Legitimidad
Uno de los factores que le otorgan legitimidad al aparato estatal es su capacidad de resolver los problemas que aquejan a la ciudadanía. Según Lipset (1987), cuando las instituciones públicas, de forma reiterada, se estancan y no logran dar soluciones eficientes a las urgencias de las personas es que estas (las instituciones) terminan dañando su legitimidad frente a la ciudadanía.
Por esto, es importante el acuerdo constitucional al que ha llegado el Congreso, es importante que los parlamentarios demuestren la capacidad de dialogar y hacer política con el fin de avanzar en materia legislativa.
Es importante que el nuevo proceso constituyente llegue a buen puerto, mostrándole a las personas lo importante de mantener un espíritu republicano. Sin embargo, hay una interrogante que ha aparecido en la mente de los ciudadanos luego del anuncio de este lunes. ¿Cuándo se llegará a un acuerdo de esta misma envergadura para dar solución a las urgencias sociales?
Gabriel Mora
La oportunidad de escoger buenos constituyentes
Claro está que el trabajo de la ex-Convención Constitucional fue un fracaso. En este sentido, el nuevo acuerdo para la continuación del proceso constituyente es no solo una oportunidad inmejorable para el pueblo chileno. También, a su vez, representa el momento de cerrar -de una vez por todas- la tan redundante cuestión constitucional que nos aqueja hace décadas.
En este sentido, aunque el nuevo Consejo Constitucional esté mucho más cuidadosamente enmarcado, y con ello muestre muchas mayores garantías, me parece necesario remarcar un punto: el elector sigue teniendo el deber de escoger buenos constituyentes para el proceso que se avecina.
Y es que, aunque parece obvio, nunca está de más recordarlo: De nada sirve un destacado grupo de expertos si, a la hora de los 'quihubo' junto a ellos habrán nuevamente sujetos de escasa preparación en la materia, alta capacidad de hacer polémica, y nula visión de amplios acuerdos. Aún el más dotado sucumbe entre un mar de ignorantes.
Habiendo sido los independientes y su radicalización quienes sabotearon el último proceso, es de esperar que la ciudadanía comprenda la lección y le tome importancia a su voto: Que, en vez de fijarse en una mera militancia, atienda a la preparación, capacidad y experiencia de su próximo constituyente. Si no van los mejores, no podemos sino esperar otro fracaso.
Ignacio Tobar Pincheira
Fiestas de fin de año
El fin de año suele estar relacionado en el mundo laboral con el cumplimiento de los objetivos y metas de las compañías, las evaluaciones de desempeño del personal, las nuevas contrataciones, elaboración del plan y presupuesto del periodo siguiente y las celebraciones corporativas (amigo secreto, fiesta de la empresa, etc.), hitos que se suman a los eventos familiares como graduaciones, Navidad y Año Nuevo.
Todo lo anterior, sin duda, genera ansiedad y nerviosismo entre los trabajadores, muchos de los cuales a estas alturas del año presentan altos índices de agotamiento físico y mental.
En este sentido, algunos consejos para controlar el estrés que provoca el último mes del año son planificar adecuadamente el tiempo; trabajar en forma colaborativa, respetar los horarios, compartir con los compañeros de trabajo al inicio de cada día, realizar actividad física, dormir lo necesario, alimentarse e hidratarse adecuadamente, cuidar el presupuesto familiar, y disfrutar y relajarse.
Claudio Oyarzún Fracei
Iniciativa exclusiva
En virtud de lo establecido en el artículo 65 de la Constitución Política de la República un proyecto de ley de reforma constitucional para realizar un nuevo proceso constituyente es de iniciativa exclusiva del Presidente de la República, porque tiene relación con la administración financiera del Estado ya que ocasionaría muchos gastos, los que podrían haberse evitado si el Congreso Nacional hubiese ejercido su potestad constituyente.
Adolfo Paúl Latorre
Los ocho
La elite política santiaguina gastó cerca de 100 días en reuniones para asegurar un nuevo proceso constituyente. Eran 8, que para las fotos aparecieron muchos más. El primero y fracasado proceso fue un fiasco, teniendo expertos en su composición. Hoy dicha elite muestra un acuerdo con 12 principios básicos, cuya mayoría se puede identificar que son iguales a artículos de la constitución vigente, exceptuando lo de pueblos originarios y el ambiente.
Violan la constitución porque en ningún momento consideran el Artículo 142, que en su inciso final dice: "Si la cuestión planteada a la ciudadanía en el plebiscito ratificatorio fuera rechazada continuará vigente la presente Constitución".
Además, nos dicen que la democracia la están solucionando con más democracia, pero no consideran para nada el plebiscito del 4 de septiembre de 2022, que fue una derrota estrepitosa de la izquierda.
Jorge Porter Taschkewitz