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Desarrollan una nueva vacuna eficaz incluso para la próxima pandemia de Coronavirus

MEDICINA. Se creó con "vacunología proactiva" y contiene una "bola" de proteínas.
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Agencias

Cuatro años después de que un coronavirus provocara una emergencia global, los científicos desarrollaron ya una nueva tecnología de vacunas que, según han demostrado en ratones, protege contra una amplia gama de coronavirus con potencial para futuros brotes de la enfermedad, incluidos algunos que ni siquiera conocemos aún.

Se trata de un nuevo enfoque, denominado "vacunología proactiva", por el que los científicos crean una vacuna antes incluso de que aparezca el patógeno causante de la enfermedad.

La nueva vacuna entrena al sistema inmunitario del organismo para que reconozca regiones específicas de ocho coronavirus distintos, entre ellos el SARS-CoV-1, el SARS-CoV-2 y varios que circulan actualmente entre los murciélagos y que podrían saltar a los humanos y provocar una pandemia.

La clave de su eficacia es que las regiones específicas del virus a las que se dirige la vacuna también aparecen en muchos coronavirus relacionados.

Al entrenar al sistema inmunitario para que ataque estas regiones, protege contra otros coronavirus no representados en la vacuna, incluidos algunos que aún no se han identificado.

Por ejemplo, la vacuna no incluye el coronavirus SARS-CoV-1, que causó el brote de SARS en 2003, pero aún así induce una respuesta inmunitaria contra él.

Los detalles de la investigación, realizada por científicos de la Universidad de Cambridge, la Universidad de Oxford y Caltech, se publicaron en la revista Nature Nanotechnology.

Virus que no conocemos

"Hemos creado una vacuna que proporciona protección contra una amplia gama de coronavirus diferentes, incluidos algunos que aún no conocemos", asegura Rory Hills, investigador de la Universidad de Cambridge y primer autor del estudio.

"No tenemos que esperar a que surjan nuevos coronavirus. Sabemos lo suficiente sobre los coronavirus y sus diferentes respuestas inmunitarias como para empezar a construir vacunas protectoras contra coronavirus desconocidos", añade Mark Howarth, de la Universidad de Cambridge y coautor principal.

La nueva vacuna "Quartet Nanocage" se basa en una estructura llamada nanopartícula, una bola de proteínas unidas por interacciones increíblemente fuertes.

Mediante un novedoso 'superpegamento proteínico', a esta nanopartícula se adhieren cadenas de diferentes antígenos víricos lo que entrena al sistema inmunitario para dirigirse a regiones específicas compartidas por una amplia gama de coronavirus.

Este estudio demostró que la nueva vacuna suscita una amplia respuesta inmunitaria, incluso en ratones preinmunizados con SARS-CoV-2.

Ensayos clínicos en 2025

El diseño de la nueva vacuna es mucho más sencillo que el de otras vacunas ampliamente protectoras actualmente en desarrollo, lo que, según los investigadores, debería acelerar su paso a los ensayos clínicos.

La tecnología subyacente que han desarrollado también tiene potencial para utilizarse en el desarrollo de vacunas que protejan contra muchos otros problemas de salud.

Se trata de una mejora de un trabajo anterior, realizado por los grupos de Oxford y Caltech, para desarrollar una novedosa vacuna "todo en uno" contra las amenazas de los coronavirus.

La vacuna desarrollada por Oxford y Caltech debería entrar en la fase 1 de ensayos clínicos a principios de 2025, pero su naturaleza compleja dificulta su fabricación, lo que podría limitar su producción a gran escala.

Identifican una forma de Alzheimer que afecta a LAS personas con dos copias de un gen

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Investigadores del Instituto de Investigación del Hospital de Sant Pau de Barcelona identificaron una nueva forma genética de la enfermedad de Alzheimer que afecta prácticamente a todas las personas que tienen dos copias del gen APOE4.

La investigación, publicada en la revista Nature Medicine, modifica la concepción sobre los efectos de este gen y abre la puerta a nuevos enfoques en la investigación del mal de Alzheimer, la forma más común de demencia que afecta a millones de personas en todo el mundo.

"Es una reconceptualización bastante profunda, porque estamos diciendo que, si tienes este tipo APOE4, con más de 95% de probabilidades desarrollarás la biología de la enfermedad de Alzheimer a los 65 años", explica el director de la Unidad de Memoria del Servicio de Neurología de Sant Pau, Juan Fortea.

Desde hace décadas, la comunidad científica sabe que el APOE4 está asociado a un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer, pero hasta ahora no se había determinado que pudiera ser una causa determinante de la enfermedad.

"Muchos de los genes que se publican y se investigan son muy importantes desde el punto de vista fisiopatológico -como posibles factores de desarrollo de la enfermedad-, pero no informan a la persona o a la familia del riesgo individual que tiene" de terminar con Alzheimer, señala el especialista.

Con esta nueva investigación, la variante genética del gen APOE4 ya no es solo un factor de riesgo, como se creía hasta el presente, sino que representa una nueva forma genética de la enfermedad de Alzheimer.

De este modo, estaría al mismo nivel que otras dos formas que ya están catalogadas así: el Alzheimer asociado a síndrome de Down -son dos condiciones extremadamente conectadas genéticamente- y el Alzheimer autosómico dominante -un tipo poco frecuente de demencia, de componente genético-.

En el caso del APOE4, se estima que entre un 2 y un 3% de la población general presenta esta variante del gen y, entre los que tienen Alzheimer, representa entre el 15% y 20%.

"Estamos hablando de millones de personas en todo el mundo, así que estamos ante una oportunidad", dice Fortea.

En este sentido, el hallazgo puede permitir que, a partir de ahora, la investigación, la prevención y los tratamientos ya existentes para frenar el avance de la enfermedad, más los que vengan próximamente, estén mejor enfocados a este segmento de la población con esta característica genética.

Prioridad en tratamientos

"Estas personas tienen que estar entre los primeros de la lista a la hora de recibir estas intervenciones -terapéuticas- y probablemente requieran de un seguimiento mucho más exhaustivo que las personas que tengan otros otras condiciones genéticas de menos riesgo", juzga el investigador.

Al mismo tiempo, en investigaciones futuras, tener esta definición de nueva forma genética de alzhéimer puede servir para desarrollar ensayos clínicos dirigidos a este colectivo concreto, para avanzar en un modelo de medicina personalizada.

"El Alzheimer nos da esta oportunidad, porque es una enfermedad lenta, de décadas, en la que ya podemos determinar la presencia de biología del Alzheimer con biomarcadores -como las proteínas TAU y beta amiloide-, por lo que se trata de impulsar ensayos clínicos que puedan prevenir o retrasar el desarrollo de la enfermedad", señala Fortea.

Si bien el investigador ve con "esperanza" esta "nueva era del Alzheimer", gracias a las herramientas existentes y las que se están investigando "para modificar el curso de la enfermedad", ha señalado que es "prematuro" recomendar cribados poblacionales previos a la sintomatología para determinar quien tiene APOE4, como tampoco se hace con los niveles de amiloide, en gran parte porque no hay un tratamiento específico que cure la enfermedad.

Para la investigación recién publicada, los investigadores evaluaron los cambios clínicos, patológicos y de biomarcadores en homocigotos APOE4 -dos copias del mismo gen- para determinar el riesgo de desarrollar Alzheimer.

Utilizaron datos de 3.297 donantes de cerebro, incluyendo muestras de 273 homocigotos APOE4 de Estados Unidos.