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colación, es otro momento crítico asociado a cómo se traslada, cómo se prepara, si tiene autorización sanitaria; finalmente, en la entrega de los equipos que la empresa facilitó, cómo el personal hace el manejo de éstos".
Así, advirtió que la bioseguridad "bien hecha" debe permitir vivir la experiencia turística de la forma más segura posible, pero también "lo más cercana a lo que promociona el proveedor del servicio, casi debiera ser imperceptible".
En la práctica
¿Cómo concreta sus objetivos el proyecto? Según explicó Romané Véliz "analiza la forma de trabajar de cada uno de los servicios, dibuja los procesos, identifica los puntos de riesgo y genera mecanismos con respaldo técnico que sean efectivos y eficientes y que minimicen el riesgo a través de ciertas acciones y medidas".
La profesional destacó que la región de Los Ríos tiene características hidrográficas que la hacen especial y un destino turístico variado. Además, indicó que cada uno de sus cuatro destinos -Sietelagos, Cuatro Ríos, Valdivia -Corral y Cuenca de Lago Ranco- es distinto al otro.
En esa línea, sostuvo que a través de la ejecución del proyecto el equipo ha advertido que la región presta servicios de una forma característica en cada destino.
Asimismo -añadió- "tiene una forma de relacionarse y de activar territorialmente estas experiencias turísticas donde hay involucrados espacios de uso público, que no tienen fines de lucro, y éstos se mezclan con empresas y otras unidades que sí son comerciales".
En esta unión, "fuimos identificando espacios de uso público que gatillan y potencian el turismo dentro de la región, como el Teatro Cervantes, el Parque Urbano El Bosque, las oficinas de información turística. Todas ellas participaron en el proyecto y se capacitaron para enfrentar distintas situaciones", explicó.
Originalmente, el proyecto se comprometió a trabajar de forma piloto en tres comunas, con un número limitado de 50 beneficiarios.
En la práctica, "lo primero que hicimos fue levantar los diagnósticos", precisó y, junto con ello, se generó una mesa técnica regional de bioseguridad, la que ha permitido coordinar de manera más eficiente las decisiones a través de la pandemia.
Esa mesa está compuesta, entre otros, por el Servicio Nacional de Turismo (Sernatur), las Secretarías Regionales Ministeriales de Economía y de Salud, el Gobierno Regional, Sercotec, representantes de los cuatro destinos turísticos de la región y de los departamentos de turismo municipal. Esta instancia valida y organiza los distintos hitos del proyecto.
Por otra parte, "generamos un sistema de gestión y un sistema de seguimiento", explicó y añadió que en ese contexto se crearon y adaptaron protocolos en distintas temáticas que eran necesarios para las características de las experiencias y servicios turísticos presentes en la región y que son otorgados por las micro, pequeñas y medianas empresas que adhirieron al proyecto.
En esa línea, trabajaron ocho áreas. Entre ellas: alimentos y bebidas, alojamiento, actividades outdoor, museos, teatro y cine, oficinas de información turística, y transporte terrestre y fluvial. Éstos abarcaron 14 subsectores. Y se generó una serie de material audiovisual orientando a los objetivos de promover la cultura de la bioseguridad, el que fue validado con los actores de la iniciativa a fin de que fuera pertinente.
"Levantamos todos los flujogramas de trabajo e identificamos los puntos de riesgo, a cada uno de esos puntos le generamos otro material donde les enseñamos a manejar el riesgo, para lo cual buscamos tips o formas de hacer el trabajo de manera más biosegura. Tomamos ese material, lo replicamos y comenzamos a capacitar y compartir esos saberes que nacieron tanto del área de la salud como de turismo", complementó sobre el proceso.
Esas capacitaciones estuvieron dirigidas al personal y a las personas que toman las decisiones en las empresas y organizaciones beneficiarias del proyecto.
Actualmente, la iniciativa considera 97 beneficiarios, que son unidades productivas, y que pertenecen a diez comunas de la región.
Algunas de las empresas y organizaciones adheridas al proyecto son: Camping El Canto del Chucao, del sector Panguinilahue, Lanco; Camping La Candelaria, Lanco; Parque Urbano El Bosque, Valdivia; Hospedaje Maxim, Mariquina; Hostería Villa Alejandra, Máfil; Teatro Regional Cervantes, Valdivia; Cámara de Comercio y Turismo de Corral; Castillo de Mancera, Corral; Hostal El Caulle, Río Bueno; y Oficina de Información Turística de Paillaco.
