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Científicos peruanos destapan fraude de las supuestas momias de extraterrestres que iban a ser enviadas a México

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Diferentes expertos del Ministerio de Cultura y la Fiscalía de Perú calificaron como "fraude" unas supuestas momias de extraterrestres que iban a ser enviadas a México, muy similares a otras presentadas por el "ufólogo" Jaime Maussan.

"Esto, en términos simples, es un fraude", dijo el arqueólogo forense del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Lima del Ministerio Público, Flavio Estrada.

Las momias a las que se refiere fueron incautadas en las instalaciones de una empresa de logística y transportes internacionales en el aeropuerto de Lima cuando iban a ser enviadas a México.

Estas piezas, elaboradas con presuntos restos óseos de origen arqueológico, se encontraban unidas de tal manera que conformaban dos muñecos, vestidos con telas y calzados con adherencias de brillantes y cintas de encaje, muy similares a las presentadas el año pasado por Maussan en la cámara de Diputados de México.

El ufólogo mostró esas supuestas como parte de la primera audiencia pública en una ruta para la posible legislación de fenómenos aéreos anómalos no identificados en México.

El ufólogo y comunicador mexicano presumió que los dos cuerpos mostrados tenían más de 1.000 años, según una presunta investigación.

Las que fueron incautadas en Lima fueron sometidas a estudios, cuyos resultados, según comentó Estrada muestra que son "muñecos armados con pegamento moderno, por lo tanto no han sido de la época prehispánica, eso es un cuento".

"No son extraterrestres, no son intraterrestres, no son una nueva especie, no son híbridos, no son nada de lo que dice este grupo de seudocientíficos que durante seis años han estado presentando estos elementos", dijo Estrada sin mencionar de forma expresa a ninguno de esos "seudocientíficos".

Al respecto, aseveró que "la seudociencia distorsiona la historia" de Perú y significa "gran perjuicio con respecto a nuestro desarrollo histórico".

"Nuestras culturas del pasado hicieron el (santuario incaico del) Machu Picchu y líneas de Nazca, no necesitaban ninguna ayuda alienígena. Quienes han promovido eso tienen algún interés económico", sostuvo sin citar de nuevo ningún nombre.

En este sentido, aseveró que "la ciencia es una luz en el camino" y lo que presentaron hoy, las supuestas momias, "es seudociencia".

Según los informes, las momias, que tienen supuestas manos tridáctilas, contienen huesos de camélidos, lana, polipropileno, goma fibras de tejidos y pegamento, entre otros, adherido en el dorso como supuesta piel, un plástico.

Flavio Estrada finalmente se preguntó "¿por qué tenemos hablar de muñecos armados por un grupo de personas que han hecho de esto un espectáculo?".

Encuentran la primera evidencia prehistórica del síndrome de Turner, hace unos 2.500 años

REINO UNIDO. Trastorno genético que afecta el desarrollo de las niñas no fue el único detectado: también se halló a personas que tuvieron síndromes de Down, Jacob y Klinefelter.
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Agencias

El síndrome de Turner es un trastorno genético que afecta al desarrollo de las niñas. Ahora, a partir de ADN antiguo, un equipo científico identificó a la primera persona prehistórica con esta afección, que vivió hace unos 2.500 años.

Esta joven de una edad estimada de entre 18 y 22 años padeció síndrome de Turner mosaico, que ocurre cuando falta parcial o completamente uno de los cromosomas X en algunas células (no todas).

Los detalles del trabajo se publican en la revista Communications Biology, en un artículo en el que también se describen casos de personas con los síndromes de Jacob y de Klinefelter, anomalías asimismo cromosómicas, pero que en este caso afectan a los hombres.

Los responsables de la investigación son científicos del Instituto británico Francis Crick, en colaboración con la Universidad de Oxford, la Universidad de York y Oxford Archaeology, que desarrollaron una nueva técnica para medir con mayor precisión el número de cromosomas en genomas antiguos.

El equipo utilizó el método para analizar el ADN antiguo de un gran conjunto de datos de individuos e identificó a cinco personas cuyos cromosomas sexuales no correspondían a las categorías XX (mujeres) o XY (hombres). Todos ellos fueron enterrados según las costumbres de su sociedad, aunque no se encontraron con ellos pertenencias que arrojaran más luz sobre sus vidas.

El Instituto Francis Crick recuerda en un comunicado que la aneuploidía se produce cuando las células de una persona tienen un cromosoma de más o de menos, y si esto ocurre en los cromosomas sexuales pueden observarse algunas diferencias como un retraso en el desarrollo o cambios en la estatura en torno a la pubertad.

Bebé con síndrome down

Con la medición precisa de estos cromosomas, los científicos pudieron mostrar la primera evidencia prehistórica del síndrome de Turner hace 2.500 años y la primera incidencia conocida del síndrome de Jacob -un cromosoma Y de más (XYY)- hace unos 1.200 años.

Además, encontraron a tres personas con síndrome de Klinefelter -caracterizado por un cromosoma X de más (XXY)- y a un bebé con síndrome de Down de la Edad de Hierro.

El análisis determinó que aunque los tres individuos con Klinefelter vivieron en épocas muy distintas, compartían algunas similitudes: todos eran ligeramente más altos que la media y mostraban signos de retraso en el desarrollo puberal.

Al investigar los detalles de los huesos, se pudo ver que era poco probable que la joven con síndrome de Turner hubiera pasado por la pubertad y comenzado a menstruar, a pesar de que su edad estimada era de 18-22 años.

"Es difícil hacerse una idea completa de cómo vivían estos individuos e interactuaban con su sociedad, ya que no se encontraron con posesiones (...), pero puede permitir hacerse una idea de cómo ha evolucionado la percepción de la identidad de género a lo largo del tiempo", resume Kakia Anastasiadou, del laboratorio de Genómica Antigua del Crick.

Para afinar en el análisis

Las muestras antiguas de ADN pueden erosionarse con el tiempo y contaminarse con el ADN de otras o de las personas que las manipulan, lo que hace difícil captar con precisión las diferencias en el número de cromosomas sexuales.

El equipo del Crick desarrolló un método computacional para captar más variaciones en estos cromosomas; consiste en contar el número de copias de los cromosomas X e Y y comparar el resultado con un valor de referencia previsto.

Lo utilizó para analizar el ADN antiguo de un gran conjunto de datos de individuos recogidos como parte del proyecto Mil Genomas Antiguos Británicos a lo largo de la historia de Gran Bretaña.