"Requerimos de un debate de mayor altura que el que hubo en el proceso anterior"
Exdiputado y otrora intendente regional centra sus esperanzas en que las conversaciones entre las fuerzas políticas para un nuevo ciclo constitucional lleguen a buen puerto. Pero antes, afirma, se requiere una firme autocrítica del Gobierno por la derrota del Apruebo.
Tras varias semanas de discusión y pese a los lineamientos presentados por cada una de las coaliciones políticas, aún no existe total claridad de cuáles serán los pasos a seguir en el nuevo proceso constituyente, el cual muchos han apuntado que sería quizás la última oportunidad para cumplir con la demanda de cambio de Carta Magna expresada en octubre de 2020, pero que vivió un duro revés tras el triunfo del Rechazo en el plebiscito de salida, cuando dicha opción se impuso con casi el 62% de los votos.
Pero antes de firmar cualquier acuerdo que garantice la redacción de una nueva Constitución, Marco Antonio Núñez, exdiputado por la Región de Valparaíso y primer vicepresidente del PPD, subraya que debe existir una autocrítica más profunda al interior del Gobierno, a propósito de las causas que llevaron a la debacle electoral del Apruebo. "Se requiere tiempo para superar la fase de negación que experimentan algunos actores muy relevantes del gobierno, y que una vez que se supere dará espacio a tener claridad para iniciar un segundo y definitivo proceso", puntualiza.
El otrora intendente de Valparaíso argumenta que esta ausencia de autocrítica se explica, en parte, porque "el Presidente escuchó a aquellos que le recomendaron unir el destino del Gobierno al resultado del plebiscito, es así como parte del programa original de gobierno de Apruebo Dignidad, estaba incluida en el texto constitucional que fue plebiscitado y finalmente rechazado. Eso hoy genera un problema y la lectura de que este es un texto y una propuesta adelantados a los tiempos yo creo que es errónea. Era una propuesta que no dio cuenta de necesidades y requerimientos de ciudadanos y ciudadanas del Chile de hoy".
Dicho eso, Núñez, quien también presidiera la Cámara de Diputados entre 2015 y 2016, plantea que "Chile requiere una nueva Constitución y debemos tomarnos los tiempos necesarios para madurar un gran acuerdo que permita sancionar -democráticamente- este nuevo texto con un gran apoyo, masivo y popular. Ese es el objetivo y yo no descarto ningún procedimiento que conduzca a esa gran objetivo final", a propósito del debate del último tiempo sobre la pertinencia de contar con una comisión de expertos que acompañe la labor del órgano redactor de la propuesta constitucional.
Sobre esto último, y si bien considera que "los abogados constitucionalistas chilenos están en deuda con el país" porque "el debate de expertos del proceso anterior fue bastante pobre", aspira a que se pueda contar con la participación de personas avezadas en el tema que vengan de afuera, pero que "conozcan el detalle de los procesos constituyentes en otros países". "Requerimos un debate constitucional de mayor altura que el que tuvimos en el proceso anterior", complementa.
Asimismo, el académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Finis Terrae, repasa las "líneas rojas" propuestas desde Chile Vamos, aseverando que "la unidad de la nación, reconociendo la multiculturalidad, la mantención de tres poderes separados del Estado, la bicameralidad y la protección de la propiedad privada son posturas válidas, a las que debe sumarse, como prioridad, la construcción de un Estado social de derecho, que fue lo más destacable del esfuerzo anterior. Agregaría además, la construcción de un sistema político electoral que fortalezca la democracia, los acuerdos y la construcción de centro-izquierda o centro-derecha que puedan viabilizar los cambios en las futuras elecciones en nuestro país".
Falta de profunda autocrítica
- Este martes alcaldes asociados la Asociación Chilena de Municipalidades solicitaron que se les incluyera en las negociaciones para un nuevo proceso constituyente. ¿Cuál es el aporte que podrían hacer?
- En nuestro país está pendiente resolver la cuestión constituyente y antes de avanzar se requiere profundizar la autocrítica, particularmente del Gobierno, respecto del resultado del 4 de septiembre, que significa muchas más cosas además de revisar el texto constitucional con la mayoría democrática. Se requiere tiempo para superar la fase de negación que experimentan algunos actores muy relevantes del Gobierno, y que una vez que se supere dará espacio a tener claridad para iniciar un segundo y definitivo proceso, que es la oportunidad definitiva para resolver el problema constituyente.
- ¿Por qué cree que ha faltado esa autocrítica? ¿Hay personas en el oficialismo que simplemente no aceptan que perdieron o bien, están tan comprometidas con dichas ideas que consideran que aún funcionan?
