Paro de profesores
Esta semana es el tercer paro de profesores en seis meses. El primer paro indefinido con un ministro de Educación recién llegado a su cargo. Si analizamos las movilizaciones docentes que se han repetido en los últimos años, específicamente en 2015 y 2019, no han demostrado ser efectivas para un cambio sustancial ni en las peticiones de profesores, ni mucho menos en la mejora de la calidad educativa.
De cara a estos antecedentes, es plausible prever que no es una medida de presión efectiva para el desarrollo profesional docente. Ambos paros, de casi dos meses de duración cada uno, evidencian una serie de demandas que, aunque válidas y justificadas, se repiten año tras año sin una solución sostenible. Estas peticiones, entre las que destacan el agobio laboral y la deuda histórica, son anhelos pendientes de generaciones de docentes y que ningún gobierno ha podido resolver.
Sin embargo, más allá de la validez de estas demandas, preocupa la repetición de la estrategia de paralización, sobre todo considerando el contexto actual pos pandemia. Ahora, más que nunca, nuestros estudiantes enfrentan desafíos sin precedentes: la recuperación de aprendizajes perdidos durante meses de confinamiento, la revinculación con el proceso de enseñanza-aprendizaje y el alza de la deserción escolar.
Mauricio Bravo, académico de la Universidad del Desarrollo
Baja tasa de fecundidad
Hace algunos días los medios de comunicación publicaron que estamos frente la tasa de fecundidad más baja de la historia. Este es un hecho que, como especialistas, miramos con preocupación, ya que significa que nuestra población en los próximos años comenzará a reducirse cada vez más.
Es importante tener a la vista que el número de nacimientos en Chile ha disminuido progresivamente desde los 90. En ese periodo, había aproximadamente 300 mil nacidos por año, el 2000 era de 2,1 hijos por mujer, y actualmente esa cifra ha disminuido a 1,3. Otro aspecto relevante, es que, de esos nacidos, sobre el 15% son hijos de madres inmigrantes. Es decir, los extranjeros han jugado un rol importante en los nacimientos. Esta caída se traduce en la baja de más de un 40% entre los nacimientos actuales y los que teníamos en la década de 1980 y 1990.
Con respecto a las causas, principalmente se deben a cambios en las preferencias familiares, que privilegian tener uno o dos hijos y en edades más avanzadas. La incorporación masiva de las mujeres a la fuerza laboral también hace que la maternidad se vea retrasada.
Esto, sin duda, tiene múltiples consecuencias. Por lo pronto, disminuye la fuerza laboral. Esta realidad exige cambios y políticas gubernamentales. Para esto, se debe generar una discusión en distintos niveles para que aumenten los nacimientos, ya que, en la práctica, esto puede cambiar significativamente el futuro del país.
Enrique Oyarzún, Clínica Universidad de los Andes
Ceder los asientos a los adultos
Estimado Director, a través de esta carta quiero manifestar mi opinión respecto a la obligación que nos impone la sociedad a los adolescentes de ceder el asiento a los adultos. ¿Yo como estudiante por qué debo dar el asiento? Si pago mi pasaje como todos, en mi opinión no estoy de acuerdo con esta práctica, cuando es obligatoria.
Nosotros como estudiantes pasamos 7 horas promedio al día, en bloques de 90 minutos por asignatura con recreos de 15 minutos, 5 días a la semana: ¿Quién dice que no estamos cansados?
Distinto es cuando una persona de la tercera edad, embarazadas, personas con bebés o con movilidad reducida, necesitan viajar cómodos, porque ahí la sociedad en su totalidad está llamada a dar el asiento.
Yasmín Alejandra Gutiérrez Urrutia