Correo
15 años levantando Chile
Cuando Felipe Cubillos llegó hace 15 años a la zona costera del Maule para ver en qué podía ayudar a las personas afectadas por el devastador terremoto y tsunami, nunca imaginó el tremendo legado que nos dejaría.
El sueño era grande: apoyar la reconstrucción de las comunidades para dejarlas mejor de lo que las encontró después de la catástrofe.
Esta idea sentó las bases e instauró los principios de lo que sería un movimiento; en definitiva, una causa que, más allá de las diferencias de origen, de opinión o políticas, buscaba servir al país y poner a su disposición los talentos e inquietudes de cientos de personas que, desde la colaboración, quisieran levantar Chile.
Felipe estaba convencido de que la unión hace la fuerza. Felipe inspiró la vida de miles de personas, las marcó a fuego para siempre y el impacto de su obra es realmente trascendente: desde su creación el 27 de febrero de 2010, Desafío Levantemos Chile ha estado presente en 26 catástrofes naturales en Chile y cinco en el extranjero. Además, ha ejecutado 1.234 proyectos en centros urbanos y comunidades, muchas veces olvidadas, beneficiando de manera directa a 1.674.444 personas. Su actuar se ha basado en tender puentes de ayuda entre quienes necesitan apoyo y quieren salir adelante, y aquellos con la voluntad de ayudar. Este modelo colaborativo es una señal inequívoca de que, más que centrarnos en nuestras legítimas diferencias y quedarnos estancados en la polarización -y lo que es peor, en la burocracia-, sí existe una solución a nuestros problemas como sociedad. Y lo que es más importante: la colaboración entre el mundo privado, las comunidades y lo público puede mejorar y contribuir al bienestar de las personas más vulnerables y con menos oportunidades de nuestro país.
Nicolás Birrell, presidente de Desafío Levantemos Chile
Lingüística, lectura y escritura
Ha pensado usted lo que podemos leer en un solo día como titulares, diarios, revistas, libros, mensaje de textos, señaléticas, e-mails, blogs, avisos, instrucciones, etc? ¿Cómo sería la vida si no pudiésemos leer? ¿Se acuerda cómo y quién le enseñó a leer y escribir? Siendo un tema pedagógico, requiere, para quien lo hace, disponer de un conocimiento intensivo sobre la forma en que está organizada nuestra lengua, especialmente vocales y consonantes. La Lingüística nos enseña que estos elementos se combinan de un modo particular cuando hablamos o escribimos. Saber cómo la fonética y la fonología son las indicadas para orientar cualquier proceso de enseñanza y aprendizaje de la lectura/escritura, razón por la que deberíamos encontrar estos conocimientos en la formación de profesores útil y necesario cuando trabajamos con niños(as). Lo que conocemos como "conciencia fonológica" es un pre-requisito para un desarrollo lingüístico exitoso, es decir, entender que las palabras se descomponen en componentes menores (sonido/fonemas).
Aunque sabemos que la lectura sea una actividad visual, 'la conciencia fonológica', como un hecho de la cognición humana, es un factor crucial desde que el niño inicia la etapa escolar. Aprender a descifrar palabras implica reconocer sonidos dentro de las mismas y cómo éstos se representan en letras. Así, /gato/ contiene cuatro sonidos que comienza con /g/ pero no es la misma /g/ de /gorro/ y que si la quitamos nos queda /ato/. Si esto es complejo en lengua materna, ¿cómo será cuando aprende inglés u otra lengua. Aprender a leer, entonces, requiere también darse cuenta que un sistema de escritura posee cierta lógica. Un sonido puede darse en posición inicial, intermedia, y final, ejemplo la /s/ en 'sapo', 'asado', 'autos'. Ello requiere de metodologías adecuadas.
El campo de la lecto-escritura, por décadas, ha sido un terreno de bastantes controversias. Hoy más que ayer cuando desde las neurociencias sabemos cómo el cerebro humano "procesa" la información visual y auditiva. Las críticas simples abundan, como que "nuestros alumnos no comprenden lo que leen", o "cómo enseñar a un niño bilingüe". ¿Están estos conocimientos lingüísticos a disposición de nuestros profesores? ¿Habrá alguna iniciativa sobre la creación de un Centro de Lingüística Aplicada en las Universidades de nuestro país? Cuando Ud. tenga que leer algo, pregúntese ¿quién le enseñó a leer? ¿está agradecido(a)? ¿Recuerda su nombre?
Omer Silva Villena, exacadénico Ufro/Uach