El Diario de Ana Frank cumple 75 años y se mantiene vigente
TESTIMONIO. Más de 36 millones de ejemplares ha vendido el libro, mientras que hoy 37 millones de niños huyen de guerras.
El padre de Ana Frank logró publicar el diario de su hija en 1947, donde relata el día a día de una niña judía escondida del peligro de muerte, en la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, han sido 75 años de lecturas en colegios y debates sobre el precio que pagan los niños en una guerra, pero hoy el mundo acoge a casi 37 millones de niños que han escapado de conflictos y violencia.
En Países Bajos se publicó la primera versión en neerlandés del diario de Ana Frank, bajo el título de "Het Achterhuis (La casa de atrás)", un libro que se tradujo después a más de 70 idiomas y llegó a formar parte de las lecturas del currículo escolar como testimonio del Holocausto judío.
El amor, la amistad, las ambiciones, los sueños, la intimidad, su percepción de la guerra, el sufrimiento por no poder salir fueron temas que la joven trató con honestidad en su diario, un libro que ha vendido 36 millones de ejemplares estos 75 años.
Annelies Marie, el nombre real de la autora, nació en Fráncfort, Alemania, y habría cumplido este mes 93 años. Recibió su diario como un regalo al cumplir 13 años, lo eligió ella misma en la librería, y escribió en la portada: "Espero poder confiarte todo, como nunca he podido confiar en nadie, y espero que seas una gran fuente de consuelo y apoyo". Eso fue el 12 de junio de 1942, y el 6 de julio se escondió en el anexo secreto.
Descubierta
La dirección del escondite, la extensión de un almacén en Prinsengracht 263 de Ámsterdam, llegó a manos de un oficial alemán de las SS, que encargó a su gente acudir el 4 de agosto de 1944 a arrestar a la familia Frank, pero faltan aún evidencias concluyentes sobre cómo llegó la dirección a manos de la Gestapo.
El pasado enero, un equipo internacional liderado por un exagente del FBI, Vince Pankoke, publicó en un libro una polémica teoría que señaló a Arnold van den Bergh, un notario de Ámsterdam y miembro del Consejo Judío, como la persona que reveló a los nazis el escondite de la niña, a cambio de protección para su propia familia.
Una de las pruebas que mostraron fue una nota anónima entregada en 1945 a Otto, quien, dicen, conocía la identidad de quien los traicionó, pero ocultó el dato por temor.
"El nombre de Arnold ya estaba ahí. Un detective puso en su informe que Otto le había dado la nota y su nombre fue mencionado por otros autores. (...) Toda la información iba cuajando y a finales de 2019 pudimos descartar seriamente a la mayoría de los sospechosos", explicó Pankoke a la agencia de noticias Efe.