Carabinero queda grave tras ser baleado por frustrar encerrona: otro policía abatió a uno de los delincuentes
DELITO. El funcionario estuvo en riesgo vital. El hecho ocurrió en Ñuñoa y el Gobierno dijo que "no puede quedar en la impunidad", mientras que alcalde anunció "emergencia comunal". Sucedió en noche en que hubo otros cuatro crímenes en la RM.
Un carabinero se encontraba ayer en estado grave tras ser baleado en Ñuñoa, donde intentó impedir una encerrona en contra de un grupo de mujeres. Luego, otro funcionario que vivía cerca del lugar habría sido intimidado por uno de estos delincuentes, quien murió tras un intercambio de disparos con el policía. Este hecho se suma a otros cuatro crímenes ocurrido en las últimas horas en la RM.
Cerca de las 22:30 horas del miércoles, el sargento segundo José Miguel Villegas iba saliendo de turno y mientras se dirigía a su casa se dio cuenta que en la calle Ramón Cruz con Eduardo Castillo Velasco un grupo de delincuentes le estaban realizando una encerrona a un grupo de mujeres, entre ellas una de 90 años.
Ante esta situación el policía, quien aún vestía su uniforme, se bajó de su vehículo e intentó impedir el robo. En ese momento los asaltantes percutaron disparos en su contra, de los cuales uno le llegó en el tórax, dejándolo gravemente herido.
El sargento fue trasladado al hospital institucional, donde llegó en riesgo vital, por lo que fue reanimado y se le realizaron intervenciones quirúrgicas. Al cierre de esta edición el policía había salido de esa condición, aunque continuaba grave.
El general director de Carabineros, Marcelo Araya, destacó que el oficial "no tuvo ninguna vacilación en prestar socorro a las víctimas de un delito violento (...) Los carabineros están actuando, son carabineros fuertes y valientes".
El nuevo ministro del Interior, Álvaro Elizalde, condenó el ataque y dijo que un "crimen de esta naturaleza, así como cualquier crimen, no puede quedar en la impunidad y, por lo tanto, se tienen que aplicar las sanciones que establece nuestra legislación de manera clara".
Inmediatamente después que el carabinero resultó herido, los delincuentes escaparon en un vehículo, salvo uno de ellos, quien tras tomar el arma del funcionario, a 100 metros del primer hecho habría intentado asaltar a otro funcionario de Carabineros, que se enfrentó a tiros con el antisocial, quien resultó fallecido.
"Nos dijimos: éramos nosotros o era él. Porque él llegó literalmente decidido, él iba decidido a disparar", dijo la esposa del uniformado.
La general Karina Soza explicó que el funcionario "vive en las cercanías de todo esto, se parapeta y sale en ayuda de su compañero".
A raíz de estos hechos el alcalde de Ñuñoa, Sebastián Sichel decretó "estado de emergencia comunal", lo que,. según él, "nos permite como municipio adquirir, en el menor tiempo posible, de herramientas para la seguridad, disuasión y prevención vial". Más tarde dijo 24 Horas que esto le permitirá a la municipalidad hacer "compras ágiles" o tomar decisiones sobre el sentido de calles.
Detenidos liberados
Horas después del crimen, Carabineros informó la detención de dos presuntos involucrados en la balacera, quienes en la madrugada fueron liberados debido a que no tenían participación en el hecho, según señalaron desde la institución.
El hecho significó la baja de un carabinero que le tomó fotografías a los detenidos en la 18° Comisaría de Ñuñoa y las difundió en redes sociales. "Lamentamos profundamente la difusión de esta imagen en redes sociales, ya que su captura y divulgación no se ajustan a los protocolos establecidos ni representan las prácticas institucionales que garantizan el respeto a los derechos de las personas", dijo la institución.
El padre de uno de los jóvenes liberados aseguró que los policías golpearon a los detenidos y que "después de esto se los llevaron a la comisaría, los detuvieron, los metieron al calabozo y dentro alguien, ya sea carabinero o carabinera, les sacó una fotografía, esposados y ensangrentados".
Una ola de crímenes
Este hecho se suma a otros cuatro crímenes ocurridos durante las últimas horas en la RM. En La Granja, un hombre de 56 años fue asesinado por sujetos que portaban una vestimenta similar a la que usa la PDI.
En la noche del miércoles, los antisociales le realizaron un portonazo a la víctima, a quien le dispararon en el tórax. Horas más tarde el vehículo robado fue encontrado calcinado en La Pintana.
También en la noche del miércoles dos hombres colombianos fueron baleados en calle Silva con Guanaco, en Recoleta, donde un sujeto descendió de un vehículo y percutó múltiples balazos en contra de los sujetos.
Producto de la balacera una de las víctimas falleció en el lugar y el otro hombre se encontraba ayer internado en el Hospital San José, sin que haya detenidos hasta ayer.
El tercer crimen ocurrió en la madrugada en San Bernardo, donde un grupo de individuos ingresó a la vivienda de un colombiano de 29 años de edad, a quien asesinaron tras dispararle en reiteradas ocasiones con una pistola y una escopeta.
Finalmente, ayer un hombre estaba en riesgo vital luego de ser baleado en la madrugada en Puente Alto. Cerca de las 3:58 horas la víctima, de nacionalidad haitiana, fue herido al interior de un vehículo y luego trasladado en el mismo auto al Hospital Sótero del Río.
Sobre esta seguidilla de crímenes el subsecretario del Interior, Luis Cordero, dijo que "los homicidios de San Bernardo y Recoleta son acciones dirigidas. En el caso del homicidio de La Granja se comete contra una persona que buscaba evitar el delito. Estos hechos representan una de las principales preocupaciones del Gobierno ante el uso de armas de fuego", a lo que agregó que la fiscalización de armas "es un aspecto central del plan Calles sin Violencia".