Los representantes de las empresas y organizaciones vinculadas a la iniciativa son parte de una capacitación más específica, en la cual se ahonda mucho más en el concepto técnico de gestión del riesgo . A ellos se les llama embajadores de biodiversidad.
De forma paralela, el proyecto tiene un plan de difusión y marketing digital que ha ido acompañando a los beneficiarios durante toda la pandemia. A través de este plan -indicó Romané Véliz- se transmiten distintos conocimientos básicos y habilidades para vivir un turismo seguro, así como también aporta en la difusión de los servicios de los beneficiarios. La iniciativa tiene habilitada la plataforma web www.bioturaustral.cl. En la fase de cierre, a los beneficiarios se les entregará un distintivo de "turismo bioseguro" .
Beneficiarios
Desde el Teatro Regional Cervantes destacaron el aporte del proyecto, así lo indicó Liliana Ili, directora artística de Teatro, quien precisó que éste "viene a reforzar la labor en el contexto de pandemia de la sala del teatro, y nos pilla en una situación muy desfavorable en el sentido del análisis que se hace de la bajada de la normativa nacional y de la Seremi de Salud, en la cual, en un inicio, había directrices amplias pero no detallas específicamente para las salas de teatro y el quehacer cultural, posteriormente se empezó a detallar".
Por lo tanto -explicó- "este proyecto logra poder beneficiarnos con equipamiento crucial para poder tener público resguardado del virus en nuestra sala y también orientaciones específicas respecto de los aforos, la manipulación de objetos escénicos, el tratamiento hacia el público tanto a usuarios artistas como usuarios audiencia y eso benefició bastante el desarrollo, la apertura y el mantenimiento de ésta en el tiempo".
A ello añadió que: "Nunca estuvimos como teatro clausurado o cerrado por brotes, y ese ha sido un beneficio tremendo de este proyecto de bioseguridad y también la orientación y la educación respecto a los temas bioseguros no sólo asociados al coronavirus y la pandemia sino que también a temporadas invernales, sobre todo, en las cuales aumentan los casos de influenza y resfriados comunes y donde también estas prácticas de bioseguridad se mantienen, así también las señaléticas orientadoras al interior del Teatro".
"Trabajamos con artistas, con la expresión corporal, en la cual los intérpretes están muy cerca uno del otro, trabajamos con instrumentos de viento donde se requiere una manipulación de manera biosegura; en la microfonía se nos enseñó a poder hacer la desinfección de los equipamientos debido a la manipulación y el uso constante en la operación del Teatro. Ese aprendizaje para nosotros, como inmueble de uso cultural, nos quedó para siempre. Así como los equipos de ozono y de higienización de la sala, previo y posterior a la presencia de grandes masas de audiencia, también nos quedó para poder tener una mejor llegada al público y poder garantizar que estos espacios están sanitizados y son seguros para la presencialidad de público y también infancia".
En tanto, Lilian Atton, del Complejo Turístico Montecarlo, ubicado en Lanco, señaló que la pandemia golpeó su negocio y que a partir de ésta cumple con los protocolos sanitarios con la finalidad de dar confianza a los turistas.
En esa línea, también valoró el aporte del proyecto, "hemos participado en capacitaciones que han sido muy útiles, aprendimos bastantes cosas que hemos estado aplicando; incluso compramos una máquina de ozono, que fue una de las recomendaciones que nos hizo la profesora para la sanitización de las cabañas".
"Ese aprendizaje para nosotros, como inmueble de uso cultural, nos quedó para siempre. Así como los equipos de ozono y de higienización de la sala..."
Liliana Ili, Teatro Regional Cervantes
"Hemos participado en capacitaciones que han sido muy útiles, aprendimos bastantes cosas que hemos estado aplicando; incluso compramos una máquina de ozono, que fue una de las recomendaciones que nos hizo la profesora..."
Lilian Atton, Beneficiaria
93 millones de pesos es el monto financiado por el Gobierno Regional a través del Fondo de Innovación para la Competitividad para la ejecución del proyecto.
24 meses es el periodo de ejecución de la iniciativa, la cual actualmente se encuentra en su fase final. Es desarrollada por profesionales de la Universidad Austral de Chile.
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