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María Cosette Godoy, directora Escuela Ciencia Política UDP:

"Están todas las condiciones para que el Partido Liberal sea uno bisagra que pueda influir en un sector u otro"

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"Si este gobierno puede garantizar que se cumpla lo de la Pensión Única Garantizada (PGU), y si por lo menos logra que exista un proyecto constituyente exitoso, que termine con una aprobación de un nuevo texto -que a lo mejor no era lo ideal para el Gobierno-, eso permite decir que en algo cumple la agenda", asegura María Cosette Godoy, doctora en Ciencia Política y directora de la Escuela de esa disciplina en la Universidad Diego Portales.

Sin embargo, el camino no es nada fácil. Por un lado, ya vivió un traspié con la reforma tributaria, y el cambio de gabinete también le trajo problemas con los partidos Liberal y Radical, por lo que Ana Lya Uriarte tendrá doble trabajo: no sólo convencer a la oposición para sacar proyectos emblemáticos, sino también alinear el oficialismo. Todo marcado, además, por las sucesivas elecciones que se vivirán entre 2023 y 2025.

- El cambio de gabinete dejó heridos a los partidos Liberal y Radical. ¿Cómo se viene para el gobierno este segundo año con los conflictos internos que está teniendo?

- Dado que hay un Congreso muy fragmentado es complicado, porque es necesario establecer acuerdos para poder enfrentar la agenda legislativa. Estos heridos que quedaron en el cambio de gabinete están pasando la cuenta. Entonces, el desafío del gobierno es cómo recompone esos lazos para poder enfrentar la agenda legislativa. Yo no sé qué tipo de compensaciones podría otorgar, o si estos partidos ven que es más lo que pierden que lo que ganan, y podrían también obviar esto y ver otras formas de colaboración o, entre comillas, de premio. Entonces todo va a depender de la estrategia. Creo que el esfuerzo aquí de la ministra Secretaria General de la Presidencia, Ana Lya Uriarte, va a ser importante sobre todo después del resultado negativo que tuvieron para la reforma tributaria. Eso a lo mejor replantea la estrategia, sobre todo, de ese ministerio y de esta figura ministerial que todos pensamos que venía con mucha experiencia, pero creo que aquí ellos no dimensionaron la poca disciplina que puede haber dada la fragmentación de los diversos intereses de todos estos partidos que, de alguna manera, están fuera de la coalición de gobierno. O sea, están ahí, pero al no formar parte del gabinete, ellos no se sienten dentro de la coalición.

- La Ministra Uriarte dijo que estaba comprometido el voto de Pamela Jiles para la tributaria. ¿Cuál es la estrategia que debería tomar, sobre todo porque debe alinear a los del oficialismo?

- Hay que alinear los votos del mismo oficialismo, pero además con el tejo pasado y ojalá poder llegar a acuerdos, incluso, con sectores de oposición que podrían ser más favorables a este tipo de reformas, y llegar con una amplitud de votos más segura. Creo que debiera reforzarse el tema de los acuerdos previos con estos sectores que deberían ser afines al gobierno, pero que pueden pasar la cuenta por cualquier cosa. Ya es difícil la disciplina partidaria al interior de los partidos, imagínate al interior de ciertas coaliciones que son frágiles.

- ¿En qué situación queda el presidente de la Cámara, Vlado Mirosevic, que es del Partido Liberal?

- Para él es complicado, porque primero va a tener que ver internamente cuál es la postura del partido. Creo que lo que debería hacer la colectividad es buscar otro tipo de compensación. No creo que le convenga salirse, es muy pequeño, y están todas las condiciones para ser un partido bisagra, que pueda influir en una decisión de un sector a otro. Creo que debería tratar de buscar otro tipo de compensación y recomponer las relaciones. Ahora también se entiende que al salir del gabinete, con la partida del ministro de Obras Públicas (Juan Carlos García), tienen que demostrar su insatisfacción y también que para ser aliados del gobierno requieren algo a cambio, no solamente porque haya alguna afinidad.

- ¿Ud. cree que faltaron carteras que cambiaran? Se ha criticado la permanencia del Ministro de Educación, por ejemplo.

- El refuerzo que me gustó bastante es la llegada de Heidi Berner a Hacienda (subsecretaria). Ella tuvo un trabajo con Mario Marcel en la Dirección de Presupuesto. Aunque si bien Berner tiene un perfil súper técnico, creo que fue muy buen aporte, porque el ministro Marcel se puede preocupar de la reforma tributaria, mientras que la subsecretaría trabaja internamente todos los procesos más técnicos. Hay que ver qué ocurre con el nuevo canciller, que tiene mucha experiencia, pero vamos a ver qué pasa con las dos subsecretarías que son personas que no he visto con tanta experiencia en relaciones exteriores, más bien con temas de la academia y también más de análisis de política nacional. Pero creo que la figura del ministro Van Klaveren es muy fuerte. No sé qué va a pasar con el ministro de Educación. No solamente por el impasse que tuvo respecto al día anterior de la discusión de la reforma tributaria, sino porque hay varias demandas en educación - calidad, infraestructura, etc.- en las que no se ve un liderazgo, una agenda concreta de medidas. El Presidente también renovó el compromiso con los deudores del CAE, en la medida de lo posible evidentemente, pero el problema de la educación va más allá que eso. O sea, todo el proceso de los establecimientos municipalizados a los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP) no tiene avances. Es complejo, sobre todo por la importancia del tema de educación para este gobierno cuyos principales rostros -el Presidente Boric, Vallejos y Jackson- son los impulsores del movimiento estudiantil.

