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Daño en 2.500 hectáreas productivas dejaron las inundaciones en la región

RESULTADO. Catastro de afectación desarrollado por la seremi de Agricultura entregó un saldo final de 2.128 personas afectadas por el fenómeno climático que asoló Ñuble en junio pasado.
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Patricio Vera Muñoz

Tras las graves inundaciones que sufriera la región de Ñuble en junio pasado, la tarea imperiosa de catastrar el nivel exacto de afectación fue prioridad para la seremi de Agricultura, a fin de tener una cuenta exacta de los daños sufridos y de las personas que requerían ayuda específica.

Al respecto, el seremi Antonio Arriagada detalló que la minuciosa labor de catastro acabó la semana recién pasada, tarea que entregó un total de 2.128 personas afectadas, cifra que se asimila bastante a la cantidad de dañados por los incendios forestales de febrero y donde se anotaron 2.400 personas con algún tipo de daño sufrido.

"La cantidad de hectáreas afectadas por las inundaciones asciende a 2.500, muchas de ella de tipo productivas porque el daño alcanzó el área de riego de la región. Tenemos una cantidad de 28.842 animales con necesidad de alimentación temprana, pero en esta cifra se incluyen cerca de 13.500 aves", puntualizó.

El secretario regional de la cartera agrícola sostuvo además que el catastro mostró un grave daño también al mundo apícola con cerca de 1.000 colmenas en pérdida total y otras 1.300 con necesidad de alimentación.

"En ese plano, el Minagri inició su trabajo junto a la cartera de Economía para evaluar los problemas en materia productiva. Por ello se han realizado dos catastros, uno productivo y otro en afectación de riego para definir políticas de apoyo", detalló agregando que las forrajeras y los cereales son los cultivos que presentan mayor afectación, mientras que en menor escala hay daño en frutales y hortalizas.

Por su parte, la directora de Indap Ñuble, Fernanda Azócar, especificó que del total de catastrados con afectación, un 65% de ellos corresponde a usuarios del organismo de desarrollo agropecuario, lo que en cifras duras se acerca a las 1.500 personas y de las cuales las mujeres representan un tercio del total.

"Nosotros ya hicimos entrega de ayudas tempranas junto con el seremi de Agricultura y otros servicios, apoyando a unos 600 usuarios de manera directa, o sea, casi la mitad de los afectados, con 580 toneladas de alimento concentrado. Son 20 mil sacos en total, cuya entrega finaliza esta semana", explicó.

La autoridad comentó que en ayuda financiera, seguirán el modelo utilizado en la emergencia forestal, aplicando la condonación del vencimiento en las cuotas de créditos.

"Automáticamente, a las personas que están depuradas en el catastro de afectación se les va a condonar el vencimiento de su cuota de crédito. Es un proceso que se ve caso a caso y que requiere por cierto la venia de Minagri para ser aplicada", sostuvo al respecto de lo inmediato.

Reactivación del riego

El director regional de la Comisión Nacional de Riego (CNR), Jorge Muñoz, sostuvo que han tenido un duro trabajo en la reactivación de bocatomas y canales matrices. Para ello, indicó que el Consejo de Ministros puso a disposición $13 mil millones a repartir en todas las regiones afectadas por las inundaciones.

"De ellos, $2 mil millones son para la región de Ñuble. Nosotros nos activamos rápidamente y junto a Indap salimos a catastrar lo afectado, llegando a contabilizar 144 puntos con problemas", apuntó.

Muñoz añadió que al momento, trabajan muy coordinados con las asociaciones de canalistas, por lo que esperan apoyar de diversas maneras en tareas de limpieza, desembanque y volver a constituir los canales de aducción que fueron literalmente borrados por el fenómeno climático.

"La temporada de riego se abre el 15 de septiembre y esperamos llegar a esa fecha con el agua disponible entrando a los canales y teniendo así una temporada de riego lo más normal posible", detalló.

Daño al forraje

La afectación de las forrajeras no es extraña, dado que la humedad que presentan los terrenos cercanos a los ríos, los hace ideales para este tipo de cultivos.

Con la recuperación del cauce de los brazos de agua, fueron las primeras siembras en ser dañadas.

En ese sentido, la afectación a las forrajeras supera las 1.500 hectáreas.