Frases
"Mientras ella no converse con el Presidente, nosotros no vamos a consumar nuestro acuerdo (…) no le pusimos plazo. Pero no contestó ayer, no hablamos con ella, ella no estaba con nosotros…"
Lautaro Carmona,
presidente del PC.
"Mientras ella no converse con el Presidente, nosotros no vamos a consumar nuestro acuerdo (…) no le pusimos plazo. Pero no contestó ayer, no hablamos con ella, ella no estaba con nosotros…"
Lautaro Carmona,
presidente del PC.
Carabineros ha hecho un nuevo llamado a la ciudadanía con el fin de realizar buen uso del número telefónico de emergencia 133. Se ha señalado que en 2023 recibieron 6,3 millones de llamados en todo el país, de las cuales el 74% fue para hacer supuestas bromas o insultos.
La mayoría de los llamados corresponden a bromas de mal gusto, y el resto son contactos cortados antes de iniciar la conversación, otras inaudibles, requerimientos de algún tipo de información, como la hora, o insultos contra la institución.
Las autoridades policiales han expresado que es necesario que la ciudadanía tome conciencia de que las llamadas reales revisten el carácter de urgentes y por lo tanto se necesita una línea expedita para reaccionar en forma oportuna.
Lo que ocurre con el número de Carabineros no es ajeno a lo que se registra con los teléfonos de Samu, de Bomberos, o rescate de la Armada en verano. Cuesta entenderlo, si se considera que en ocasiones significa desplazar vehículos y personal, o dejar de atender otras comunicaciones que son necesarias, porque podrían salvar una vida.
Se entiende como uso indebido aquellas llamadas que puedan generar congestión en el acceso al servicio y cuya finalidad sea distinta a la solicitud de auxilio, denuncia de emergencia o calamidad pública o de un acto constitutivo de algún hecho punible o sancionable por la ley, como llamadas abusivas, ridículas, insultantes, amenazadoras, maliciosas o burlescas. No obstante, estos servicios de emergencia están recargados en sus funciones y no siempre están en condiciones de cumplir con todos estos procedimientos para hacer la presentación, por lo que una vez más hay que apelar a la comprensión ciudadana.
Cada 7 de abril, el mundo conmemora el Día Mundial de la Salud, una fecha que va más allá de una efeméride. Es un recordatorio poderoso de que la salud no puede seguir siendo un privilegio, sino que debe convertirse en un derecho garantizado para todas las personas, de cada rincón del planeta. Proclamado por la OMS en 1948, esta celebración tiene como objetivo principal generar conciencia y movilizar la acción frente a los desafíos más urgentes en materia de salud pública.
A lo largo de los años, la temática de esta efeméride ha ido evolucionando, como también lo han hecho nuestras enfermedades y estilos de vida. En un comienzo, las grandes preocupaciones eran las patologías infecciosas. Hoy, las enfermedades crónicas no transmisibles -como la diabetes, la hipertensión o las cardiovasculares- representan la principal causa de morbimortalidad, no solo en Chile, sino en el mundo entero.
Ante este escenario, es inevitable hablar de la Medicina del Estilo de Vida como una de las herramientas más potentes y subutilizadas de nuestro tiempo. Una disciplina que promueve un enfoque integral, basado en la modificación de hábitos como la alimentación, el ejercicio, el descanso, la gestión del estrés y las conexiones sociales. No solo busca prevenir enfermedades, sino también mejorar la calidad de vida y reducir los costos del sistema de salud. Sin embargo, para que esto sea posible, necesitamos políticas públicas valientes, transversales, que integren salud y educación desde las etapas más tempranas.
Los desafíos son enormes. Desde la inequidad en el acceso a servicios de salud, hasta los efectos del cambio climático y la amenaza latente de nuevas pandemias. La salud mental también se ha convertido en una preocupación creciente que ya no podemos seguir postergando, pero en medio de este panorama complejo, también hay oportunidades.
La educación en salud es una de ellas. Enseñar hábitos adecuados desde el colegio, formar comunidades comprometidas con el bienestar, crear entornos que faciliten decisiones en el camino correcto, son iniciativas que pueden cambiar radicalmente el rumbo de nuestra salud pública. En esta tarea, los profesionales de la salud jugamos un rol crucial. Nuestro ejemplo, palabras y acciones pueden ser semillas de cambio en pacientes, colegas, estudiantes y comunidades.
El Día Mundial de la Salud es, por tanto, una fecha para recordar, pero sobre todo para actuar. Si bien es cierto, los avances en esta materia requieren de leyes efectivas, también podemos adaptar nuestro diario vivir con nuevas rutinas como desarrollar una caminata diaria; iniciar una conversación sobre bienestar con nuestros conocidos; preparar recetas más conscientes de lo que nos hace bien; dormir o dedicarnos una hora más de descanso, o simplemente en saber que tenemos el poder de transformar nuestros hábitos y, con ellos, nuestra vida.
Hoy más que nunca, cuidar la salud debe ser un compromiso colectivo, urgente y sostenible. No solo por nosotros, sino por las generaciones que vienen.
Dra. Sandra Lanza Sagardia,
Presidenta de la Sociedad Chilena de
Medicina del Estilo de Vida (SOCHIMEV)