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Carolina Valdiva, exsubsecretaria de Relaciones Exteriores e investigadora en el CEP:

"Solución de la crisis migratoria requiere en lo posible de acuerdos de tipo regional"

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Su convicción de que con el nombramiento de Alberto van Klaveren a la cabeza de la Cancillería van a disminuir las polémicas en que se vio envuelta la cartera de Relaciones Exteriores en los últimos meses y quedará definida la ruta del Ministerio de cara a las prioridades de la política exterior de Chile, plantea la exsubsecretaria y excanciller (s), Carolina Valdivia Torres, investigadora en el Centro de Estudios Públicos.

"Yo valoro mucho la decisión del Presidente de haber nombrado a un canciller con el peso, la experiencia, la sabiduría y el reconocimiento transversal a sus capacidades, como es Alberto van Klaveren", señala la abogada, quien fue coordinadora ejecutiva de la agencia de Chile ante La Haya en la demanda boliviana que buscaba una negociación para acceso al mar, así como co agente en el caso de la disputa sobre el estatus y usos de las aguas del Silala.

"Vamos a ver probablemente a una persona con don de mando, que va a seguir por cierto las directrices que determine el Presidente de la República, pero que va a tener una capacidad muy horizontal para conversar con todos los sectores y definir la ruta", agrega Valdivia, quien también es miembro de la Corte Permanente de Arbitraje.

Asimismo, lamenta la partida de la ahora exsubsecretaria de Relaciones Exteriores y exdirectora nacional de Límites y Fronteras, Ximena Fuentes. "La Cancillería pierde un activo muy fuerte: sus conocimientos técnicos, limítrofes y fronterizos", subraya, y espera "que se abran los espacios para que ella siga colaborando en cuestiones de política exterior".

En materia migratoria, la exsubsecretaria ve difícil y complejo que se pueda arribar a un acuerdo con Venezuela. Sí coincide con la ministra del Interior "en que esta crisis no se puede resolver individualmente como Chile" y se requiere acuerdos de carácter regional, con apoyo de organismos internacionales, "pero hoy lo que más nos presiona y por donde debemos empezar, es conversar en profundidad y seriamente con Bolivia".

Política exterior de estado

-¿Era necesario reestructurar la Cancillería?

- Es una pregunta difícil, porque uno no sabe muy bien qué estaba pasando a nivel interno, pero lamentablemente en el año 2022 se vio envuelta en muchas polémicas que probablemente eran innecesarias. Por ejemplo, la decisión de postergar la entrada en vigencia del Tratado Transpacífico, el llamado TPP 11 o CPTPP, en que la estrategia de las side letters impulsada por el exsubsecretario Ahumada, a contrapelo de la posición de la excanciller Urrejola, fue bastante infructuosa. Lo mismo con el audio que se filtró, que fue un hecho sumamente lamentable, donde quedó al descubierto que autoridades muy importantes, asesores de la excanciller, manejaban estos temas de manera muy superficial. Eso llevó a que la Cancillería estuviese en el centro de la noticia, lo que muy pocas veces había sucedido, sobre todo por razones internas. Yo entiendo que la decisión del Presidente fue en esa línea.

- La asunción del nuevo canciller, su acogida transversal y el cambio de la plana mayor de esa cartera ¿son reveladores del regreso de la política exterior de Estado, que el excanciller Teodoro Ribera se preguntaba si aún existía?

- Esa es una pregunta que ha sobrevolado hace ya varios años: ¿qué implica una política exterior de Estado? Al analizarla, probablemente uno se queda con que tiene que ver con los temas clásicos, los tratados de límites, las situaciones con los vecinos. Pero al ir un poco más allá, vemos que la política exterior dejó de ser una materia exclusiva de especialistas, que a la opinión pública le interesa y tiene posiciones al respecto. Observamos por ejemplo que hay nuevas generaciones que cuestionan la apertura comercial de Chile o abogan por la protección del medio ambiente como asunto prioritario. Son posturas que se van expandiendo y ahí probablemente no existen posiciones unitarias a nivel país. Entonces, el primer punto es preguntarnos qué significa la política exterior de Estado, que yo creo que es un concepto que tenemos que discutir mucho más.

POSTURAS ANTI LIBRE COMERCIO

-¿En qué pie quedan los grupos como Chile Mejor sin TLC que llamaban a mantener congelado el acuerdo con la Unión Europea y el CPTPP, en concordancia con la Subrei?

- Yo creo que después del plebiscito del 4 de septiembre, cuando asume la ministra Tohá, el cambio de giro es muy notorio y hay una convergencia entre el ministro de Hacienda, la jefa de Gabinete y la ex canciller Urrejola, quien fue muy determinante en que había que avanzar tanto con el CPTPP como con el acuerdo con la UE. Y finalmente, las posturas anti libre comercio terminan en lo que aparece en el debate público, reducidas exclusivamente a mecanismos de solución de controversias de inversión, lo que no es una cuestión nueva. Es un debate donde Chile viene participando como Estado hace varios años, donde ha ido corrigiendo y aumentando la capacidad regulatoria y de protección de los estados.

- "Con el cambio de gabinete se cierra el año más penoso del Ministerio de Relaciones Exteriores desde el retorno de la democracia", opinó la internacionalista Paz Zárate. ¿Está de acuerdo?

-No me gusta calificar, porque uno no sabe lo que puede haber pasado. Además, pienso que también hubo logros importantes en la gestión de la excanciller y de la exsubsecretaria Ximena Fuentes. Recordemos el fallo del caso Silala y que se cierra políticamente el acuerdo con la Unión Europea, hechos que son muy relevantes. Pero sin duda hubo muchas desprolijidades, materias que se trataron tal vez con falta de profesionalismo y de profundidad, y eso es lo que termina pasando la cuenta. Aunque muchos de los errores no son atribuibles sólo a la exministra, y eso también hay que recalcarlo.

