Frases
"Esos eslogans absurdos, francamente, creo que rebajan el debate porque todos sabemos que el mundo es más complejo…"
Ex ministro Ignacio Briones — Sobre dichos de ministra Jara
— y del PC sobre alza de sueldos — y presión por reformas"Esos eslogans absurdos, francamente, creo que rebajan el debate porque todos sabemos que el mundo es más complejo…"
Ex ministro Ignacio Briones — Sobre dichos de ministra Jara
— y del PC sobre alza de sueldos — y presión por reformasLa Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una buena parte de las mujeres sexualmente activas sufrirán cáncer de cuello uterino en algún momento de su vida. Por ello, ayer se ha conmemorado el día de la prevención de esa patología, con diversas actividades destinadas a informar a la población sobre la importancia de que se efectúen en forma periódica controles ginecológicos, considerando que es la segunda causa de muerte por cáncer en mujeres mayores de 35 años, en todo el mundo.
Esta enfermedad es causada por el Virus del Papiloma Humano (VPH), que se contagia por contacto sexual. Desde el año 2014, el Ministerio de Salud de Chile incluyó dentro del Plan Nacional de Inmunización la vacuna contra el VPH en dos dosis, para niñas de cuarto y quinto básico en todos los colegios. Sin embargo, los estudios indican que los hombres trasmiten el virus, pudiendo ser portadores sin tener conocimiento de esta condición, por lo que se sugirió la vacuna también para los niños. La aparición de este cáncer es más frecuente entre los 35 a 55 años, pero debido a que el tiempo entre la infección por VPH y el desarrollo de la patología es de veinte años en promedio.
La Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología, ha señalado que hay que establecer acciones de educación y entregar información relevante para evitar este tipo de patología. También la entidad ha sugerido que las mujeres se realicen el test del VPH a partir de los 30 años, el Papanicolaou cada tres años, a partir de los 25 años, mantener una dieta equilibrada, evitar el sobrepeso, no fumar y usar preservativo durante las relaciones sexuales.
Uno de los momentos más emocionantes de la película "La sociedad de la Nieve" es la muerte de Numa Turcatti, uno de líderes del grupo de sobrevivientes de la tragedia en Los Andes. Numa no era originalmente del Old Christian Club, el equipo uruguayo de rugby que viajaba a Chile, había sido invitado, pero llegó a ganarse el respeto y el cariño de sus compañeros, mientras luchaban por sobrevivir en las frías montañas. En el momento en que fallece, días antes del rescate, encuentran en su mano un papel escrito con la frase de Jesús: "No hay amor más grande que el que da la vida por los amigos". Luego de ese hecho, a 61 días del accidente, tres de los jóvenes emprenden una expedición hacia Chile, gracias a la cual encontrarán finalmente la ayuda que necesitaban para ser salvados. La muerte de Numa fue inspiradora y decisiva en un momento crucial.
Este fin de semana hemos celebrado ese "amor más grande" que llevó a Jesús a dar su vida por la humanidad, hasta el extremo de la cruz. Pero Jesús no solo se dio en la cruz, sino en toda su vida, ofreciendo su cercanía a los marginados, su perdón a los pecadores, la salud a los enfermos y la infinita bondad del Padre a todos. Esto fue lo que gatilló la oposición de los líderes de Israel, que lo acusaron de transgredir la Ley y blasfemar usurpando el lugar de Dios. Los sacerdotes y fariseos vieron una amenaza en Jesús porque mostraba una religión diferente, que buscaba unir a todos en torno a la compasión de Dios, y que ellos no estaban dispuestos a asumir. Con razón les reprocha Jesús: "Ustedes cierran a las personas el reino de los cielos, no entran ustedes ni dejan entrar a los que tratan de hacerlo" (Mt 23, 13).
Hoy Cristo resucitado sigue ofreciendo su amor y su luz para decirnos que el bien puede hacerse camino en nuestra vida y en nuestro mundo. Es cierto que muchos siembran muerte, injusticia y violencia, al punto que una densa oscuridad se cierne sobre este momento de nuestra historia. Pero también hay muchos que siguen el modo filial y fraterno con el que Jesús vivió, que lo hizo fiel y perseverante en el amor, incluso amando a sus enemigos. La entrega y la presencia viva de Jesús sigue teniendo una gran fuerza inspiradora.
Si los demás solo nos ven motivados por el dinero, la vida cómoda y los intereses egocéntricos e individualistas, sin preocuparnos por el bien común. Si la sociedad es para nosotros solo un espacio donde actuamos como clientes, en busca de satisfacer las propias necesidades y derechos, sin un vínculo humano y fraterno con los demás. Si construimos nuestra vida de espaldas a los demás, a veces incluso de espaldas al dolor de mis más cercanos, entonces no edificaremos ese mundo nuevo que necesitamos ni seremos inspiración para otros. Pero siempre podemos volver la mirada a Jesús y aprender de él, que nos dice: "No hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos" (Jn 15, 13).
Sergio Pérez de Arce A.,
Obispo de Chillán