La enseñanza de la Historia debe promover las competencias y actitudes que permitan el desarrollo del pensamiento crítico, para fortalecer la participación democrática de los sujetos históricos, como seres conscientes de los derechos y deberes que implica vivir en la sociedad actual, cosmopolita y globalizada.
Esta situación es de vital importancia para el desarrollo político, sobre todo, en estos momentos cruciales que vive el país, cuando se deben considerar las implicancias de la formación de una ciudadanía democrática que promueva valores como la tolerancia, el diálogo y la participación. Desde la escuela debemos promover una educación que responda a un enfoque maximalista de la ciudadanía, a partir de conceptos, procedimientos y actitudes necesarios para que los futuros ciudadanos puedan formar parte de la sociedad y respondan a los requerimientos de la institucionalidad democrática.
Desde el currículum escolar de la asignatura de Historia, Geografía y Ciencias Sociales, se ha establecido potenciar en los estudiantes conocimientos, habilidades y disposiciones que les permitan estructurar una comprensión de su entorno social y de su presente, que les orienten a actuar crítica y responsablemente en la sociedad, considerando los principios de solidaridad, el cuidado del medio ambiente, el pluralismo, la valoración de la Democracia y el respeto de la identidad nacional (Mineduc, 2013).
Por lo anterior, se espera que comprendan las experiencias sociales y culturales distintas como una forma de enriquecimiento personal y colectivo, sintiéndose y construyéndose como sujetos históricos.
Debemos valorar las oportunidades didácticas que nos ofrece la vinculación de la formación democrática de la ciudadanía con la enseñanza de la Historia, ya que muchos de sus conceptos, principios y valores son parte de los procesos históricos que se aprenden en las aulas, por tanto, como profesores debemos enfocar la enseñanza y el aprendizaje de los estudiantes en la comprensión de los problemas de la realidad y en el análisis de cómo se ha construido la sociedad actual, utilizando el contexto actual y la experiencia del plebiscito, para fortalecer desde la escuela una ciudadanía responsable, participativa y democrática.
Gabriela Vásquez
Académica Escuela de Educación, Facultad de
Educación y Ciencias Sociales de la U. Andrés Bello