Patricio Vera
No es una exageración decir que el alza descontrolada del precio de la bencina también está afectando la salud mental de los chilenos. Y esa es una realidad a la que los ñublensinos no escapan, pues en Crónica Chillán hemos recibido testimonios que dan cuenta que los bomberos de las distribuidoras de combustible han debido lidiar con la molestia de los automovilistas que no encuentran nada mejor que descargar su ira con quienes menos responsabilidad tienen.
Así da cuenta Alexander Mora, quien administra diversas bombas de bencina en Chillán. Según explica, muchos bomberos han debido enfrentar malos tratos de los consumidores molestos con lo elevado de los precios del combustible, lo que los ha llevado incluso a presentar licencias médicas por la presión constante con que deben lidiar a diario.
"Hace unos días tuvimos una reunión de los operadores de distribuidoras de combustible de la zona sur en la ciudad de Talca y todos los colegas coinciden en lo mismo. El nivel de violencia que están mostrando los conductores cuando compran el combustible es preocupante. Nosotros hemos tenido casos de vendedores agredidos e incluso, hemos visto compradores que no respetan siquiera la fila para cargar combustible", señaló.
Mora agregó que tienen muchos trabajadores con licencia siquiátrica por cuadros de estrés. "Nos han tratado de estafadores e incluso, hemos sido funados por las redes sociales y hasta nos han apedreado. Este es un fenómeno que se está dando en todo el país", sostiene añadiendo que los maltratos les han traído problemas adicionales como las dificultades de encontrar gente que quiera trabajar con ellos.
El empresario aseguró que según los cálculos que han sacado como gremio, las alzas van a seguir dándose, comentando que el precio podría llegar a adicionar $50 por mes. "Si bien el precio de los combustibles está afectado por causas internacionales como el precio del dólar, aquí hay también responsabilidad del actual gobierno, pues como tienen aires ambientalistas no van a querer subvencionar el precio de la bencina en el futuro. Lo único que va a quedar es que la gente termine por no usar el auto", finalizó.
Rabia descontrolada
Para entender el fenómeno, el psicólogo Samuel Jiménez explica que lidiar con un enemigo invisible que afecta el presupuesto familiar, va generando que la agresividad se canalice por medio de las personas más cercanas y que evidentemente, no son culpables del problema. "En esto está el caso del cliente que se ofusca y se descarga con el bombero, quien debiera hacer el ejercicio de prever la situación y hacer conciencia que el vendedor no tiene ninguna responsabilidad al respecto", indicó.
A juicio del profesional como un consejo para los propios bomberos, el ideal es que le hagan ver que entienden su molestia y que comparten la rabia. De este modo, el cliente podrá ver que ese no es el adversario, sino que es la contingencia en sí. Por lo mismo, el llamado es a tomar conciencia, respirar hondo y darse cuenta que el problema no es controlado por el bombero, sino que obedece a la realidad actual.
"También es posible tomar otras medidas como utilizar el auto lo menos posible u organizarse de manera tal que esto se administre de manera más eficiente. La idea es darse cuenta que las cosas están subiendo de precio, tomar conciencia antes de la situación y así evitar el estallido de la rabia al asumir la molestia", indicó.
El psicólogo Samuel Jiménez no descarta que esta rabia ciudadana que se da con la bencina pueda surgir con el alza en el precio de alimentos u otros bienes. "Siempre el ser humano trata de buscar un responsable y le endosan la culpa al primero que tengan a mano. Esto sí podría ir en escalada si se considera que el problema afecta a mucha gente de la misma manera. Se está dando un fenómeno muy similar a lo que llevó al estallido social por el aumento del precio en los insumos más básicos", finalizó.
"Nosotros hemos tenido casos de vendedores agredidos e incluso, hemos visto compradores que no respetan siquiera la fila".
Alexander Mora, Administrador servicentros
"Se está dando un fenómeno muy similar a lo que llevó al estallido social por el aumento del precio en los insumos más básicos".
Samuel Jiménez, Psicólogo