Valoran mejora en acumulación de agua tras las precipitaciones
ANÁLISIS. A la fecha ha caído un 14% más de agua que el año pasado. Pese a ello, agricultores hacen hincapié en necesidad de embalsar.
Profesionales de la Dirección Meteorológica de Chile y del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (Inia) Quilamapu, analizaron la presencia de los eventos meteorológicos, tales como el sistema frontal recientemente ocurrido, y el impacto que generó en la acumulación de agua, dado que en el embalse Coihueco se registró un 86% de su capacidad tras el evento, lo que fue considerado a su vez positivo por parte de los agricultores, para enfrentar la temporada de riego y así sostener la actividad.
Ahora bien, en el caso del análisis, se informó que fueron más de 270 milímetros de precipitaciones en Curicó, 207 en Talca, 118 en Chillán y 86 en Concepción, los que se registraron entre el viernes 18 y el miércoles 23 de agosto, como consecuencia del paso del reciente río atmosférico en la zona central y centro sur del país. Así lo evidenció el investigador en agroclimatología de Inia Quilamapu, Raúl Orrego.
El especialista agregó que, si bien estos montos son de importancia, son altamente superados por el agua caída en la cordillera, donde en el sector Termas de Chillán se registraron en torno a los 400 milímetros de lluvia, que derritieron la nieve acumulada y provocaron importantes inundaciones producto del aumento en el caudal de los ríos. El ingeniero y doctor en recursos naturales explicó que este escenario está muy asociado a un fenómeno de reciente estudio, conocido como ríos atmosféricos.
El impacto de estos ríos atmosféricos que generaron la acumulación de agua tras 15 años de sequía, según lo explicó el meteorólogo de la Oficina Servicios Climáticos de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), Diego Campos, es que "son descritos como grandes transportes de vapor de agua, Para llevar vapor de agua desde las zonas ecuatoriales a las zonas polares, aparecen grandes transportes en forma de filamentos, que son capaces de transportar tanta agua como un río en la tierra, comparación que les dio el nombre de ríos atmosféricos".
Añadió que la complejidad de estos ríos se produce cuando se encuentran con zonas montañosas, como la Cordillera de Los Andes, lo que provoca precipitaciones intensas y con "temperaturas más elevadas de las que estamos acostumbrados".
Por otro lado, Campos destacó que "la mayoría de los ríos atmosféricos son beneficiosos, ya que aportan entre el 50 y 60 por ciento de la lluvia anual", y que solo un porcentaje menor son peligrosos. De estos últimos, mencionó que se caracterizan por ser muy cálidos, casi sin contraste de temperatura (entre máxima y mínima) y sin la presencia del característico frío que sobreviene después de la lluvia. Puso como ejemplo el evento de junio, donde las lluvias alcanzaron hasta los 3 mil metros "lo que es poco usual porque a esa altitud debiera precipitar nieve".
Según el informe climatológico de la Dirección Meteorológica, comparado a la misma fecha del año pasado, con 583 milímetros de agua lluvia, el presente año, con 665 milímetros, registra un aumento del 14% anual. Eso sí, aún se mantiene el déficit de precipitaciones, en un 10%
Si bien los datos entregados sobre cantidad de agua caída fueron valorados por los agricultores, también se afirmó desde el rubro que el agua caída no es suficiente para paliar la sequía que existe en el sector, argumentando que el agua corrió por los ríos desembocando en el mar, debido a que no cuentan con embalses para mantener esa cantidad de lluvia. "Desgraciadamente en los dos temporales de junio y ahora el agua no se acumula, de manera que no tenemos reserva de agua por la falta de embalses, sí concordamos que ha llovido mucho, pero si esa agua no la guardamos, no tenemos reserva para poder regar", precisó Alfredo Schmidt, presidente de la Asociación de Agricultores de San Carlos.
Desde el rubro de producción frutícola, explicaron que, en materia de riego y superficie, en ciertos sectores de la región, sí pudo ser beneficiosa la alta caída de aguas lluvias.
Así lo manifestó Luis Monsalves, agricultor de Quillón y productor de cerezas, comentó que el agua caída va a beneficiar los cultivos y manifestó que "nosotros que tenemos que trabajar durante todo el año con los cerezos. Fue bastante beneficiosa el agua para el regadío de los cultivos, si bien no tenemos embalses, hay bastante agua en los esteros y mucha humedad en la tierra, lo que favorece a los cultivos".
Mejora condición de déficit de agua
El investigador de Inia, Raúl Orrego, detalló que las últimas precipitaciones aproximaron bastante los montos caídos a un año normal, en Chillán, por ejemplo, sostuvo que el déficit de lluvias bajó de un 25 a un 10 %, mientras que en Concepción el evento no logró revertir la condición de sequía, manteniéndose un déficit en torno al 27%.