Se especuló toda la semana que Ñublense y Palestino iban a animar el partido de la fecha. No solamente por los estilos de juego por los que destacan cada equipo, sino porque, además, la ínfima distancia entre ambos en la tabla hacía este un duelo de 6 puntos, una auténtica final por asegurarse un cupo en la Copa Libertadores de América del próximo año.
Y desde el primer minuto se vivió ese partido. El Estadio Nelson Oyarzún de Chillán fue sede de un duelo sumamente movido y peleado. Ñublense, el equipo con mayor posesión del torneo vs Palestino, el con menor, luchaban cada pelota como si fuese la última. Los Diablos Rojos trataban de hacer su salida limpia, la que los ha hecho uno de los elencos más atractivos del torneo, ante la por ratos maniática presión en campo contrario por la que los de Gustavo Costas se han convertido en uno de los cuadros más duros.
Y si bien no había tantas llegadas claras, eso no quiere decir que las emociones faltaron, pues el dinamismo del juego era un placer para los amantes de este deporte. Sin embargo, al minuto 25 llegó el primer gran susto para Ñublense, que veía como Barticiotto y Salas no permitían salir con tranquilidad a los defensores y al mediocampo chillanejo.
El mismo Salas, tras una pelota que perdió Lorenzo Reyes ante la presión de José Bizama, conectó un furibundo cabezazo de un centro servido por Bryan Carrasco. Generoso Nícola Pérez, que pudo haber hecho más por contener el testazo que significó la apertura de la cuenta. Sin embargo y afortunadamente, el siempre polémico y controversial VAR anuló la conquista, pues determinó que el volante sufrió una falta cuando cedió la posesión del balón. Respiraba Chillán.
Y lo que hacía mejor las acciones es que en Ñublense estuvieron lejos de golpearse sicológicamente por la situación. Cuando menos claro estaba el juego colectivo, 4 minutos después, Nicolás Guerra despachó un potencial premio Puskas y le clavó un zapatazo de cerca de 30 metros a Sappa en el ángulo. Golazo, que probablemente será de los mejores del campeonato y los chillanejos abrían la cuenta. Poco importó el suspenso de la revisión en el VAR por una posible falta, cosa que no pasó. Rojos y Baisanos se fueron al entretiempo con el 1-0 en favor de los locales, sufriendo eso sí por la expulsión de Bernardo Cerezo por un codazo.
Los Diablos Rojos supieron llevar el hombre menos. A Palestino le cuesta jugar con exceso de tenencia y se notaba en cancha. Esto mientras los chillanejos apostaban por golpear fulminantemente en la contra. Y dicho golpe llegó. Tras un corner para los árabes Ñublense sacó un voraz contraataque terminado por una gran volea del Chucky Campusano. Golazo y 2-0. Gustavo Costas y sus pupilos se empezaban a desesperar y Maximiliano Salas se fue expulsado por reclamos al minuto 60, evidenciando esto.
El resto del partido, con un par de llegadas para cada equipo, se jugó al ritmo que quisieron los Diablos Rojos, que manejaron con calma los embates de Palestino. 3 puntos de oro para Ñublense, que se alejó en 5 del mismo cuadro árabe.
Jovany Campusano conversó con TNT Sports tras el partido, donde dio su análisis del duelo.
"Felicitar a mis compañeros, hicimos un gran esfuerzo uedamos con un hombre menos, y acá estamos todos a disposición del otro en Ñublense. Estamos siempre ahí corriendo y metiendo ahí para lo que necesitemos. Uno nunca piensa qué puede pasar en las jugadas, sino que van pasando de momento. La idea era que terminara en algo, se la pasé a Lolo que abrió a Nico y traté de ir al área por intuición. Lo important es que sirvió para el equipo y poder quedarnos con el partido", afirmó "el Chucky".
El siguiente desafío del rojo será el miércoles, visitando a Everton en Viña del Mar.
42 puntos suma
9 Ñublense tras el triunfo sobre Palestino. Le sacó 5 unidades a los árabes (4°), partiendo la tabla post podio.