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Deserción escolar

La más afectada es la enseñanza preescolar, que registra una asistencia de sólo 77,4%.
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La educación atraviesa una de sus crisis más profundas, y se ha agudizado por los efectos de la pandemia en relación al cierre de escuelas, retrasos en el aprendizaje y deserción escolar. Una de las principales alertas es la tasa de inasistencia de los alumnos.

Según un estudio del centro Libertad y Desarrollo, en 2022 la asistencia promedió 84,6%, una cifra menor al 90,4% que se registraba en 2018, antes de la emergencia sanitaria, o a la de marzo de 2019, que superaba el 92%. La más afectada es la enseñanza preescolar, que registra una asistencia de sólo 77,4%. También el informe indica que es alarmante que el año 2022 hubo un 37,3% de estudiantes con "inasistencia crónica", lo que se traduce en más de 1,1 millones de alumnos que no concurren a clases en forma regular. Si se considera que el requisito para pasar de curso es tener un 85% de asistencia, de aplicarse la norma de manera estricta, quiere decir que casi cuatro de cada diez alumnos tendrían que haber repetido.

Hace unos días el Ministerio de Educación informó que a marzo de este año 711 mil estudiantes cuentan con inasistencia grave a clases, y si bien esto es preocupante, al menos muestra una mejoría si se compara con la de 2022 durante el mismo periodo, donde 1,1 millón de alumnos no asistieron a sus establecimientos educacionales. Sin embargo, para la fundación sin fines de lucro Acción Educar, los datos no son una buena señal, porque implica perder más del 15% de las clases impartidas

La deserción es un problema que siempre ha estado presente, pero que se agudizó con la pandemia y es necesario reforzar el trabajo para evitar que los estudiantes sigan abandonando el sistema.

Tuberculosis, una enfermedad no erradicada

La deserción es un problema que siempre ha estado presente, pero que se agudizó con la pandemia. Según datos del Minsal, el año 2021 se registraron 2488 casos nuevos de tuberculosis a nivel nacional, con una tasa de mortalidad por tuberculosis en todas sus formas de 1.2 personas por cada 100.000 habitantes. Universidad San Sebastián
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Hace unos días se habló de un brote de tuberculosis en un colegio de Santiago, situación que fue desmentida horas más tarde por el Ministerio de Salud, señalando que sólo se trataba de un caso índice. Sin duda, esto generó alarma, pues se piensa, de manera equívoca, que es una enfermedad erradicada. Por ende, es necesario educar a la comunidad para que tome las medidas preventivas y de pesquisa temprana correspondientes.

Es importante recalcar que la tuberculosis se encuentra presente en todos los países y en el año 2019 fue la principal causa infecciosa de muerte a nivel mundial. Se transmite por una bacteria llamada Mycobacterium Tuberculosis, la cual se contagia por vía aérea, siendo una enfermedad de notificación obligatoria y para la cual se han generado variadas políticas públicas. La infección es transmisible de persona a persona a través del aire, por tanto, cuando una persona con tuberculosis pulmonar tose, estornuda o escupe, expulsa bacilos tuberculosos al aire, significando una potencial fuente de contagio para las personas circundantes.

Según datos del Minsal, el año 2021 se registraron 2488 casos nuevos de tuberculosis a nivel nacional, con una tasa de mortalidad por tuberculosis en todas sus formas de 1.2 personas por cada 100.000 habitantes. Por otra parte, según datos entregados por la Organización Mundial de la Salud, una persona infectada tiene un riesgo de enfermar de tuberculosis a lo largo de la vida entre un 5% y un 10% y quienes corren mayor riesgo son las personas inmunodeprimidas, quienes padecen desnutrición o diabetes, así como también aquellos que consumen tabaco. La sintomatología común asociada a la tuberculosis activa es tos, fiebre, pérdida de peso, sudoración nocturna, tos con expectoración, entre otros, los cuales suelen ser leves en un inicio, lo que genera una demora en consultar. En caso de quienes presenten sintomatología respiratoria por más de 15 días, deberán someterse a un examen bacteriológico de la expectoración, llamado Baciloscopia, para definir si es un caso activo o no de la enfermedad.

En nuestro país, la principal medida preventiva contra la tuberculosis es la vacuna BCG, que es obligatoria y protege de las formas graves de la tuberculosis (meningitis tuberculosa y tuberculosis miliar), previniendo la muerte por estas causas. Dada su condición de obligatoria, la vacuna se encuentra en el Programa Nacional de Inmunizaciones, por lo cual se dispone la vacunación de todos los recién nacidos, salvo excepciones puntuales. El llamado a la población es a mantener la calma, adherir a las medidas preventivas establecidas y someterse a los exámenes pertinentes cuando le sean solicitados por el personal sanitario, ya que la salud no es únicamente una responsabilidad individual, sino que también colectiva.

Pía Bustamante Barahona

Académica Enfermería