- El Presidente escuchó a aquellos que le recomendaron unir el destino del Gobierno al resultado del plebiscito, es así como parte del programa original de gobierno de Apruebo Dignidad estaba incluida en el texto constitucional que fue plebiscitado y finalmente rechazado. Eso hoy genera un problema y la lectura de que este es un texto y una propuesta adelantados a los tiempos yo creo que es errónea. Era una propuesta que no dio cuenta de necesidades y requerimientos de ciudadanos y ciudadanas del Chile de hoy, y por lo tanto no puede ser que la lectura sea que "es de futuro, es adelantado y le quedó grande a los chilenos", al revés, esa propuesta constitucional le quedó chica a los chilenos. Ahora hay que tomarse los tiempos necesarios para madurar una propuesta que va a emanar de un gran acuerdo del Congreso Nacional en conjunto con el Gobierno.
- Entre esas personas a las cuales el Presidente prestó atención, ¿incluiría al ministro Giorgio Jackson? Él en varias oportunidades hizo nexos entre lo que pretendía el Gobierno y lo que proponía la nueva Constitución.
- Mire, yo no me voy a referir a actores específicos. Al Presidente le corresponde conducir una autocrítica más profunda y más certera y, paralelamente, facilitar los acuerdos que se van a dar -necesariamente- en el Parlamento y específicamente en el Senado. Yo quiero destacar el esfuerzo realizado hasta ahora por Álvaro Elizalde y Raúl Soto, ambos del Socialismo Democrático que hasta ahora han intentado construir certezas en la solución al problema constitucional, construyendo acuerdos con bordes para una nueva propuesta.
"no descarto ningún procedimiento"
- En la cita que tuvieron jefes comunales con los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados, Álvaro Elizalde y Raúl Soto, respectivamente, criticaron que al proceso anterior "le faltó calle". ¿Cree que haya sido así?
- No solo le faltó calle, le faltó realismo, le faltó sintonía con el sentir de los ciudadanas y ciudadanos chilenos, le sobró ideología, le faltó sentido común y fue un intento mezquino -de algunos- en la izquierda, como dijo el expresidente Lagos, de construir una propuesta partisana, programática, ideológica y disfrazarla de nueva Constitución, de un proyecto que fracasó estruendosamente.
- Y para que no exista la sensación de "cocina" que acusaron algunos sectores políticos, ¿no sería mejor que exista un plebiscito de entrada para ratificar la decisión que tomen los partidos, contrario a lo que ha planteado el mismo Presidente?
- Soy partidario de un cuerpo colegiado, electo democráticamente -que no se llame Convención para que no se confunda con el esfuerzo fallido anterior-, de 100 o 155 miembros, que tomen decisiones con un quórum de cuatro séptimos o tres quintos, que la representación de independientes sean listas de partidos políticos, que los pueblos originarios estén representados proporcionalmente a la participación electoral real, que sean listas nacionales o listas regionales, que sea ratificado por un plebiscito de salida y el sentido del trabajo sea obtener los tercios o más en ese plebiscito; y si los extremos del espectro político están en desacuerdo y finalmente no sintonizan con la nueva propuesta, no sería dramático. Yo espero que haya un gran acuerdo entre la centro-izquierda y la centro-derecha para que podamos dar cuenta del nuevo Chile que exige una nueva Constitución de futuro y no anclada en problemas del Siglo XX con malas respuestas también del Siglo XX.
- De hecho, la última entrega de encuesta Cadem muestra que un 50% prefiere que se repita el referéndum de entrada, mientras que el 43% se inclina por un acuerdo que respete lo votado en octubre de 2020. ¿Es un dato relevante a considerar?
- Chile requiere una nueva Constitución y debemos tomarnos los tiempos necesarios para madurar un gran acuerdo que permita sancionar -democráticamente- este nuevo texto con un gran apoyo, masivo y popular. Ese es el objetivo y yo no descarto ningún procedimiento que conduzca a ese gran objetivo final.
Las lecciones del fracaso respecto de las conductas de los constituyentes, la incapacidad de llegar a acuerdos, el sectarismo, el intento de captura por parte de un sector, el maltrato y el abuso de poder están a vista y eso es lo que forma parte de lo que no se puede volver a repetir".
Chile requiere una nueva Constitución y debemos tomarnos los tiempos necesarios para madurar un gran acuerdo que permita sancionar -democráticamente- este nuevo texto con un gran apoyo, masivo y popular. Ese es el objetivo y no descarto ningún procedimiento".
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