Uno de los productos alimenticios más reconocidos de Chillán y de Ñuble son las longanizas. Los orígenes de este alimento se remontan a España, durante la época medieval, cuando se elaboraba con carne de cerdo picada, grasa, especias y hierbas aromáticas, y se embutía en tripas naturales.

Su llegada a Chile se fija en el siglo XIX, de mano de los inmigrantes españoles. Con el paso del tiempo su receta se fue modificando, con el aporte de un sabor propio, comentó Rodrigo Hermosilla Lizama, presidente de la Asociación de Productores de Longanizas y Cecinas de Chillán y Chillán Viejo (APROLOC). "Chillán le impregnó su propia identidad, lo cual la ha caracterizado en todo el país", sostuvo.

Hermosilla se siente orgulloso de esta tradición gastronómica de Chillán. Afirmó que lo primero que se viene a la mente cuando se menciona el nombre de la capital regional es longaniza. "Históricamente, la mejor longaniza proviene de esta ciudad, es parte de nuestras raíces, de nuestra cultura gastronómica y nuestra identidad, no solo como ciudad, sino también como Región. Además, el año pasado, como gremio, obtuvimos el Sello de Denominación de Origen, otorgado por el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (INAPI)".

La asociación se ha encargado de difundir este producto por medio de diferentes actividades. La más importante se realiza durante agosto, La Gran Fiesta de la Longaniza, la cual es organizada por la institución, con el apoyo de la Municipalidad de Chillán y su Dirección de Turismo.

La instancia permite mostrar el trabajo de los principales exponentes de este alimento, "quienes deleitan a los asistentes con la mejor versión de nuestro embutido estrella. Es una auténtica fiesta cultural, llena de emoción, donde nos visitan más de cien mil personas de todo el país", concluyó el presidente de APROLOC.

El pionero en la formación de empresas sostenibles en Ñuble

En los últimos años, el interés por emprender registró un aumento en el país. Ya sean actividades pequeñas u otras de mayor complejidad, se trata de una vía que poco a poco aporta más a la economía del país, y ciertamente, a la de Ñuble.

En ese contexto, lo hecho por Stephan Elgart Foster (34), no deja de ser meritorio. Antes de la formación de la Región, instaló el primer cowork en Chillán, brindando un espacio a quienes no contaban con los suficientes recursos para arrendar una oficina o un espacio donde desempeñarse

No obstante, no se quedó solo en eso, a través de los años, creció y se transformó en algo más, brindando servicios en múltiples aspectos requeridos por empresas y profesionales locales, con un modelo en el que predomina la sostenibilidad, tanto económica, medioambiental y social.

Inicios

Si bien nació en Coyhaique, siempre tuvo el vínculo con Chillán. Su madre y sus abuelos son de la capital regional y a los tres años, Stephan Elgart llegó a Ñuble, zona de la que no se movió más.

Estudió Ingeniería en Construcción y durante su último año buscó un lugar donde instalar su oficina, pero los costos de arriendo eran muy altos y no contaba con los recursos para afrontar ese gasto. Comenzó a investigar alternativas y conoció los cowork, pero no había ninguno al cual acudir en el territorio, así que vio una oportunidad en ello.

En 2018 fundó Cowork Chillán, cuando casi nadie en el territorio sabía qué era este concepto. "Todavía estudiaba, así que trabajaba en el día y en la noche me dedicaba a mis estudios. Me gustó, empezamos a generar una red y después de 2019, cuando la Región se creó, llegó Corfo y postulé al primer Potencia Asociativa, con el proyecto 'Activando el ecosistema de emprendimiento e innovación de la Región de Ñuble'. La idea era entregar mentorías a emprendedores, programas formativos y recursos para infraestructura gracias a los fondos de Corfo. El proyecto duró tres años y el objetivo era hacerlo sostenible en el tiempo", explicó Elgart.

El cowork creció y la red se fue ampliando. Postularon a otro instrumento de Corfo, Focal, con la finalidad de certificarse como empresa B, así migraron a ser un centro de emprendimiento e innovación sostenible.

"En 2021 el primer Potencia acabó y logramos la sostenibilidad económica. El 2023 postulamos a otro Potencia para el proyecto 'Ñuble Hub', por medio del que entregamos dos programas formativos en emprendimiento, uno de nivel inicial y otro de carácter intermedio", relató.

El hub tiene dos objetivos más, uno es generar la primera gobernanza del ecosistema de emprendimiento e innovación sostenible en Ñuble. Además, gracias a traspasos de capacidades por parte de la Pontificia Universidad Católica, instalaron la primera red de mentores certificados de Ñuble.

Cluster

Stephan Elgart sostuvo que uno de los lineamientos que tienen como empresa es poder aportar al desarrollo local. "Dentro de la certificación, tenemos que contratar a gente dentro de la Región, para dejar recursos en la zona. Implementamos un programa, Clustercowork, en el que salimos a buscar empresas que tienen problemas y los ayudamos a solucionarnos. Todo eso lo hacemos con gente local", señaló.

De forma paralela, el cowork sigue operando con otros servicios, formalización de empresas, espacios colaborativos, entrega de asesorías, servicios de oficinas virtuales, servicios contables, de abogados y otros.

Para el futuro, Elgart comentó que se ven como los pioneros en la sostenibilidad en la Región, y formadores de nuevas empresas B, generando una comunidad en ese sentido.

"Activando el ecosistema de emprendimiento e innovación de la Región de Ñuble" se llamó el primer proyecto que presentó Stephan Elgart en Corfo.