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Exceso de velocidad en zonas urbanas

No es difícil ver en distintos puntos vehículos circulando a exceso de velocidad, por lo que se debe llamar a los conductores a la responsabilidad.
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Un estudio del Ministerio de Transportes, realizado luego del desconfinamiento tras la pandemia de covid-19, dio cuenta del aumento en las velocidades de desplazamiento de los vehículos en las áreas urbanas del país. Según la investigación, al haber menos automóviles en las calles los conductores tendían a desplazarse a velocidades más altas, lo que, lamentablemente, incide en el mayor número de accidentes de tránsito.

Si bien no hay datos recientes que digan que esta mala costumbre se retiró, lo cierto es que es común ver por las calles de distintas comunas a vehículos circulando a velocidades por sobre las permitidas en áreas urbanas, cuya máxima es de 50 kilómetros por hora.

A ello hay que agregar las características propias de esta época del año, que inciden complejizando aún más el escenario por donde se desplazan los automóviles, disminuyendo la visibilidad de los conductores y haciendo más resbaladizas las pistas de circulación.

Como consecuencia de esto a diario se registran colisiones, algunas de las cuales son producto de vehículos que impactan a alta energía, justamente por la imprudencia y el exceso de velocidad.

De ahí que sea necesario volver a insistir en que guiar un vehículo motorizado requiere, además de habilidades técnicas, altos grados de responsabilidad ciudadana, toda vez que se trata de una acción que se desarrolla en el espacio público y en la que de no mediar el respeto irrestricto a la normativa y el cuidado que indica el sentido común, puede generar daños a las personas.

Resultados SIMCE

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El SIMCE es una evaluación estandarizada y externa a los establecimientos educacionales, que se realiza de forma periódica y censal -esto es, a todos los estudiantes del país que se encuentren en los niveles examinados- y que tiene por objeto proveer información sobre los logros de aprendizaje a partir de una medida común en las diferentes áreas del currículo nacional.

La primera aplicación del SIMCE data del año 1988, aunque la serie actual de resultados comparables se remonta a 1999. Previamente, desde 1968, existieron otros esfuerzos evaluativos para generar información sobre el desempeño del sistema escolar, los que fueron institucionalizados con la creación del SIMCE y más tarde con la creación del Sistema de Aseguramiento de la Calidad en 2012.

Si bien en un comienzo el SIMCE sólo se aplicaba a los estudiantes de 4° y alternadamente a los de 8° básico o II medio, con el tiempo se extendió también a los de 2° (lectura) y 6° básico, así como a los de III medio (inglés). Luego de que primero el gobierno quisiera cancelar su aplicación censal y tras una espera de casi siete meses, fueron publicaron los resultados del SIMCE 2022. Se trata de la primera medición desde el año 2018, pues en 2020 y 2021 éste se suspendió debido a la pandemia y en 2019 se invalidó dadas las condiciones de inseguridad que vivía el país tras el 18-octubre. Lamentablemente, los resultados mostraron un retroceso en los promedios nacionales en 4° básico y II° medio, especialmente en la prueba de Matemáticas -con caídas de 10 y 12 puntos, respectivamente-, así como una persistencia en las brechas entre establecimientos de nivel socioeconómico alto y bajo.

De esta forma a nivel de 4° básico se registra un retroceso de 6 años en Lectura y de 9 años en Matemáticas, la situación para II° medio es aún más negativa, reportándose un retroceso de 14 años en Lectura y el peor promedio en Matemáticas desde que se rinde la prueba. A lo cual se debe sumar la preocupante falta de información relativa a las tres generaciones anteriores, cuyo desempeño desconocemos debido a la mencionada suspensión de las pruebas en los años previos. Con todo, quizás el resultado que mejor gráfica la magnitud del desafío que imponen al país estos resultados, es el alto porcentaje de estudiantes que no alcanza los aprendizajes necesarios para su edad -medidos a través de los estándares de aprendizaje-, lo que se verifica tanto en la prueba de Matemáticas como en la de Lectura.

En la primera, un 54% de estudiantes de II° medio y un 45% de los de 4° básico se ubicaron en un nivel Insuficiente, mientras que en la segunda dichos porcentajes fueron de un 53% y 32%, respectivamente. Así, en espera de contar con la información desagregada, los resultados generales que se presentaron ratifican la urgencia de desplegar todos los apoyos posibles para sacar adelante a la gran cantidad de niños y adolescentes que no están cumpliendo con los estándares mínimos de aprendizaje. Asimismo, queda de manifiesto la importancia de contar de manera oportuna con los resultados de este tipo de mediciones, para así poder identificarlos y no seguir perdiendo tiempo en llegar a ellos. Esto se suma a los 50.000 niños que luego de la pandemia no volvieron al sistema escolar, es acá donde están las prioridades, el gobierno lo tiene que asumir..