La acreditación como garante de la calidad educativa
La Comisión Nacional de Acreditación (CNA) es el organismo encargado de verificar y promover la calidad de las universidades, IP y CFT, así como las carreras que imparten.
Al momento de elegir una carrera o institución de educación superior, uno de los puntos más importantes a tener en cuenta es si la entidad y los programas están acreditados o no.
Más allá de que esto pueda ser algo de Perogrullo, lo anterior marca la diferencia en relación a la calidad de la educación y en si se podrá o no optar a becas y créditos estatales.
Desde 2006, en Chile existe el Sistema de Aseguramiento de la Calidad o Ley Nº 20.129, que establece que la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) es el organismo encargado de verificar y promover la calidad de las universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica, así como las carreras que estas ofrecen.
De acuerdo a la directora de Admisión Sede Chillán de Santo Tomás, Paola Cabrera, "entre los principales beneficios de estudiar en una institución acreditada, vale la pena destacar el alto estándar de calidad en su gestión académica y docente. Esto porque el proceso de acreditación, obliga al autoconocimiento de cada institución y con ello, estimula el compromiso constante con el mejoramiento de la calidad de la enseñanza, priorizando la asignación de recursos en función de las necesidades de cada carrera o área".
"Por otra parte, al momento de ingresar al mundo laboral, el haber estudiado en una institución acreditada te da mayor respaldo ya que las empresas suelen dar preferencia a profesionales egresados de instituciones reconocidas y con amplia trayectoria", destaca.
En esa misma línea, para el rector del Instituto Profesional Virginio Gómez, Rolando Hernández, "si bien, cada institución tiene su propia trayectoria, la acreditación viene a poner ese sello de garantía de que la calidad de la educación que se entrega no solo está en línea con los requerimientos del sector socioproductivo, sino que -realmente- está acorde con las exigencias de la Ley de Educación Superior y de la CNA como garante de la sostenibilidad y proyección de una institución en el tiempo".
Al mismo tiempo, también destaca la obligación que las instituciones acreditadas tienen para mantener los estándares requeridos por la comisión, a los que se van sumando cada más nuevas exigencias.
A septiembre de 2022, de las 140 instituciones vigentes de educación superior, 82 están acreditadas, es decir, el 54,1%. De esta cifra, 65 lo están por cuatro años o más y la mayoría son universidades.
Si bien más del 54% de universidades, IP y CFT están acreditadas, estas instituciones concentran el 95,5% de la matrícula total de pregrado.