Tatiana Aular Aguirre
María Padrino, es funcionaria del Servicio de Salud Ñuble (SSÑ) y es una de las 103 mil 325 personas que en la región, por motivos de salud, hasta julio de este año han tenido que solicitar una licencia médica. Si bien ella es usuaria de una isapre, reconoce que hasta la fecha no he visto cambios en el monto final de su salario.
Pero aclaró "por lo que sé, que en el caso de los profesionales, técnicos y administrativos que trabajamos en el sector salud, el pago de nuestras licencias las recibimos directamente de nuestro empleador y luego hay un proceso interno de reembolso entre ellos".
A esto sumó la profesional de la salud que "en mi caso he tenido que ausentarme por lapsos muy cortos, nos más de una semana, y cada día me ha sido pagado de manera integral en mi salario, pero sé que ésta no es la realidad de todos los trabajadores".
Los datos sobre el número de licencias médicas emitidas en la región de Ñuble, fueron aportados desde la Seremi de Salud, desde donde indicaron que hasta julio de 2021 se habían recibido 80 mil 322, pero en lo que va del 2022 hasta el mes en curso los trabajadores han consignado 103 mil 352 solicitudes de este beneficio laboral, lo cual se traduce en un aumento del 28, 67% entre un período y otro.
Una precisión de relevancia entregada por la Seremi de Salud es que "las patologías que más se presentan son las de tipo psiquiátricas, liderando el trastorno ansioso depresivo y el trastorno de adaptación, seguidos de las patologías estacionales, como gripe y la triada de rinitis, sinusitis y faringitis".
Pero además informaron desde el ente oficial que "las licencias en Ñuble se pagan en un promedios de 25 días corridos, siendo la principal causa de demora la falta de antecedentes aportados por el usuario o el empleador".
Una de las que integra este grupo de beneficiarios es Catalina Garcés, quien luego del diagnóstico de una enfermedad, tuve que hacer uso de la licencia médica.
Garcés compartió su experiencia y aseguró "afortunadamente mi caja de compensación tiene convenio con mi empleador actual, entonces el pago ha sido en la fecha acostumbrada y por el mismo método de siempre".
Si bien el proceso actual, lo consideró dentro de los estándares de respuesta adecuado, apuntó "pero recuerdo otra experiencia de hace años, con otro empleador, en que hubo retraso de un mes y medio más o menos. El pago fue menor al monto acostumbrado, entonces fue un muy mal rato".
Igualmente compartió que "incluso sé de personas que, por casos así, vuelven a trabajar aunque su tratamiento no haya terminado, porque la angustia por la falta de dinero incide en todo aspecto, por lo tanto, afecta la recuperación también".
Otra que forma parte de los usuarios de Fonasa que ha hecho uso de licencia médica, es Andrea Contreras, quien desde el 2021 a la fecha, ha pasado de licencia médicas mixtas a psiquiátrica.
Aseguró que los pagos por licencia que generó el año pasado se dieron dentro de los tiempos estipulados "nunca tuve problemas con los pagos de las licencias, incluso me aparecían los pagos antes de la fecha y ahora estoy con una licencia psiquiátrica porque estoy con mucho estrés y problemas personales".
Argumentó Contreras que el pago en los tiempos justos se debió "a que mis diagnósticos eran complicados, y por eso nunca tuve problemas, ni nada".
Contreras reconoce en la actualidad que cometió el error de no tratar la depresión a tiempo "yo nunca me las trate, nunca fui al médico, el año pasado tuve una nueva pérdida familiar y allí se gatillaron todas las enfermedades, porque cuando uno no se trata la depresión el organismo colapsa y uno empieza a manifestar enfermedades, entonces si uno no se trata a tiempo, el organismo igual se afecta".
Reiteró que la depresión debe ser tratada "porque en mi caso me afectó muchos órganos. Aunque uno lo vea que lo van a tratar con pastillas que lo van a dopar, de hecho durante el tiempo que trate la depresión, que fue súper poco, andaba dopada, pero era por mi bien y lo dejé de hacer, me dije yo puedo salir sola de esto y no pude".