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Quillón tendrá un patinódromo de primer nivel

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Buenas noticias llegan para patinadores de Quillón y sus alrededores, gracias a las obras de su patinódromo, uno de nivel de competencia internacional y que costó cerca de 480 millones de pesos para construir. El espacio será de una pista de velocidad de 200 metros, dentro de un óvalo de 1400 metros cuadrados.

Por casi seis años, la calle Serrano y otras aledañas han albergado los entrenamientos de los alumnos de la Escuela Municipal de Patín Carrera de Quillón. Como dicen ellos mismos, "es la mejor pista" que tienen para desarrollar la disciplina, que ha ido creciendo año a año.

Sin embargo, gracias al nuevo recinto, la situación cambia. Atrás quedarán los días donde había que cortar el tránsito de Serrano, dos veces por semana algo que provoca más de alguna molestia entre los vecinos del sector, incluso, llegando en algunas oportunidades a encontrones con los propios niños. Es ahí donde asoma el patinódromo para atender la situación.

"Esta obra fue pensada años atrás, cuando veíamos a nuestros niños entrenando en la calle, en forma muy insegura y peligrosa. Nuestro objetivo es construir un patinódromo con altos estándares de competición. Esta es la primera etapa de un proyecto grande, que pueda entregar a la comunidad y, sobre todo a los deportistas, las condiciones necesarias para desarrollar el patín carrera. Esperamos poder entregar pronto esta pista, que ya sabemos ha atraído a más niños que quieren participar de la disciplina", indicó el alcalde Miguel Peña.

Gracias al espacio, la escuela tendrá un lugar para entrenar, al igual que los dos clubes que se formaron a partir de la misma, Patín Roller Quillón y Patín Carrera Kellun.

Ñublense no lo pudo sacar adelante y cayó 1-2 en su visita a La Calera

FÚTBOL. Los chillanejos, que estuvieron con uno menos todo el segundo tiempo por la roja de Campusano, sufrieron una remontada ante los cementeros, que salieron del fondo de la tabla.
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Ante el colista absoluto, viniendo de una arrolladora victoria sobre Cobreloa por 6-0 y con el mismo equipo que registró dicha goleada, Ñublense fue visita ayer en el Estadio Nicolás Chahuán Nazar ante Unión La Calera. El partido terminó con una victoria 2-1 para los locales.

El primer tiempo, los chillanejos estuvieron lejos de mostrar ese nivel atropellador del último partido. Al contrario, los pupilos de Mario Salas salieron mostrando un planteamiento mucho más reservado. Se dedicó principalmente a aguantar los enviones de Calera, sacrificando de esta forma los aprontes ofensivos, que salvo una o dos llegadas, estaban lejos de significar un gol para los Diablos Rojos.

Expulsión

El panorama se le complicó a Ñublense con la expulsión de Jovany Campusano, que recibió roja directa. Fue Manuel Rivera quien acudió a apagar el incendio y aguantó el resto del primer tiempo así. Se fueron al descanso con el 0-0 en el marcador.

Sin embargo, nada haría presagiar que el Rojo iba a salir con todo en búsqueda del gol desequilibrante. Es más, apenas 10 minutos se demoró en llegar la apertura de la cuenta, gracias a una gran jugada colectiva que Pedro Sánchez terminó en la boca del arco. Los de Mario Salas eran uno menos, situación que los acompañaría todo el complemento, y se veían mucho más firmes que los locales.

Calera, de todas formas, fue creciendo con los minutos. Fue así como Gigliotti, que entró tras la lesión de Gabriel Hauche, empató con un golazo al minuto 67, aprovechándose de un error defensivo de Ñublense. 1-1, media hora por jugar y el duelo tomaba tintes de partidazo, pues Calera fue otro equipo tras el gol de Gigliotti.

En 5 minutos dio vuelta el partido tras un remate de César Pérez y Ñuble!nse, cayendo 2-1 y con uno menos al minuto 72, se mostraba al borde del nocaut.

El Rojo se fue con mucho más espíritu que fútbol a buscar el empate y traerse aunque sea un punto desde la tierra del cemento. En la última jugada del partido, Bernardo Cerezo remató y tras una serie de rebotes, Álex Valdés la empujó al fondo del arco, pero el VAR dictó que estaba offside, en un nuevo bochorno arbitral en el fútbol nacional.

El 2-1 ya era final. Los Diablos Rojos no hicieron un buen partido en líneas generales, mucho de lo cual se le puede atribuir al hombre de menos. Sin embargo, Mario Salas tampoco acertó con los cambios que le permitieran, salvo un par de jugadas, competir a los chillanejos.

Así las cosas, Unión La Calera logró su primer triunfo de local del año y los chillanejos se enredaron en la medianía de tabla, a espera de otros resultados.

60 minutos tuvo que