UNA LIVIANDAD PREOCUPANTE

- Como muchas otras personas, usted destacó la labor y la solvencia de la ahora exsubsecretaria Ximena Fuentes. ¿Cree que ella debería haber seguido en el cargo?

- Uno no sabe los motivos de las decisiones presidenciales, pero sin duda que bajo mi perspectiva, la Cancillería pierde ahí un activo muy fuerte: sus conocimientos técnicos, limítrofes y fronterizos -fue directora nacional de Fronteras y Límites- y también todo lo que implica una materia que va a ser trascendental, como es el gobierno de las aguas transfronterizas con los países vecinos. Yo lamento su salida y espero que se abran los espacios para que Ximena Fuentes siga colaborando en cuestiones de política exterior de Chile.

-Usted, que ha desempeñado cargos de primera línea en la defensa de Chile en los dos últimos casos en La Haya, ¿qué sintió cuando oyó el audio en que se denostaba al embajador Bielsa?

-Yo quiero dejar de lado el lenguaje soez o la informalidad de esa reunión; son cuestiones que nunca viví de esa manera, pero puedo comprender que se den en un núcleo de absoluta confianza. Sí llama la atención profundamente cómo se despachan materias muy sensibles de una manera tan liviana y superficial. Y eso yo creo que es un punto que preocupaba a quienes nos ha tocado defender las posiciones del país en asuntos tan relevantes como cuestiones de límites o de soberanía.

DESAFÍOS DEL NUEVO CANCILLER

- ¿Cuáles cree que son los desafíos inmediatos más relevantes del nuevo canciller Van Klaveren?

- Por lo general, los asuntos más sensibles para países del tamaño y la importancia del nuestro, donde están los verdaderos problemas que hay que resolver, o las vías de cooperación que se pueden abrir, son los países vecinos. En nuestro caso, Perú, Argentina y Bolivia. Y para eso el Presidente ha escogido a un hombre insuperable como es el canciller Van Klaveren, que tiene un conocimiento en detalle de las relaciones de Chile con cada uno de sus vecinos. Tenemos que hablar con Bolivia sobre la crisis migratoria, ya sea multilateralmente o de forma bilateral, para darle una vía de solución o de acuerdo a este fenómeno. También hay que acordarse del gobierno de las aguas transfronterizas con Bolivia, tema que se va a hacer cada vez más importante, sobre todo después del fallo del caso del río Silala.

- ¿Y en el caso de Perú, donde además de la crisis política México se niega a entregarle la presidencia de la Alianza del Pacífico?

- Con el Perú tenemos una relación muy profunda, donde son muchos los intereses que convergen, desde intercambios comerciales y de inversión extranjera hasta población que cruza la frontera. Lo que a nosotros nos importa es que dentro de su propia institucionalidad, sea capaz de resolver la crisis política en la que se encuentra sumido hace tantos años. Por cierto, compartimos un área muy relevante que es todo el espacio multilateral, que incluye la Alianza del Pacífico, que se encuentra en un impasse muy determinante para el futuro del bloque de integración regional por la decisión del Presidente Manuel López Obrador de no entregar la presidencia a Perú. Chile y Colombia algo tendrán que decir al respecto, porque de lo contrario la alianza queda paralizada.

- ¿Qué ocurre en la relación con Argentina?

- Con Argentina tenemos que buscar siempre las mejores relaciones, vías de cooperación, indispensables en materias de facilitación fronteriza, por ejemplo. Pero también sostener las posturas de Chile en aquellas cuestiones fronterizas, limítrofes, marítimas, antárticas, lo que me parece un punto bien importante, sobre todo pensando que está ad portas de un nuevo ciclo electoral, con tensiones muy profundas dentro del oficialismo y la oposición también.

CHILE ANTE LA CRISIS MIGRATORIA

- Respecto de crisis migratoria, la ministra Tohá señaló que no se puede manejar solo por el país y que el tema hay que trabajarlo con esfuerzos diplomáticos, y buscar algún tipo de compromiso, especialmente con Venezuela. ¿Lo ve factible?

- Lograr un acuerdo con Venezuela, de donde viene el mayor flujo de personas, lo veo sinceramente muy lejano. De ese país ha salido aproximadamente un 20 por ciento de su población por las condiciones precarias en que está viviendo, lo que también repercute favorablemente en él, porque esas personas envían remesas a sus familiares que se quedan. Lo veo muy difícil, además, porque tanto el gobierno del Presidente Piñera como el del Presidente Boric han optado por no designar a un embajador en propiedad en Venezuela, en señal de molestia o de no compartir el autoritarismo que allí existe, y eso hace mucho más complejo el trabajo. Sí estoy de acuerdo con la ministra Tohá en que esta crisis no se puede resolver individualmente como Chile. Aquí tiene que haber en lo posible acuerdos de carácter regional, con apoyo de organismos internacionales. Pero hoy lo que más nos presiona y por donde debemos empezar, es conversar en profundidad y seriamente con Bolivia. 2

Finalmente, las posturas anti libre comercio terminan en lo que aparece en el debate público, reducidas exclusivamente a mecanismos de solución de controversias de inversión, lo que no es una cuestión nueva. Es un debate donde Chile viene participando como Estado hace varios años".

Rosa Zamora Cabrera

rosa.zamora@mercuriovalpo.cl

política exterior de estado: "concepto que hay que discutir".

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