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J-Hope, de BTS, lanzará su primer álbum en solitario el 15 de julio

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EEl rapero y bailarín Jung Ho-seok, más conocido por su nombre artístico J-Hope, lanzará su primer álbum en solitario en julio, según informó este domingo su agencia, días después de que su banda, BTS, anunciara una separación temporal.

Big Hit Entertainment, la agencia detrás de la banda surcoreana y de la carrera individual de sus miembros, dijo que el nuevo disco en solitario de J-Hope verá la luz el 15 de julio y que un primer single estará disponible el día 1.

Bajo el nombre "Jack in the box", el disco de J-Hope será el primero en publicarse después de que la conocida banda anunciara una separación temporal el pasado 14 de junio con el fin de que sus integrantes puedan centrarse en sus carreras individuales.

BTS, máximos representantes del fenómeno musical K-Pop, comunicaron su separación temporal tras nueve años de carrera conjunta y achacaron esta decisión al agotamiento derivado del ritmo de producción constante, que los ha convertido en una de las bandas más escuchadas internacionalmente.

Tras el impacto de la noticia en la industria musical, Big Hit matizó que el grupo se tomará un tiempo "para explorar proyectos en solitario", pero seguirán en activo como banda bajo "diferentes formatos". De hecho, días antes del anuncio, BTS publicó "Proof", su primera antología, compuesta por 48 cortes repartidos en tres discos.

J-Hope ya había lanzado un mixtape en solitario en 2018, "Hope World", que llegó al puesto 38 de la lista Billboard 200 en Estados Unidos. Por el momento, se desconocen los siguientes pasos para los demás BTS: RM, Jimin, V, Suga, Jin y Jungkook.

"Elvis", el vertiginoso musical de un ícono que no tuvo miedo a las alturas

Baz Luhrmann, director del filme estrenado este fin de semana alaba el rol de Austin Butler como el rey del rock.
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Excesiva, acelerada y lujosa. Así retrató Baz Luhrmann la vida de Elvis Presley en un filme que mantiene el inconfundible sello del director de "Moulin Rouge" y se centra en la compleja relación que el rey del rock, encarnado por Austin Butler, mantuvo con su representante.

Desde su descubrimiento como un joven aficionado a la música en la vibrante escena de Memphis, hasta su muerte, exhausto en su suite de Las Vegas, el camaleónico Butler recrea, durante casi tres horas de que no dejan descanso al espectador, todas la etapas del ícono musical.

"Verlo en este papel es algo que no sucede de manera habitual. Desde que él envió un vídeo para la prueba, desde que entró por la puerta, mostró un nivel de aprendizaje y cuidado que es espectacular", afirma Luhrmann sobre el protagonista en una conversación con agencia Efe en medio del estreno del filme, este fin de semana.

Casi una década después de dirigir a Leonardo DiCaprio en "El Gran Gatsby" (2013), y más de veinte tras la emblemática e inolvidable "Moulin Rouge" (2001), el cineasta australiano ha repetido su fórmula grandilocuente para narrar las luces y sombras de la carrera de Presley en el contexto de la revolución cultural.

"El espectador es lo único que me importa. Hago películas para el cine, y espero que la vea el público más variado posible", explica sobre su estilo.

Ni siquiera sus propios actores saben lo que esperar de sus ideas: "Cuando estás filmando te hace repetir las cosas de muchas maneras y trabaja con cuatro cámaras. Así que no tenía ni idea de lo que iba a ver", reconoce el propio Butler.

HOMBRE DE CONFIANZA

Apoyado en trucos de realización sorprendentes y un ritmo vertiginoso, "Elvis" va más allá del clásico musical biográfico contando, en verdad, la historia de dos personas: el músico y su descubridor.

Un irreconocible Tom Hanks constituye la otra pata del filme en la piel del enigmático mánager de Presley, el coronel Tom Parker, un empresario que descubrió su talento y gestionó, entre aciertos y errores, su astronómica carrera.

Así, en una elección que solo Luhrmann podría hacer, la cinta arranca desde el prisma del agente que encontró en el joven Presley, de voz aterciopelada y un agitado movimiento de caderas, el espectáculo definitivo para hacerse de oro.

Es precisamente a través de esos espectáculos, la manera en la que el guion del filme avanza, con un Elvis distinto en cada escenario, envuelto en una estética evolucionada y ante un público diferente.

"No fue fácil. Seleccioné yo solo cada concierto pero basándome en aquellos que contaban mejor la historia, no en mis favoritos", señala Luhrmann.

Aunque un gran porcentaje de las dos horas y 45 del metraje está ocupado por las actuaciones más trascendentales en la carrera del músico, el filme aprovecha los silencios para narrar las piruetas que Presley tuvo que llevar a cabo.

Desde muy joven lidió con una opinión pública que se escandalizaba por su explotación de la sensualidad masculina y era reacia a su vinculación con la lucha por los derechos civiles.

OMNIPRESENTE

La película evita que detrás de cada estrategia, de cada actuación y entrevista, siempre estuvo Parker, su hombre de confianza, que podía llevarse hasta el 50% de sus ganancias con el beneplácito del músico.

Ni la vida de Presley con Priscilla (Olivia DeJonge) en la famosa villa de Graceland, ni su vínculo con referentes de la música negra como B.B. King o Little Richard, eclipsan la fijación de Luhrmann por acercarse al equipo que formaron artista y mánager.

Cuando su fama en Hollywood comenzaba a desgastarse, Parker se lo llevó a Las Vegas para que protagonizara un show que se alargó durante seis años en los que Presley llegó a la bancarrota y desarrolló una adicción a los medicamentos hasta su muerte.

Parker, ludópata empedernido, moriría después rodeado de ruletas y máquinas de juego.