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Cómo se repartirá el tiempo que liberará Proyecto 40 h

Iniciativa no solo apunta a rebajar jornada laboral, sino además incluye medidas en pro de la corresponsabilidad parental. ¿Partirá o no la redistribución del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado que implica que el 34,3% de las chilenas no acceda a empleo formal?
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El proyecto de ley que rebaja la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales no se limita a ese recorte. También considera el derecho a horario de ingreso y salida diferido para personas cuidadoras de niños, niñas y adolescentes de hasta 12 años, así como la posibilidad de que las horas extra -que ahora solo se remuneran- "se cambien por permisos, para acompañar las tareas de cuidados de los hijos", como dijo la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, en alusión a la corresponsabilidad parental y la conciliación trabajo-familia.

Hasta dónde la mayor disponibilidad de tiempo -sumada al horario diferido de ingreso y salida del trabajo para padres o madres cuidadores y a la posibilidad de cambiar horas extra por permisos- contribuirá a emparejar la cancha entre hombres y mujeres en materia de realización de trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, es algo que todavía está por verse. Aun cuando parece haber mayor conciencia de que estas últimas labores recaen mayoritariamente sobre ellas, privándolas muchas veces de la oportunidad de acceder a independencia económica y consecuente previsión para la vejez mediante un empleo remunerado.

En la actualidad, más de un tercio (34,3%) de las mujeres en Chile señala no poder acceder a un trabajo formal por responsabilidades familiares permanentes, mientras que, entre los hombres, este porcentaje apenas alcanza al 2,8%. "Y aun accediendo al mercado laboral, una parte importante de ellas se emplea bajo jornada parcial. Estas cifras son dramáticas y nos llaman a redoblar esfuerzos para reducir el subempleo horario y el empleo informal", señala Alejandra Sepúlveda Peñaranda, presidenta ejecutiva de Comunidad Mujer (CM), entidad que formó parte de la Mesa Técnica sobre Calidad de Vida y Reducción de Jornada Laboral propiciada por el debate legislativo sobre la materia.

El impacto y los alcances de esta situación son claros, entre otros aspectos, en la valoración económica del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado. Un estudio de CM estimó que las labores domésticas y de cuidado no remuneradas representan el 21,8% del Producto Interno Bruto Ampliado, mientras el Banco Central lo calculó en 25,6%. Mucho mayor que el aporte de la minería al país, que según el Consejo Minero y Sonami es cercano al 15%-16% del PIB.

Reducción con perspectiva de género

Con las nuevas facilidades que se derivarían del proyecto 40 horas, ¿sería esperable que el segmento masculino asumiera la mitad del trabajo doméstico y de cuidados que actualmente realizan preferentemente las mujeres?

"Para avanzar en corresponsabilidad y lograr que las labores domésticas y de cuidados no remuneradas se repartan de manera más equitativa, se necesita más que una medida o política específica. Cualquier medida de adaptabilidad laboral es un aporte, pero no garantiza por sí sola una mayor igualdad de género en la distribución del tiempo de trabajo", señala Alejandra Sepúlveda, quien considera necesario "incorporar una perspectiva de género a la reducción de la jornada laboral" y plantea que medidas complementarias de fomento a la corresponsabilidad en las tareas de cuidados no remuneradas constituyen "una herramienta esencial para generar un cambio cultural sostenible".

La presidenta ejecutiva de CM recalca que para que la conciliación entre la vida laboral y familiar sea posible, así como el aumento de los niveles de productividad de las empresas, "es necesario que los arreglos de adaptabilidad laboral -como los horarios escalonados, el teletrabajo y los sistemas de promediación de horas con un banco de tiempo asociado, entre otros- reconozcan la realidad de las relaciones de trabajo y se ajusten a las necesidades de ambas partes, y en particular de las mujeres, quienes asumen la mayor carga de cuidados".

"Es fundamental establecer cláusulas de cuidados en los convenios colectivos, garantizando los equilibrios de poder, porque las mujeres han tenido históricamente un poder de negociación más débil. Hay avances importantes que hacer y en este proyecto de las 40 horas es posible profundizar en términos de acuerdos que se vinculen con cláusulas de cuidado", subraya Alejandra Sepúlveda.

Una norma no basta para corresponsabilidad

La directora del Observatorio de Desigualdades de la Facultad de Ciencias Sociales e Historia de la Universidad Diego Portales, Ángela Boitano Gruettner, no cree que la disminución de la jornada laboral y las nuevas facilidades para la corresponsabilidad parental y la conciliación trabajo-familia vayan a hacer por sí solas que los hombres asuman su parte en el trabajo puertas adentro.

Argumenta que los antecedentes disponibles indican, por ejemplo, que menos del 1% de los varones hace uso del permiso postnatal, lo que probablemente se debe a la estructura de sueldos y las brechas salariales entre hombres y mujeres, que en Chile es un promedio de 20% "y esta brecha se agranda a medida que aumenta la escolaridad". En la decisión acerca de quién cuida -agrega- pesan esos factores económicos.

"De esa constatación no se deriva que no sea una medida valiosa y que aplaudo", puntualiza la académica. "Pero me temo que las mujeres siguen siendo una contratación problemática para los empleadores, si -además ahora- pueden llegar más tarde. Entonces, quiero destacar que el cuidado de niños, niñas y/o adolescentes en edad escolar debe dejar de ser un beneficio exclusivo para las madres y ampliarse para padres; destaco esto último pues más que 'optar' por este beneficio debiera ser obligatorio para quien de ambos (padre o madre) cuente con un contrato de trabajo indefinido".

Para la presidenta de la Mesa Mujer-Empresa de la Cámara Regional del Comercio de Valparaíso, Claudia Acevedo, en tanto, resulta clave "visibilizar y hacerse cargo del trabajo doméstico no remunerado, que es ejercido principalmente por mujeres, puesto que restringe notoriamente sus posibilidades de contar con ingresos propios, dificulta sus opciones para insertarse en el mundo laboral y las relega de la protección social que les permita satisfacer autónomamente sus necesidades", expone, en la línea del impacto que constatan diversos estudios, como los de Comunidad Mujer.

la iniciAtiva CONSIDERA el derecho a horario de ingreso y salida diferido para personas CON NIÑOS Y ADOLESCENTE A SU CUIDADO, ASÍ COMO LA posibilidad de CAMBIAR Horas extra Por permisos.

Rosa Zamora Cabrera

rosa.zamora@mercurio valpo.cl