económica que hay a nivel nacional e internacional (...) no vemos recuperación total antes de tres o cuatro años".
La implementación de los programas pro empleo, que ha sido una forma de mitigar los efectos de la pandemia, hoy ya no son suficientes".
Prolongar la condición en la que se encuentra Rapa Nui significa un deterioro mayor aún, desestabilizando el funcionamiento de gran parte de la isla".
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