Prometía que iba a ser un auténtico partidazo y así fue. Es que el 1-0 en favor de Huachipato no solamente dejó la llave totalmente abierta de cara a lo que fuese a ser la revancha, sino que, además, los ánimos estaban ardiendo tras diversas situaciones. Todas invitaban a sintonizar o ver el partido en el Estadio Nelson Oyarzún de Chillán anoche.
Y fue un contraste total de estilos. Mario Salas mostró que era capaz de mutar su estilo, ya acostumbrado su equipo a la línea de a 3 y a los ataques frontales para llegar al arco contrario con la mayor sencillez y también eficacia posible.
Ñublense por su parte, apostaba por la tenencia y el trato responsable de balón. Las grandes ocasiones eran para los Diablos Rojos, más no con profundidad del todo. Era una diferencia tremenda, pues Ñublense manejaba la rotación de la pelota, pero no lograba sacarle buen partido.
Huachipato, por su parte, a los 15 minutos abrió el marcador gracias a Gonzalo Montes. Los de Mario Salas crearon un soberbio robo de balón en la salida de Nozomi Kimura. Cris Martínez recuperó y tocó a Sánchez Sotelo, que asistió al uruguayo. Tras un pique de 50 metros, la picó sobre Hernán Muñoz. Golazo.
Corrían los minutos y los grandes sustos eran ocasionados por los siderúrgicos. Cris Martínez tuvo un nuevo mano a mano y desvió su remate. Tras la acción, al igual que en la ida, el paraguayo se enfrascó en una pelea con Hernán Muñoz, caldeando los ánimos y dándole amarilla a ambos.
Ñublense, eso sí, logró superar la desconcentración y se metió de lleno en el partido, pese a ir 2-0 abajo en la llave. Rodrigo Cisterna era una de las figuras del partido y regateaba y distribuía eficazmente en la ofensiva del Rojo. Al minuto 35, el volante puso un pase a la cabeza de Federico Mateos, que batió de testa al portero Yerko Urra en el segundo palo. Se irían así al entretiempo, con Huachipato replegado y defendiendo los embates del Rojo y con los locales buscando con todo el gol que igualase la llave.
Las emociones tampoco faltaron en el complemento. Rápidamente avisó Huachipato con un remate de Montes, pero Guerrero la sacó de la línea. Un minuto más tarde, en el arco acerero, Mateos desvió lo que era el empate global.
Sin embargo, la ansiedad se acabó al minuto 68. Mathías Pinto cruzó un balón extraordinario que Moya le pivoteó a Aravena. Monito, con la calma de un veterano, la puso en el segundo palo, marcando un golazo y el 2-1 final del partido. Llegadas más, llegadas menos, Ñublense con uno menos tras la expulsión de Campusano, el placar no se movería más y se irían a los penales.
Los 12 pasos
No es ningún secreto que las definiciones de penales no son para cualquier jugador.
Huachipato comenzó con Gonzalo Montes, que convirtió. Para la mala fortuna, Cerezo falló el primer penal del Rojo.Carlos Lobos amplió la ventaja, pero Lorenzo Reyes supo descontar. Cañete anotó el tercero con una exquisitez, mientras que Cordero también convirtió. La definición iba 2-3, en favor de los acereros.
Claudio Torres convirtió, dejándole la presión de quedar fuera a Mateos. Sin embargo, el capitán no titubeó. Todo estaba en manos de Hernán Muñoz, en el duelo con Walter Mazzanti. De forma milagrosa, el travsesaño se vistió de defensor y Huachipato erraba por primera vez. Rivera aprovechó y el Rojo igualó la serie.
Gazollo envió el balón a la luna y la clasificación dependía de Mathías Pinto, que también falló su penal. Yerko Urra convirtió, así como Enzo Guerrero.
La conversión de Córdova significó que la clasficación dependía de Meza, cuyo penal tapó Urra. Tras el partido, hubo peleas entre los jugadores dándole un triste final a un auténtico partidazo y decretando la eliminación del Rojo.
2-1 de final se despidió de la Copa Chile el cuadro de Ñublense. De ganar, el Rojo se medía con
terminó el partido en favor del Rojo, con goles de Federico Mateos y de Alexander Aravena. Abrió la cuenta Gonzalo Montes Cobreloa o Magallanes.
