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El momento de los animales políticos

"Es obligación repensar (...) la reconstrucción del tejido social, en base a amistad cívica"
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Estamos a pocos días de un nuevo proceso eleccionario de máxima importancia, como es el plebiscito de la nueva propuesta constitucional. Ciertamente, no ha sido un proceso fácil de entender y seguir, sin embargo, la ciudadanía ha mostrado un interés real sobre este vilipendiado proceso.

Hace tiempo se viene diciendo que los políticos están en crisis de legitimidad, que pululan de sus beneficios o que simplemente no son necesarios, pero siempre que se toman decisiones relevantes se vuelve a confiar en los profesionales de la política. Esta paradoja, que contiene atisbos de verdad, devela que en la sociedad existe un genuino interés en el orden político de nuestro país, aunque no siempre se esté de acuerdo o se aprecie a quienes hacen política.

La sociedad común se ha mostrado abierta a escuchar a intelectuales, comunicadores sociales, personeros del Estado y políticos que están dando sus miradas sobre la propuesta constitucional. Al mismo tiempo, cada persona, con derecho a voto, está forjando un juicio que plasmará en las urnas, pensando en qué es lo mejor para Chile en vistas al futuro.

Esta preocupación por la sociedad y su organización política ha permitido un diálogo racional entre quienes van por el Apruebo o el Rechazo, aunque también hay que reconocer que se ha dado espacio a expresiones poco democráticas como la cultura de la cancelación, la desinformación y la polarización en un ambiente crispado, primando la emoción por sobre la razón.

Por una parte, se han construido argumentos racionales para defender ambas posturas, y por otra, en ocasiones, la emoción embarga al votante, imposibilitándole de generar un ambiente de concordia y amistad cívica.

En vistas a esta política y compleja situación, es obligación repensar, más allá de las diferencias, la reconstrucción del tejido social, en base a la amistad cívica y el bien común, recuperando el alma de Chile, la tradición reflexiva, la apreciación por el otro y el respeto a pensar distinto. La tarea no es fácil, pero digna de ser asumida por animales políticos interesados en el futuro de este país, desarrollando un diálogo racional, entendiendo las diferencias y proyectando lo mejor para una sociedad en crisis de sentido.

Juan Carlos Alvial Filósofo

Explotación infantil

Se estima que en Chile hay más de 200 mil menores que trabajan, muchos de manera informal.
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Con frecuencia aparecen denuncias respecto de la infancia explotada, sexual y comercialmente, y contra el maltrato infantil, pero no podríamos imaginarnos que sean precisamente los padres los que atenten contra la salud y la vida de sus hijos. El abuso sexual de menores es una forma de maltrato que incluye un amplio espectro de acciones entre un niño y un adulto. Es un delito deleznable y doblemente reprochable, si se considera que significa robar la inocencia y marcar la vida de un menor. Cuando un niño es víctima de abuso sexual se corta su línea de desarrollo sicológico y ese daño se observa en su etapa adulta. La experiencia muestra que éstos son delitos que tienen una alta tasa de reincidencia, de manera que la sociedad no puede permanecer indiferente y debe proteger a sus menores.

De acuerdo con estudios realizados antes de la pandemia, 168 millones de niños en todo el mundo y 12,5 millones en Latinoamérica, abandonaron su infancia y sus estudios para ingresar al mercado laboral. Se estima que en Chile hay más de 200 mil menores que trabajan, muchos de manera informal.

Desde el segundo semestre de 2019 se comenzó a aplicar en Chile el Índice de Vulnerabilidad al Trabajo Infantil, herramienta estadística creada por la OIT y la Cepal.

Entre los factores de riesgo se cuentan la deserción escolar, el índice de pobreza y la accesibilidad demográfica, pero también hay factores que actúan como protectores, como la realización de controles de la Dirección del Trabajo.

Con el tiempo, los fundamentos de la celebración del Día del Niño, que se festejó el pasado domingo en nuestro país, se han perdido, hasta transformarla en ocasión de consumo. Para la gran mayoría -80% según una encuesta de Research Chile-, hacer un regalo es parte fundamental de la celebración. Los adultos buscan sorprender a los niños con el regalo. Los más recurridos son juguetes, celulares y ropa, lo que representa una mejoría de las ventas para las grandes tiendas y supermercados.

Es necesario detenerse a reflexionar acerca de la necesidad de dar la protección a nuestros niños en forma permanente.

Por encima de todo

El camino siempre será el político, el diálogo, el intercambio de visiones y opiniones
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Con estas palabras resalta San Pablo en la primera carta a los Corintios la importancia del amor. Resalta su primacía por encima de la fe y la esperanza, y lo hace a continuación de haberle dedicado un hermoso himno. Desde el origen de la Creación que narra el libro del Génesis, se habla del ser humano, como hombre y mujer, llamados a vivir uno al lado del otro, a ser compañeros de camino y no una piedra de tropiezo, como cuando se malogra esa idílica escena. Una mujer sacada de la costilla de un hombre, de su costado para ir uno al lado del otro, no para ponerse un frente al otro y maltratarse, dañarse o dividirse. Esto es directamente aplicable a la violencia de género, pero también a todo tipo de relación humana. Siendo hoy especialmente necesario que lo escuchemos desde muy diversos ámbitos, pero en concreto querría hacerlo resonar para el proceso constitucional que vivimos.

No voy a entrar en posicionamientos de un lado u otro, de un color político u otro. Sólo quiero recordar este canto al amor y a la paz que se hace desde la Biblia, y que por otra parte encontramos en tantas otras religiones, confesiones y culturas. Jesús lo llevo, además, a su plenitud al vivir y predicar el amor al prójimo como a uno mismo. Y tantos otros que tras sus huellas lo hicieron vida del mismo modo, San Alberto Hurtado, Santa Teresita de los Andes… y muchos ciudadanos de a pie que cada día lo convierten en una realidad en sus vidas, entre sus familiares, amigos, vecinos, colegas…

Desde mi llegada a Chile una de las cosas que más me impresionó fue el orgullo que todo chileno siente por su país, sin dejar de reconocer que hay cosas perfectibles, nadie lo niega. Junto a una generosidad y solidaridad admirable en concreto cuna las cosas se complican ya sea por una catástrofe natural o inducida por la mano humana… No se va de mi retina las caravanas de autos, camionetas y buses que se solidarizaron con las víctimas de los incendios del verano de 2017.

El camino siempre será el político, el diálogo, el intercambio de visiones y opiniones que muchas veces se vuelve duro, ardua batalla, pero que en ningún caso puede desembocar en la violencia contra otras personas o sus medios de vida. Puede haber cansancio acumulado por injusticias, puede haber muchas situaciones, pero no se justifica el que nos tomemos la justicia por nuestra mano.

El ser humano ha alcanzado cotas de evolución, progreso y desarrollo que son increíbles, basta echar una mirada hacia los medios de comunicación, la medicina… Admiremos lo bello, lo logrado, las metas alcanzadas y pongamos en su valor las cosas, sin permitir que nada estropee lo que nos hace verdaderamente felices, el amor que nos une.

Hermana Marta García Religiosa domínica