¿Y dónde están los nuevos precursores de la informática?
Es una pregunta que nos hacemos en forma permanente quienes somos parte de los ecosistemas tecnológicos y digitales de hoy en día. Personalidades como Steve Jobs, Bill Gates, Steve Wozniak o Steve Ballmer son parte de la antigua historia de la informática, una que determinó las bases de la computación moderna. Sin embargo, Steve Jobs falleció hace algunos años y los demás nombres corresponden a personas que prácticamente están retiradas o que se les puede ver en el desarrollo de eventos benéficos.
Lo cierto es que actualmente existen muchas personas anónimas que están haciendo posible la nueva era de la digitalización, acercando a la sociedad actual a nuevas realidades que eran impensadas hace una década. Las plataformas de streaming, la seguridad biométrica, las soluciones en la nube y las nuevas tecnologías remotas se van actualizando. Casi no nos damos cuenta de aquellas modificaciones, algunas casi imperceptibles en las actualizaciones de nuestros celulares y computadores personales. Pero antes todo era más bullado, tanto en medios como en la opinión pública. Por ejemplo, en los años ochenta se produjo la "guerra de las colas" entre Pepsi y Coca-Cola. Algo similar sucedió con la computación entre Apple y Microsoft. En cambio, hoy todo apunta a la creación de valor en conjunto, lo que es positivo. No obstante, cuesta tener presente o más bien ser consciente de estos cambios.
Entonces, si hoy los precursores de la informática y de las tecnologías descritas están trabajando en una forma más anónima, como parte de las empresas que representan, ¿cómo conocerlos? y ¿qué están haciendo? La pregunta que tenemos que hacernos es ¿desde dónde surgirán los nuevos Steve Jobs o Bill Gates? Lo cierto es que hoy más que nunca somos una aldea global, una gran masa que no conoce fronteras cuando hablamos de tecnología y de la informática del futuro. Sigue habiendo figuras carismáticas como Elon Musk y Richard Branson, pero la posibilidad de cambiar las realidades que nos rodean son tremendamente democratizantes. Cualquier persona desde su casa podría estar creando más innovación que nos acercará a nuevas escalas o espacios evolutivos de la computación.
Es importante tener presente que las RRSS y plataformas como Blockchain, IoT, la Inteligencia artificial y otras nos invitan a que seamos los nuevos precursores de la informática dado el modelo de descentralización operativo y del conocimiento que promueven. Estoy seguro que en este momento hay muchas personas que están desarrollando las nuevas visiones, ideas e innovaciones. Siendo una de ellas la computación cuántica, entendida como el manejo de datos a velocidades impensadas. Estamos hablando de teorías extensamente abordadas por publicaciones como el MIT Technology Review, las que en universidades, pequeños y grandes laboratorios, y en empresas comienzan a ser una realidad.
Los nuevos precursos de la informática, de la computación y de la tecnología, en resumen, somos todos nosotros, desde nuestros propios ámbitos de acción. La gente común y corriente está produciendo estos cambios y es relevante que estemos atentos a los pasos de estos talentos.
Luis Reyes director de Arquitectura de Infor
Un antídoto a la incertidumbre: más innovación
Mientras leo y veo todas las noticias y reportajes sobre las diversas crisis que estamos atravesando, no puedo dejar de pensar en los efectos que esta información provoca en nuestra población y, por sobre todo, en quienes buscan mejorar el mundo a través de sus innovaciones. Este efecto es reconocido por todos y todas, y podríamos llamarlo "temor a la incertidumbre".
El temor a la incertidumbre no solo provoca una constante aceleración de pulsaciones y mal dormir, sino que además se infiltra en todas nuestras decisiones hasta el punto de paralizarnos por completo. El miedo no nos permite avanzar y hoy, más que nunca, es necesario hacerlo para encontrar una salida.
Pienso en todas las adversidades por las que atravesó Nikola Tesla y, sobre todo, quienes en ese momento invirtieron en el desarrollo de sus inventos. Dos años después de que Westinghouse Electric había firmado su contrato con Tesla para ganar la famosa "Guerra de las corrientes", ocurrió una crisis económica denominada como "Pánico de 1890", la cual hizo honor a su nombre y remeció a todos y todas.
Seis años después, Tesla había desarrollado su motor de inducción y Westinghouse Electric compraría la patente por miles de dólares.
El crecimiento de un país depende, en gran medida, del desarrollo de innovaciones que puedan mejorar nuestra vida. Es urgente fomentar la cultura de desarrollo nacional, donde la innovación se posicione como eje central y surja como un método para encontrar soluciones a los problemas que se viven hoy en día. Esto en materias de ciencia, medio ambiente, salud y tecnología -por nombrar algunas-, donde además resulta clave recordar que es fundamental el aporte privado en la inversión y la importancia de que el Estado fomente esa relación virtuosa.
Paolo Colonnello, inversionista y CPO de Capitalizarme.com