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Alimentación saludable

Cambiar el estilo de vida va más allá de empezar a comer mejor, descansar y no fumar, es mirarnos y valorarnos.
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El gobierno de los Estados Unidos ya se encuentra en la quinta versión de un programa nacional para el fomento de "Personas Saludables", y nuestro país cuenta con el programa "Elige Vivir Sano", orientado a promover hábitos y estilos de vida saludables para mejorar la calidad de vida de los chilenos.

Es sabido que la vida saludable considera una alimentación adecuada, la cual implica que sea balanceada, baja en azúcar y grasas -entre otras medidas-, que haya presencia de actividad física (que sea con una determinada frecuencia, no esporádica), dormir y descansar adecuadamente, eliminación del tabaco y otras drogas, disminución del estrés, entre otras. Sin embargo, cabe reflexionar sobre ¿cómo cada uno de nosotros logra un estilo de vida saludable? Si es algo que todos sabemos que debemos hacer ¿por qué no lo llevamos a cabo?

De acuerdo a los planteamientos de la especialista María Teresa Urrutia, directora del Doctorado en Ciencia de Enfermería de la Universidad Andrés Bello, si bien el comportamiento en salud depende de muchos factores, las nuevas generaciones ("millenials", "centenials" y "alfa") son personas que no dudan en desarrollar su ámbito profesional, pero nos han enseñado a compatibilizar esa vida con la familiar y personal, a planificar viajes a lugares lejanos, a comprar sin perder tiempo en traslados, a cambiarnos de trabajo sin miedo, a emprender y ser "empresarios" de nuestras propias vidas.

Cambiar el estilo de vida va más allá de empezar a comer mejor, descansar y no fumar, es mirarnos y valorarnos.

Las nuevas generaciones, catalogadas como "narcisistas y consentidas" han venido a enseñarnos la importancia de preocuparnos por nosotros y de evitar postergarnos para así llevar una vida más plena, saludable y duradera.

En ese sentido, ciertamente las generaciones más experimentadas y mayores debemos aprender mucho de ellos.

Asegurar el derecho humano al agua

Las nuevas generaciones han venido a enseñarnos la importancia de preocuparnos por nosotros. Estamos estudiando las obras a mediano y largo plazo que junto con la asegurar el agua potable, resguarden los impactos en el medioambiente
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Estamos en medio de una de las crisis hídricas más severas de nuestra historia, la que gracias a las lluvias y nieve caídas en este invierno, puede menguar en parte esta situación. Como Ministerio de Obras Públicas y por especial encargo de nuestro Ministro Juan Carlos García, la prioridad principal es asegurar el derecho humano al agua, algo que ya está consagrado en el nuevo Código de Aguas.

Su implementación no solo requerirá de un esfuerzo mayor, sino también de sentido de urgencia.Para esta tarea en nuestra región los directores de la Dirección General de Aguas, Marcelo Godoy y de la Dirección de Obras Hidráulicas, Gustavo Méndez, son clave en sacar adelante este tremendo desafío, que inicia con el compromiso ministerial de seguir trabajando en coordinación con otros ministerios, para que podamos implementar una política hídrica nacional, donde los consejos de cuencas y la DGA, tengan un rol crítico para regionalizar la gestión del agua, algo que hoy está ausente de nuestras políticas públicas.

Estamos potenciando el trabajo coordinado entre DGA y la Dirección de Obras Hidráulicas, que es la unidad encargada de los temas de saneamiento de agua rural y abastecimiento de agua potable, lo anterior, porque el nuevo Código de Aguas abre una oportunidad muy importante para que los servicios de saneamiento rural también presenten sus requerimientos.

Esto tiene que ser un trabajo colaborativo, tanto con la gente de la DOH como con las personas que están en el territorio y acá las provincias y comunas adquieren un rol fundamental.Desde el MOP estamos trabajando en distintos frentes para poder asegurar el consumo humano al agua potable: estamos fiscalizando con más fuerza el Código de Aguas; contamos con una importante inversión para llevar Agua Potable Rural a quienes hoy no cuentan con este servicio, como por ejemplo el Servicio Sanitario Rural que pronto iniciaremos sus obras en Ciprés Boyén en Chillán, y estamos estudiando las obras a mediano y largo plazo que junto con la asegurar el agua potable, resguarden los impactos en el medioambiente.

Paulo De La Fuente Seremi de Obras Públicas de Ñuble.

La inflación contraataca

Constituye un impuesto regresivo, puesto que resta poder adquisitivo a los ingresos de las personas.
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En un país muy muy lejano hace más de 30 años atrás, políticas monetarias estrictas en el contexto de un Banco Central autónomo permitieron a lo largo del tiempo reducir de manera significativa la tasa de inflación anual. Así mientras que en un comienzo la inflación se ubicaba en torno a 30% anual, con el paso de los años esta fue transitando hacia niveles del 3% anual. Lo anterior fue posible de la mano de un instituto emisor que estableció un esquema de metas que era creíble por el mercado en virtud de la reputación del ente rector, y finalmente, la inflación terminaba siendo lo que el Banco Central anunciaba.

Sin embargo, en lo más reciente, políticas fiscales expansivas, retiros de fondos previsionales, y un shock de oferta significativo proveniente del extranjero -como consecuencia de la invasión de Rusia a Ucrania- le han dado nuevos bríos al cruel enemigo de la inflación. En efecto, existen ciertas amenazas que ponen en duda si es que finalmente se podrá volver a controlar. Por una parte, se ha visto una mayor persistencia de la que se anticipaba, básicamente debido a mecanismos de transmisión propios de la economía local. Por otro lado, han surgido voces que, por un lado, cuestionan la estricta política monetaria del Banco Central, y por otro, insinúan que incluso, para ciertos segmentos -también vulnerables- la inflación podría tener beneficios. Todo lo anterior socava la confianza que existe en torno a la política monetaria que está desplegando el Banco Central para controlar y hacer retroceder el alza de precios.

La inflación tiene solo costos. En primer lugar, constituye un impuesto regresivo, puesto que resta poder adquisitivo a los ingresos de las personas, lo cual afecta principalmente a los segmentos más vulnerables de la población. En segundo lugar, genera inestabilidad e incertidumbre, lo que hace más difícil proyectar flujos futuros y rentabilidades, lo que daña la capacidad de inversión de largo plazo de la economía. Finalmente, hay una serie de otros costos de transacción relacionados con la inflación, que tiene que ver con cómo los agentes deben utilizar recursos para poder proyectarla y hacer los ajustes de precios necesarios para poder tomarla en cuenta.

Pero, si es tan mala la inflación por qué los bancos centrales no se ponen metas en torno al 0 %. Una posible respuesta para ello es que bajos niveles de inflación podrían tener un efecto positivo en los ajustes que requiere una economía en un contexto de shocks negativos a la demanda agregada. Otra razón tiene que ver con la forma cómo se mide inflación, a través de una canasta de consumo promedio. Cuando se usa este sistema, se tiende a sobrestimar el costo de la vida, toda vez que las personas siempre pueden sustituir los bienes que se vuelven relativamente más caros por aquellos que se vuelven relativamente más baratos. Por lo tanto, el costo de la vida si bien sube, no aumenta tanto, puesto que las personas tienen un espacio para hacer algunos ajustes, al menos durante un tiempo.

Rodrigo Montero Decano Facultad de Administración y Negocios

Universidad Autónoma