- Por otra parte, ¿en qué situación queda el Partido Comunista?

- En general, el Partido Comunista es el defensor del programa original del Gobierno, entonces creo que ahora se va a enfocar en eso. No ha habido tantas reacciones públicas respecto a la disconformidad por haber perdido nombres, pero creo que tienen un piso que es intocable que es el de Camila Vallejo. También viene la campaña de la elección de mayo.

- La cual también se viene compleja con estas dos listas que tensionan aún más un problema que ya venía de los inicios, porque esto de tener dos almas no ha logrado funcionar.

- O sea, primero era un alma; y por todas las razones y los problemas que hubo de instalación tuvieron que volver a reconocer o validar la otra alma, y ahora creo que el alma original perdió un poco frente al Socialismo Democrático, pero relativamente si se ve en el total de ministros, ministras, subsecretarios y subsecretarias, todavía hay una estabilidad. Pero si uno ve los cargos más importantes, notoriamente hay una relevancia del Socialismo Democrático.

- ¿Y usted cree que eso ayuda para las elecciones del 7 de mayo? Para que saquen más consejeros.

- La experiencia de los actores del Socialismo Democrático, de todas maneras, ayuda. Pero, la reforma tributaria y otros temas pueden ser puntos de batalla para poner actores favorables a una agenda social más relevante versus actores contrarios a eso, favorables a empresarios. Creo que la agenda legislativa puede ser una puesta en juego de los temas que se van a debatir, se van a politizar, para poder confrontar distintas posiciones. O sea, progresismo, política social, mayor estado de bienestar versus crecimiento económico, políticas favorables más al empresariado. Eso va a ser mucho más notorio en la elección de convencionales.

- El hecho de que haya tantas elecciones durante el gobierno de Boric, ¿lo complica?

- Es complicado, porque además es posible que pueda polarizar la discusión. Eso también puede arriesgar el que exista un acuerdo para hacer este tipo de reforma; o, al contrario, puede ser que, como en el caso de las 40 horas, sea algo que permita que ciertos partidos de derecha no se muestran tan a la derecha. Creo que el juego político va a determinar mucho cómo se va moviendo los actores en su apoyo, a favor o en contra, de los proyectos y va a ser desgastador, porque además las elecciones está muy mediadas por la coyuntura. Entonces, si hay algún hecho, no sé, de violencia policiaca por ejemplo, puede hacer tender la balanza hacia un lado; o, al contrario, si es que hay algún acto o alguna acción contra Carabineros también puede moverla hacia el otro; o muchos hechos que afectan la seguridad también pueden desplazarla hacia posiciones que sean más tradicionales y más de derecha, que su bandera de lucha sea la seguridad o el control de la migración.

- ¿Ud. cómo ve la figura de Sebastián Piñera que han dicho está en la sombra todavía de Chile Vamos?

- Lo de Piñera es curioso. El gobierno, de alguna manera, tuvo que culpar a alguien del fracaso de la reforma tributaria, pero pensar que Piñera no siendo el Presidente, tampoco presidente de un partido, ni tampoco de la coalición tiene una capacidad de disciplinar a los miembros de Chile Vamos ahora, que no tuvo la capacidad de hacerlo durante su gobierno - que creo que fue donde hubo casi más indisciplina a nivel de Chile Vamos-, hay que ser bien imaginativo para eso. Es una explicación demasiado creativa. (...) La oposición iba a rechazar la reforma por un tema de postura, porque pensaba que estaban listos los votos para que se aprobara la idea legislar. Pero rechazaba la idea de legislar y eso le permitía ir negociando; pero pensar que la figura de Piñera… O sea, se le dan atribuciones de ser un líder que disciplina las fuerzas políticas que no las tiene, que no las tuvo en su gobierno y menos la va a tener ahora. 2

Debiera reforzarse el tema de los acuerdos previos con estos sectores que deberían ser afines al gobierno, pero que pueden pasar la cuenta por cualquier cosa. Ya es difícil la disciplina partidaria al interior de los partidos, imagínate al interior de ciertas coaliciones que son frágiles".

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Flor Arbulú Aguilera

flor.arbulu@mercuriovalpo.cl

la doctora en ciencia política considera que si el gobierno cumple algunas promesas se puede decir que cumplió con la agenda.