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Adelgazar o jubilarse: el ultimátum de un estado en India mientras pesa a 67.000 policías

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Decenas de policías hacen fila frente a una balanza para medir luego su altura. La escena se repite estos días en el estado de Assam, en el noreste de la India, donde las autoridades registran el peso de 67.000 agentes con un ultimátum: aquellos considerados obesos tienen tres meses para adelgazar o jubilarse "voluntariamente".

"El registro del índice de masa corporal (IMC) de todo el personal de Policía del distrito de Dhemaji avanza sin problemas", informó este jueves la Policía de esta zona de Assam en la red social X.

El ejercicio comenzó el miércoles, continuará hasta el 31 de agosto y llega, indicó el director general de Policía de Assam, Gyanendra Pratap Singh, con la intención de "mejorar la salud del personal".

Aquellos miembros de la Policía que registren un índice de masa corporal superior a 30, considerado como obesidad por la Organización Mundial de la Salud (OMS), tendrán hasta noviembre para perder peso o jubilarse "voluntariamente", dijo Singh, en declaraciones recogidas por el diario Indian Express.

"Intentaremos bajar su IMC a menos de 30 en un campamento de salud. Algunos de nuestros miembros pueden sentirse incómodos con la medida, pero les ayudará a largo plazo", añadió, antes de precisar que las autoridades excusarán a aquellos problemas médicos.

El plan no llega por sorpresa, ya que fue anunciado por el jefe de Gobierno del estado, Himanta Biswa Sarma, en mayo.

Otros cuerpos de Policía de la India han intentado en el pasado hacer frente a la obesidad entre sus filas. El estado norteño de Haryana prometió también en mayo que asignaría a los policías con obesidad a sus cuarteles residenciales hasta que perdieran peso.

En un estudio de 245 policías en la ciudad norteña de Sitapur elaborado en 2017, los autores hallaron que más del 77% de ellos eran obesos, al igual que el 56% de los efectivos en varias estaciones del estado de Bengala Oriental estudiados en 2010 por otros investigadores.

El sobrepeso de los agentes de Policía, en el estudio de 2017 se atribuye a un entorno laboral sedentario y a una nutrición poco adecuada entre otros factores, no es sin embargo un fenómeno exclusivo de la India y ha sido estudiado también en otros países.

Barcelona, meca internacional del "turismo de fertilidad"

Son 300 las clínicas de fertilidad en la capital catalana y más del 70% de las pacientes provienen del extranjero. Tratamientos como la vitrificación de óvulos han duplicado su demanda en los últimos años.
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La ciudad española de Barcelona hace tiempo que atrae a turistas por su oferta cultural y de ocio, pero a los múltiples atractivos se sumó en los últimos años una reputación sobre las clínicas de fertilidad y congelación de óvulos, que atrae cada año a más extranjeros que dedican su descanso anual al ya denominado "turismo de fertilidad".

Alrededor del 70% de las pacientes de las más de 300 clínicas de fertilidad que existen en la capital catalana son ya de procedencia extranjera, clientes que llegan atraídos por una legislación "flexible" con la edad de la futura madre, "inclusiva" con las opciones de reproducción LGTBI, además de por la alta especialización de los ginecólogos y especialistas.

Así lo explicaron a agencia Efe directores de varias clínicas de la ciudad y pacientes que aprovechan sus días de descanso estival para realizar tratamientos, y de paso disfrutar de la ciudad.

Italianas y francesas

Según la directora de Fertilab, la ginecóloga especializada Federica Moffa, a su clínica acuden el doble de extranjeros que nacionales, y predominan dos nacionalidades: italianas y francesas.

Según expone Moffa, existen varias razones que explican la popularidad de Barcelona para los tratamientos de fertilidad. "Una es la legislativa. En Italia y Francia existen más limitaciones de edad y para la donación de óvulos y distintos tratamientos, como por ejemplo para las parejas de lesbianas. La otra motivación, creo yo, es la excelencia y los avances que tenemos aquí", dice.

También el director del Instituto Marqués de fertilidad, Borja Marqués, asegura que desde hace unos años "Barcelona es claramente la ciudad más importante de Europa a nivel de fertilidad".

El tratamiento más habitual es la fecundación con donación de óvulos, un procedimiento con limitaciones por edad en otras partes del mundo.

Según Moffa, existe un entendimiento no escrito en España de que los 50 años es la edad máxima para determinados tratamientos, si bien puede haber "excepciones", según "la salud y características" de la paciente.

Marqués añade que mientras Madrid sigue atrayendo sobre todo a solicitantes de tratamientos de fertilidad españoles, Barcelona, por su localización geográfica, más cerca de otros países europeos, se hace con buena parte de la clientela extranjera.

El renombre que ha ganado Barcelona como ciudad de "especialistas en fertilidad" es lo que motivó a la italiana Laura Palloneto y su pareja a viajar a Barcelona para intentar conseguir un embarazo tras años sin éxito en Italia.

"Habíamos hecho ya tres intentos de 'in vitro' en Italia y el embarazo nunca llegaba a cuajar. Nos habían hablado de una clínica en Barcelona que había dado resultado a una pareja conocida y decidimos probar. Ahora, felizmente, estamos embarazados de tres meses", explica Laura.

Nevera de óvulos

Más allá de los tratamientos para conseguir un embarazo, también gana peso en las clínicas la vitrificación de óvulos, esto es, congelar folículos para poder posponer ser madre más allá de la edad en la que es más sencillo de forma "natural", alrededor de los 35 años.

En los últimos dos años, asegura la doctora Moffa, en su clínica subió un 200% ese tratamiento con el que las mujeres que aún no quieren ser madres abren la puerta a serlo en el futuro, ganan algo de tiempo congelando sus óvulos antes de los 35-40 años para poder seguir con otros planes de vida, como el profesional.

Una de esas clientas este verano en Barcelona es Alyssa Ramos, joven youtubera de viajes de Florida (EE.UU.) de 35 años, quien explicó que la congelación de óvulos "cuesta cuatro veces más" en su país.

"En EE.UU. existe mucha presión para que tengas hijos antes de los 30 años. Además, allí es muy caro un tratamiento de fecundación. Hace un tiempo me enteré de esta opción de congelar mis óvulos y vi que en Barcelona era muy barato pese a que los servicios médicos eran igual de buenos que en mi país", explica.

Federica Moffa, ginecóloga especializada y directora de Fertilab, en Barcelona.